Comunicación presentada al II Congreso Ciudades Inteligentes:
Autoras
- Marta Díaz Barrera, Consultora de Innovación y Transformación de Talento CEO, Talentoscopio
- Patricia Hernández Álvarez, Profesional de Recursos Humanos
Resumen
El mundo ha cambiado. Las personas tenemos que contribuir a que el entorno prospere y a que el conocimiento, creatividad, tecnología, recursos e innovación se conviertan en piezas clave de la transformación. Las Ciudades Inteligentes necesitan incorporar nuevos perfiles que aporten, maximicen y optimicen los recursos. Vivimos una lucha por conseguir que los mejores talentos trabajen en nuestros proyectos, porque hay ciudades que se están despoblando de talento y otras que se erigen como polos de atracción. ¿Qué perfil será el más solicitado uno de los que más valor aporten al nuevo modelo de Ciudad?. El talento implica tener visión, hacer esfuerzos y sobre todo lograr que las cosas ordinarias, salgan extraordinariamente bien.
Introducción
Como cada mañana cuando suena la alarma del móvil, Paula se levanta con prisas. La lista de las cosas que va a hacer ese día, le viene a la cabeza sin ni siquiera quererlo. Uno de sus propósitos del año era hacer menos listas, pero le resultaba imposible.
Hoy tocaba llevar a los niños al cole, pasar a recoger a los gemelos de la vecina con la que había establecido un turno semanal para cumplir con las eficiencias energéticas y el consumo responsable, como pedían en la televisión últimamente, acercarse al punto de recarga del coche si no quería quedarse tirada, llamar a su padre en algún momento de la mañana, avanzar con el reportaje sobre Ciudades Inteligentes que debía entregar, recordar a los niños que volvieran a casa andando después de clase por los carriles delimitados para escolares (menudo invento esto de pintar carriles como los carriles oficiales para uso de móviles que utilizan a diario los miles de asiáticos adictos al gaming y que no despegan su vista del móvil). ¡Ah! No olvidarse de pedir un duplicado del recibo del IBI y pagar el impuesto de circulación del coche a través de la oficina virtual del Ayuntamiento.
Mientras despertaba a los niños pensaba en la nueva calidad de vida que ofrecen las Ciudades Inteligentes a sus ciudadanos y en todo lo que nos queda por ver y descubrir
. El padre de Paula era del Norte de Europa y desde siempre le había inculcado la importancia de abrirse a ideas nuevas, a evolucionar, a crear para aportar valor, a aceptar otros enfoques y eso precisamente era lo que estaba transmitiendo a sus hijos, Javier y María.
La hora del desayuno era sagrada porque Paula inventaba cada noche un juego relacionado con la tecnología y enfocado a despertar el Talento de los niños. Un juego que les hiciera entender que existen diferentes competencias y habilidades que son necesarias en el mundo actual y sobre todo en las Smart Cities. Un juego que presentaba cosas de la vida diaria para empezar a tomar conciencia de los cambios que nos rodean y de cómo las máquinas modifican por completo la forma en que nos comunicamos y desarrollamos nuestros trabajos. Algo tan inmerso en el mundo de la nueva generación de nativos digitales que a veces ni siquiera se daban cuenta.
Esa mañana el juego era Internet de las Cosas. Javier no paró de hablar sobre las nuevas luces de casa, sobre la alarma que habían instalado hace poco e incluso mencionó la televisión que les habían regalado los Reyes Magos. María, en cambio, se preguntaba si su tableta con la pantalla táctil valdría como ejemplo para ganar puntos en el juego, pero prefirió asegurar y decir en voz alta tres cosas: el GPS del coche con la dirección de casa del abuelo que ella misma había grabado, las pantallas digitales que veía en la calle en su camino al colegio y el botón que tenían en la nevera para pedir pizzas.
