Comunicación presentada al II Congreso Ciudades Inteligentes:
Autor
- José Ramón Sobrón Perea, Gerente, Kaleidos.red Fundación
Resumen
Estamos viviendo en una época de cambios desde el punto de vista político, económico y social. Hablamos de cambio de época, de cambio de paradigma. Tenemos, desde el punto de vista de la administración local un control bajo –la fragmentación de nuestros parlamentos locales es una clara muestra de ello- y una certidumbre baja sobre cuáles son las políticas necesarias/adecuadas. Es imprescindible construir una Nueva Administración Local en su forma de relación con la ciudadanía. Corresponderá entonces desde la acción local escuchar, deliberar, liderar, ser creativos/proactivos, construir socialmente, integrar la incertidumbre como un elemento a gestionar, etc. Este es nuestro escenario. Un escenario líquido que en algunos puntos amenaza con su desborde.
Palabras clave
Proximidad, Transparencia, Buen Gobierno, Desarrollo Estratégico de Ciudad, Innovación Social, Valor Público, Redes Sociales, Servicios Inteligentes, Política Local
Punto de partida
La política pública local sigue intentando actuar con eficiencia sobre problemas particulares cuando lo que es exigible actualmente es actuar con inteligencia y con legitimidad sobre asuntos que son complejos y multidimensionales: no se trata de asumir parcialmente las situaciones sino de asumirlos de manera integral, de manera compleja.
Una propuesta: Proximidad evolucionada
Una propuesta, la que se da desde Kaleidos.red, son las políticas y servicios de proximidad. Estas políticas ponen en relación confianza, capital social, calidad de vida, compromiso ciudadano y participación con otros términos como son legitimidad, códigos éticos, y cultura organizativa. Nuestro marco es un modelo de gobernanza que debería ser rentable técnica y políticamente pero que, sobre todo, debe incidir en el día a día de la ciudadanía desde el punto de vista de la calidad de vida y el bienestar.
Fundación Kaleidos.red agrupa desde el año 2000 a diferentes Ayuntamientos españoles que trabajan en esta clave. Actualmente están desarrollando estas líneas de trabajo, desde la óptica de Red, los ayuntamientos de Alcobendas, Bilbao, Burgos, Getafe, Logroño, Málaga, Sant Boi de Llobregat, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza
Buscamos, ahora, un nuevo modo de hacer las cosas desde la Administración Local. Necesitamos crear valor público y hacerlo de manera sostenible. Y para ello necesitamos aplicar soluciones probadas pero sobre todo explorar, buscar y experimentar una Administración que:
- gestione y lidere pero que sea también promotora, facilitadora, generadora de oportunidades:
- que estabilice pero que active de manera innovadora y abierta;
- que enmarque/lidere quién debe/puede participar en los procesos y en qué condiciones;
- que movilice alineando hacia un objetivo común a todos los agentes (públicos y privados);
- y que sea capaz de sintetizar resultados en forma de acción, en forma de aplicación a la realidad.
Las decisiones a nivel municipal, a nivel directivo, ya no pueden estar únicamente basadas en la autoridad y en la legalidad. Nuestras decisiones, como entidades locales, necesitan estar legitimadas. Para poder gobernar con calidad democrática, la ciudadanía tiene que percibir base moral, base ética, base social.
Mismas preguntas, diferente contexto
Respecto a las líneas temáticas de la Administración Local nuestro foco sigue apuntando en las mismas direcciones, si bien lo hace de otra manera:
- Relación Administración-Ciudadanía: De la autoridad y la legalidad a la legitimidad, con?anza y compromiso
- Correlación entre calidad institucional y éxito sostenible en el tiempo económico
- El Código Ético, la Rendición de cuentas y la Transparencia como herramientas de gestión municipal
- Liderazgo promotor de la administración local en la innovación social
- La organización municipal como un sistema vivo orientado a la ciudadanía (calidad de vida, bienestar social).
Y decimos que lo hacemos de otra manera porque en este momento nos parece técnica y estratégicamente adecuado, en términos de oportunidad y necesidad, alinear las anteriores líneas científicas en torno a dos coordenadas:
1. Desarrollo y posicionamiento de ciudad.
2. Generación de valor público a través de servicios inteligentes
Lo que hacemos es poner en el centro de Kaleidos a la ciudad y a la ciudadanía. Y orientamos las anteriores líneas temáticas de tal modo que el trabajo se centra en la política local pero entendiendo esta política local como una herramienta, un instrumento, para situar nuestras ciudades de una manera competitiva y sostenible. No se trata de ningún modo de perder el alma/misión de Kaleidos sino de, precisamente, utilizar la esencia de Kaleidos –innovación en política local en general y en políticas y servicios de proximidad en particular- para posicionarnos.
Del mínimo común denominador (al máximo común múltiplo)
Debemos reforzar la sociedad local y sus instituciones públicas. Porque son las políticas municipales, de proximidad, las más adecuadas para articular de manera eficiente lo local y lo global. Las ciudades deben desarrollar sus instituciones y sus organizaciones, su modo de hacer, lo que llamamos gobernanza, para plantearse mirar a su entorno local y global como un mercado en el que competir por/con todo tipo de recursos. Frente a particularismos y fragmentaciones, necesitamos encontrar ese mínimo común denominador (en términos de misión, visión, identidad y valores de ciudad) que nos permita articular nuestras ciudades como un todo de manera cohesionada.
