Comunicación presentada al I Congreso Ciudades Inteligentes:
Autor
- Antoni Brey, Director General, Urbiotica
Resumen
La gestión inteligente de la movilidad en las ciudades basada en los datos en tiempo real de lo que sucede en el tejido urbano, contribuye a mejorar los parámetros de sostenibilidad y eficiencia económica. Se describe y analiza el caso práctico y real de gestión inteligente ya implantado en Niza, en el que se usa la información respecto al tráfico, aparcamiento y contaminación ambiental captada en tiempo real a través de sensores, detallando y evidenciando el retorno que proporciona a los Ciudadanos, Administraciones Públicas y Empresas implicadas (operadores y gestores de servicios).
Introducción y antecedentes
La tendencia hacia un mundo urbanizado crece a gran velocidad. Más de la mitad de la población mundial vive ya en ciudades. La tendencia es incluso más acusada en España donde solo el 20% de los ciudadanos reside aún en zonas rurales. La migración humana hacia las urbes parece irreversible. La previsión que maneja Naciones Unidas señala que el 70% de los seres humanos habitarán en centros urbanos en el año 2050.
En Europa, las congestiones de tráfico cuestan a las administraciones de la UE más de 100 millones de euros anuales, y el 90 por ciento de los europeos declara que la movilidad en su región necesita mejorar.
Se trata de un tema complejo que va más allá de la disponibilidad de infraestructuras de transporte o del uso del automóvil privado. Un informe de la Comisión Europea atribuye alrededor del 50% de las emisiones de CO2 a la movilidad urbana.
El aumento de la población de las ciudades puede convertirse en poco tiempo en un escollo infranqueable, a no ser que se logre mantener la armonía entre los aspectos espacial, social y ambiental de las grandes urbes, y entre sus habitantes.
Es en este escenario sociológico y demográfico, con claras implicaciones económicas, políticas y medioambientales, donde cobra fuerza el concepto de ‘ciudad inteligente’ o ‘smart city’. Esta es, pues, la ciudad del siglo XXI, en la que la tecnología más innovadora va a jugar un papel fundamental para proporcionar eficiencia en la gestión de los activos, los recursos y el territorio, con el fin de garantizar la preciada sostenibilidad de los entornos urbanos.
La ciudad debe dotarse de una nueva «inteligencia», un nuevo sistema nervioso que interconecte y coordine una gran cantidad de elementos constitutivos del gran sistema urbano – lo que la Unión Europea denomina como La Internet de las Cosas-. Así, el concepto de ‘ciudad inteligente’ se puede concretar en el conocimiento en tiempo real de lo que ocurre en las ciudades, la interpretación de la información y su uso para ofrecer más y mejores servicios a los ciudadanos.
A través de sensores se puede captar datos en tiempo real de lo que ocurre en las ciudades permitiendo tomar decisiones basadas en la realidad de lo que sucede en su entorno, mejorando la experiencia de uso del espacio urbano y permitiendo una gestión más racional de los recursos.
Casos prácticos y reales del uso de datos para una mejor gestión de movilidad urbana
La tecnología basada en la captación de datos a través de sensores inalámbricos se ha usado en proyectos que abarcan miles de dispositivos y que comprenden diversas casuísticas en lo que respecta a la gestión del aparcamiento y la movilidad: en Viena (Austria), en Niza (Francia), en Santiago de Chile (Chile), en Santa Barbara de Oeste (Brasil) o en Wolfratshausen (Alemania). La experiencia obtenida confirma la validez del uso de sensores tanto en proyectos de gran volumen (miles de sensores) como en casos más reducidos.
Gestión inteligente de la movilidad en Niza
La Administración local de Niza se enfrentaba a una situación crítica de movilidad, especialmente en el casco antiguo de la ciudad, que generaba graves problemas de gestión y contaminación, que perjudicaba la calidad de vida de sus ciudadanos. La ciudad tenía un ambicioso proyecto de “Eco City” destinado a paliar dichos problemas y también a reforzar el atractivo de la ciudad para los ciudadanos y turistas.