Por fin de vuelta en casa, y antes de ponerse a escribir, Paula aprovecha para hablar con uno de los voluntarios que visita a su padre estos días. Debido a sus problemas de movilidad, el anciano cuenta con un sistema de tele asistencia, una realidad que hoy presta servicio ya a 1,3 millones de personas en España. Su propio padre es uno tantos mayores que se beneficia de un sencillo sistema que le permite dar un aviso mediante un dispositivo que lleva en la muñeca de la mano, en forma de pulsera. Además de eso, en su vecindario -uno de los más envejecidos de la ciudad- se ha establecido una red de vecinos, voluntarios y asistentes sanitarios que están pendientes de su padre durante la semana, alertando si hay una emergencia o simplemente algo fuera de lo normal en su rutina diaria. Paula se siente satisfecha con este ‘intercambio de favores’ en temas asistenciales. Le gusta pensar que, mientras ella contribuye llevando a algunos niños al colegio, otras personas le ayudan con su padre cuando ella no puede estar físicamente atendiéndole.
Paula se dispuso a seguir escribiendo su artículo. Leyó despacio la última frase que había dejado preparada y empezó a teclear:
Smart Cities es un concepto ligado a la tecnología que debería asociarse más a innovación. Los ciudadanos demandan un nuevo tipo de servicios que les ayuden, les faciliten la vida y sobre todo que les ahorren tiempo y ello implica recurrir al entorno digital. Si bien muchas de estas nuevas prestaciones que hoy ofrecen las ciudades solo son posibles gracias a la tecnología, también es cierto que el cambio se ha producido en las personas, que existe una mayor conciencia y una nueva sensibilidad hacia la colaboración ciudadana y que se han generado nuevos comportamientos y estilos de vida, poco imaginables hace solo unas décadas. Es precisamente en este ámbito y en cuatro categorías diferenciadas como son el entorno natural, el social, los edificios y construcciones y los servicios públicos y privados, los que permiten tomar conciencia de lo fundamental que es, que surjan nuevos requisitos y competencias profesionales que impulsen el desarrollo. Para que la Ciudad funcione adecuadamente se necesitan buenos Talentos, habilidades técnicas específicas, competencias transversales, una base cultural y una marca de país o de ciudad que atraiga a los mejores
.
En este contexto, ¿cómo podríamos definir el Talento que queremos?
Talento es aquella persona que puede contribuir a que una ciudad y por ende a que un entorno de trabajo prosperen, en un mundo en el que la creatividad, la innovación y el conocimiento son factores clave. Partiendo de esta base, hay dos ejes fundamentales. El primero de ellos consiste en establecer una estrategia de captación y atracción de grandes talentos, que incluya trabajar también sobre la marca ciudad. El segundo eje se centraría en una profunda reflexión sobre competencias y los perfiles a incorporar. Todo con el foco en tecnología, en educación y en el bienestar de los ciudadanos.
¿Cómo será el nuevo habitante que se mueva con éxito en las Smart Cities?
Data Scientist o Científico de Datos
En primer lugar, es un ciudadano capaz de gestionar la gran cantidad de información que hay disponible. No hay más que pensar en cuántos datos manejamos habitualmente y cómo estos van aumentando. En la actualidad se genera una cantidad de información nunca antes conocida, produciéndose en un día lo que antes hubiera llevado años. Y sigue creciendo. ¿Dónde buscará esa información? Pues también en lugares muy variados: aplicaciones para el móvil, redes sociales, web especializadas, objetos interconectados, etc. La lista sería extensa. Ser capaz de encontrar la información disponible, priorizarla, diferenciar la relevante de la accesoria, o no menos importante, saber cuál compartir públicamente y cuál debe mantener privada para no comprometer su vida personal o su seguridad, serán habilidades clave para desenvolverse en este entorno. De nuevo la tecnología nos proporciona una ayuda inestimable para manejar grandes cantidades de información, como el Big Data y el Data Mining (Análisis automático o semi-automático de grandes cantidades de datos para extraer patrones interesantes hasta ese momento desconocidos. Fuente: Wikipedia) pero los individuos deberán acompañar dichas herramientas con su propia capacidad de discernir.