Y la calidad de vida es un factor clave en este reforzamiento: para atraer flujos de inversión, conocimiento experto, mano de obra cualificada, procesos de innovación económica y social, la calidad de vida, siendo un objetivo en sí misma, constituye una poderosa herramienta para catapultar el territorio a una nueva posición mucho más competitiva.
La administración local debe estar en continua adaptación a la realidad en que se inscribe. Su visión tiene que estar vinculada al posicionamiento estratégico de su territorio.
Participación ciudadana: condición necesaria pero no suficiente
Un proceso de participación ciudadana permite, primero, que aflore la inteligencia individual de cada uno de los ciudadanos y ciudadanas.
Se trata de una gestión del conocimiento, de la experiencia, de las trayectorias personales, de las expectativas, etc., de las personas que viven en nuestro entorno. Las personas que viven en un territorio, pueblo o ciudad, son las máximas expertas en ese territorio. Es un capital social que sería irresponsable no gestionar. Podremos traer a asesores, expertos, consultores, estrategas, etc., pero un proceso, participativo, que haga aflorar esa experiencia y conocimiento individual es condición imprescindible para una adecuada, y legítima, toma de decisiones.
No se trata de que todos los actores compartan la decisión que a nivel institucional se tome; se trata de que la decisión sea lo suficientemente legitimada para ser aceptada (buscando el equilibrio entre deliberación y autoridad).
La ciudadanía tiene que demostrar ser capaz de entender la existencia de un interés colectivo. Tiene que comprenden la labor del gobierno local, que sus decisiones le afectan directamente y que son corresponsables de su territorio; aportar su conocimiento, su experiencia, sus expectativas, sus diagnósticos, sus propuestas, sus necesidades, a qué están dispuestos a renunciar, qué cuestiones les parecen innegociables.
Nuestras ciudades se deben desarrollar en sintonía con el desarrollo personal y profesional de las personas que la componen. Las ciudades crecen y compiten cuando las personas de esas organizaciones crecen y compiten; las ciudades no evolucionan si las personas que las forman no evolucionan.
Participación ciudadana como herramienta / recurso
Partimos de la base de la bondad de la participación ciudadana. De su valor en sí misma. De la participación ciudadana como elemento esencial de la democracia. Pero en este caso hay que hablar de la necesidad de plantear la participación ciudadana como herramienta. No como objetivo: la participación como herramienta. ¿Y una herramienta para qué?. Para hacer una ciudad/organización/territorio más eficiente, más rentable, más desarrollada, mejor posicionada, con mayor capacidad para competir. La única cosa que tenemos nosotros y que no tiene la competencia son las personas que integran esta comunidad, esta empresa, este proyecto vital y colectivo. Este es nuestro capital social.
Necesitamos ahora alinear todas esas inteligencias individuales para destilar una inteligencia colectiva orientada a la toma de decisiones. Y para esto necesitamos liderazgo pero, sobre todo, tener un proyecto de ciudad, de pueblo, de territorio… un proyecto que sirva como criterio sobre para qué estamos participando, hacia dónde vamos, que dé sentido y permita alinear capitales sociales y recursos varios. Y que genere compromiso ciudadano. Primero porque hay proyecto, una visión estratégica a medio y largo plazo. Segundo porque se le ha informado de que hay un proyecto. Tercero porque sabe qué se está haciendo, porqué y para qué.
Necesitamos anclar nuestra política a un proyecto de ciudad, un proyecto compartido y articulado en base a nuestras necesidades como colectivo, nuestra diferencia, nuestra identidad, nuestros valores, descubrir nuestras fortalezas y debilidades, el modo de reforzar aquellas y minimizar éstas, nuestra visión como comunidad. Esto es necesario explorarlo, trabajarlo, escribirlo e incorporarlo a la hoja de ruta de nuestros territorios de manera pactada, con independencia del partido político que, puntualmente, esté gobernando. Necesitamos instalar el orgullo de ciudad que haga que nuestros ciudadanos quieran formar parte (implicarse, comprometerse, corresponsabilizarse) de nuestras ciudades que a nivel local la Administración debe facilitar.
Gestión del conocimiento y Alineación de los conocimientos individuales en torno a un proyecto común. Gestión del Capital Social.
Concluyendo: prototipar
Proceso Participativo para hacer aflorar la inteligencia individual –empoderar- proceso participativo para alinear en una inteligencia colectiva y, en este tercer momento, proceso participativo para hacer. Que las palabras no se conviertan en un sucedáneo de la acción. Necesitamos hacer, prototipar, alcanzar pequeños éxitos, fracasar de vez en cuando, ilusionarnos con pequeños avances, analizar el proceso y los resultados, volverlos a implantar mejorados. Hacer, prototipar. Es necesario embarcarse en la dinámica de la acción-reflexión-acción. Hay que ser conscientes de que las sociedades avanzan y evolucionan en base a sus éxitos y en base también a sus fracasos metabolizados como lecciones. Pero para eso hace falta hacer, tomar decisiones y llevarlas a la práctica.
Necesitamos una mirada caleidoscópica sobre la realidad, trabajarla y reflexionarla para llevarla a la práctica en forma de proyectos concretos. A modo de ejemplo:
- Definir prioridades en nuestros territorios
- Identificar oportunidades de mejora y concretarlo en proyectos
- Explorar/anticipar nuevas necesidades
- Analizar los servicios en base a los resultados (y no tanto en cuanto a los recursos)
- Crear un equipo base de agentes de transformación que actúan como palancas, como activadores
- Analizar el marco relacional entre parte pública y la privada.