Una parte esencial del proyecto consistía en implementar una nueva política de movilidad para mejorar la gestión del aparcamiento, reducir el flujo de vehículos al centro de la ciudad y fomentar el uso de transporte alternativo.
El proyecto se desarrolló apoyándose en tecnología innovadora que sería la clave para transformar la gestión de la movilidad en la ciudad.
- 10.000 sensores de aparcamiento instalados en los bordillos de las aceras que informan sobre la ocupación o no de las plazas y la correcta tramitación del pago.
- 100 sensores inalámbricos de tráfico instalados en diversos puntos de la trama viaria, que proporcionan información sobre los flujos de tráfico.
- 800 parquímetros o kioscos multiservicios de nueva generación que permiten una variedad de opciones de pago innovadores como el pago mediante móvil y NFC así como los estándares más comunes (monedas y tarjetas). Los nuevos kioscos proporcionan a su vez información útil para el ciudadano respecto a la ciudad (movilidad, cultura, negocios, etc.)
Hoy la información proporcionada por los sensores permite a la Administración de Niza:
- Informar a los ciudadanos sobre la disponibilidad y tarifas de estacionamiento en tiempo real así como sobre las opciones de transporte alternativo (transporte público, bycing, coches compartidos, etc).
- Evitar la congestión. Posibilita a los gestores de la ciudad aplicar precios dinámicos al estacionamiento en función de la disponibilidad de aparcamiento, la situación real del tráfico e incluso los índices de polución existentes en cada momento. Adaptar los precios les permite influir en la densidad de tráfico, evitando la saturación y reduciendo considerablemente la contaminación en la ciudad.
- Estimular el comercio local a través de información práctica sobre la zona de destino como actividades de entretenimiento o promociones comerciales (hoteles, restaurantes, puntos turísticos, meteorología, etc).
Los usuarios consultan toda la información vía internet, smartphone y paneles instalados en la calle, haciendo mucho más fácil decidir donde aparcar y la mejor manera de moverse por la ciudad.
- Más allá de los aspectos tecnológicos, la implementación del proyecto de gestión inteligente de la movilidad en Niza ha exigido un gran esfuerzo de coordinación entre diferentes agentes de la administración pública. La nueva información que la ciudad genera a través de los sensores necesita ser procesada y cruzada con fuentes de información ya existentes (transportes públicos, bicicleta compartida, coche eléctrico, etc.). Los usuarios internos de la administración deben aprender a utilizar el gran caudal de datos y a trabajar con una visión transversal de la propia administración.
- En resumen, pues, un proyecto de esta naturaleza no constituye únicamente un reto tecnológico. Los aspectos organizativos y de participación deben considerarse atentamente desde el principio para garantizar el éxito de la iniciativa.
Retorno y resultados
Si bien el objetivo final de cualquier proyecto en una ciudad debe ser la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, hoy en día, y atendiendo a las restricciones presupuestarias que todas las administraciones sufren, es necesario también analizar la viabilidad económica de todas las iniciativas. En el caso de la gestión de la movilidad urbana, uno de los mayores problemas de cualquier ciudad actual, la mejora en la eficiencia del aparcamiento de superficie permite generar los recursos económicos para financiar los proyectos de mejora. Un buen análisis económico es imprescindible antes de acometer este tipo de proyectos.
Concretamente en el caso de Niza, la mejor gestión de la movilidad tiene unos claros beneficios para la ciudad:
- Importante reducción del tráfico y la contaminación medioambiental.
- Aumento de los ingresos del estacionamiento en un 25%.
- Optimización de los costes de operación del servicio de aparcamiento regulado en superficie en un 30%.
- Retorno de la inversión en 36 meses.
- Creación de servicios innovadores de valor añadido que generan nuevas fuentes de ingresos.
- Estimulación del comercio de proximidad.
- Mejora de la imagen de la ciudad.
Conclusiones
Hoy en día existe la tecnología necesaria para implementar sistemas de movilidad inteligentes en las ciudades. Dichos sistemas de movilidad inteligente por un lado son viables desde el punto de vista económico y por otra parte mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, objetivo último de cualquier intervención urbana.
Nota: Este artículo fue presentado y publicado en el Libro de Comunicaciones del I Congreso Ciudades Inteligentes.