¿Qué competencias busca la ciudad en este nuevo habitante experto en datos?
Conectado y colaborando en Red
Ciudades en Red, sistemas que se inter-relacionan, datos abiertos, información compartida. El ciudadano de las Smart Cities solo estará bien adaptado si lo hace en un modo de cooperación y de aportar valor a la comunidad. Paradójicamente, estos comportamientos de reciprocidad y de networking recuerdan más a la vida en los pueblos y pequeñas comunidades que a esas ciudades modernas llenas de seres distantes, de relaciones impersonales que aparecían en las películas de ciencia ficción del S.XX. El uso de dispositivos móviles hace cada vez más sencillo el participar en decisiones que nos impactan como ciudadanos, favoreciendo ser más proactivo y cooperar en áreas como la movilidad, y la seguridad ciudadana. Ese feedback constante a su vez, ayuda a que sistemas como los de regulación de tráfico o de aparcamiento se actualicen en tiempo real, siendo mucho más útiles para la vida diaria. Esa inteligencia colectiva o capital social puesto a disposición de todos será otra nota común de las Smart Cities. Según IDC, en 2016, el 60% de las Apps móviles estarán basadas en Open Data combinado con información proveniente del Crowdsourcing (contenido formado por contribuciones diversas de una gran cantidad de personas. Fuente: Wikipedia).
Aprendizaje continuo – Lifelong learners
Hace más de 100 años Henry Ford ya aventuraba que aquellos que continúan aprendiendo durante toda la vida se mantienen jóvenes y hoy, no solo la ciencia neurológica le da la razón, sino que en un entorno cambiante, donde más de la mitad de los trabajos habrán desaparecido en 10 años, el gran valor que podemos ofrecer como profesionales es nuestra disposición a aprender y nuestra capacidad de responder al cambio. Pensar que nuestra formación se acaba en la etapa educativa, sería un suicidio profesional, como lo sería ser un sujeto pasivo de aprendizaje, sin tomar realmente la iniciativa, y sin decidir qué conocimientos y habilidades se quieren adquirir. Talento y curiosidad, creatividad y mentes abiertas serán claves en esta nueva sociedad donde el aprendizaje fluye en todas direcciones, no sólo en el esquema tradicional de profesor a alumno sino también a la inversa y en múltiples vías y canales.
La evolución de las Ciudades Inteligentes y la búsqueda de la mejora constante, vendrá marcada por el origen y desarrollo de otras competencias centradas en la era digital y en los grandes avances que vienen de la mano de la tecnología.
STEM Science – Technology – Engineering – Maths
Según el artículo «Mentors Help Create A Sustainable Pipeline For Women In STEM» de B. Marcus publicado en Forbes en marzo de 2014, «las mujeres representan la mitad de la fuerza laboral en América y únicamente un 26% trabajan en STEM».
Economistas y analistas llevan tiempo alertando de la falta de capacidades en este ámbito, no sólo desde un enfoque de género sino también como consecuencia de la educación y formación que recibimos en los centros académicos. ¿Deben las Ciudades Inteligentes actuar sobre esta disciplina para impulsar el aprendizaje de la ingeniería y la ciencia desde otro punto de vista?. ¿Estamos perdiéndonos a la mitad del talento al no prestar atención a los motivos que están alejando a las mujeres del entorno STEM?.
Inteligencia práctica
Una competencia que en el siglo XXI ha pasado a ser considerada como habilidad de supervivencia no solo en el ámbito del trabajo, sino a título personal. Necesitamos personas capaces de adaptarse a las situaciones, personas que vean más allá de la función que estén realizando y que puedan convivir en un escenario de constante cambio. David Autor, profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT), lo ha resumido expresándolo como «la habilidad para responder a situaciones únicas e inesperadas del momento».
Paula hizo una nota en su texto a modo de recordatorio de otras habilidades importantes como las de diseño y las técnicas y siguió escribiendo:
Los nuevos perfiles serán un híbrido entre los especializados técnicamente y los transversales, porque lo importante será no solo tener conocimientos específicos, sino tener visión más amplia y comprender el panorama global.
Se buscarán personas con actitud social, aventurera y creativa, en la medida en que talento y actitud forman un tándem indisoluble. Hay que encontrar perfiles con interés por compartir y colaborar, que además cuenten con una gran cultura social. De hecho, los nuevos patrones que están provocando cambios se centran en estas cualidades y además las integran en un mundo en constante movilidad, globalidad y conectividad. En este sentido, tenemos grandes retos por delante: el acelerado consumo de recursos; la esperanza de vida en aumento; la irrupción de nuevos canales sociales; los plazos burocráticos establecidos para hacer cualquier gestión con la Administración, la convivencia de generaciones en un mismo proyecto. La creación de puestos de trabajo y la metodología de los propios procesos de selección cambiarán y no se centrarán tanto en los portales de empleo clásicos, sino en cómo encaja la persona en el puesto de trabajo. Los millennials (generación de personas que ha nacido entre el año 1985 y el 2000. Caracterizados por estar permanentemente conectados y por querer cambiar el mundo) y centennials (nativos digitales a los que la revista Business Insider considera la Generación que representa la mejor versión de los millennials) están demostrando cómo se puede cambiar la forma en la que se trabaja y en la que se accede al mercado. Fieles defensores de los wearables y de Internet de Todo, en su realidad se unen personas, procesos, datos y cosas, que a fin de cuentas son las que hacen que las conexiones sean más importantes y tengan valor (Internet de las Cosas versus Internet de Todo)
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Paula relee lo que ha escrito y mira el reloj. Se ha pasado el día y ni siquiera ha comido. Los niños están a punto de llegar. Sonrió para sí misma mientras pensaba en los nuevos carriles de educación vial y en la oposición que plantearon los ciudadanos hace un par de años cuando el Ayuntamiento los llevó al Pleno. Fue una iniciativa novedosa, segura y que además permitía a los niños ser más autónomos en el camino de ida y vuelta al colegio o instituto. Hubo que buscar apoyos hasta debajo de las piedras y el de padres y madres de los centros de estudio se convirtió en el detonante clave para seguir avanzando en el desarrollo de las Ciudades Inteligentes.
Javier y María entraron como un torbellino directos a prepararse la merienda. Para los deberes de hoy necesitaban usar su impresora 3D. Tienen que preparar un trabajo sobre energías renovables y discuten sobre si harán un parque eólico o paneles solares como los que tienen en el colegio. Paula y su familia se desenvuelven con éxito en su entorno y continúan adaptándose a lo que está por venir. ¿Estarán preparados el resto de los ciudadanos?
Como ya decía Jane Jacobs en su libro The Death and Life of Great American Cities (1961): Las ciudades tienen la capacidad de proporcionar algo para todos, pero solo cuando y solo porque, están creadas por todos
.
Agradecimientos
A Patricia Pérez Ortega. Co fundadora y CMO de Pulsecurity, por su aportación a la investigación de datos relacionados con la tele asistencia en España.
Referencias
- European Utility Week
- Firstpost.com. Modi’s Smart Cities vision will catalyse new IT-driven jobs
- Forbes.com. Mentors Help Create A Sustainable Pipeline For Women In STEM
- Fortune.com. The New Metropolis: The New Urban Pioneers
- Smartcities.es. Ciberseguridad en la Smart City
- Smart-cities.euroresidentes.com. Una visión crítica sobre las ciudades inteligentes: ¿Acabarán por destruir la democracia?
- Barcelona Smart City