Comunicación presentada al II Congreso Ciudades Inteligentes:
Autores
- Marc Boher, Business Director, Urbiotica
- Tania Josa, Communication Manager, Urbiotica
Resumen
La contaminación acústica se ha convertido en uno de los principales problemas ambientales de las ciudades. El ruido provocado por las zonas de ocio nocturno, el tráfico y las obras, entre otros, afecta a la salud y bienestar de los ciudadanos. Pérdida auditiva, insomnio, estrés y baja productividad son algunos de los efectos perjudiciales en personas expuestas a niveles excesivos de ruido. Se traduce en malestar e insatisfacción de los habitantes y en elevados costes para la sanidad pública. Las Administraciones tienen la necesidad de monitorizar la contaminación acústica para concienciar la ciudadanía y diseñar e implantar planes de acción que la palien.
El caso real de Girona
Hasta hace relativamente poco tiempo no se ha tomado en serio la contaminación acústica como uno de los mayores problemas ambientales de nuestra sociedad. En otros tiempos incluso se veía como algo positivo ya que era sinónimo de modernidad y dinamismo. Para la mayoría, el ruido formaba parte del día a día de la vida social y la actividad económica.
La realidad del presente es que existe una tendencia natural de migración de las zonas rurales hacia las ciudades en las que se ya se aprecia un crecimiento exponencial de personas, actividad, circulación de vehículos, congestiones, y como consecuencia de todo contaminación en diversas formas. Si consideramos que la previsión para el año 2050 es que el 70% de la población global vivirá en áreas urbanas, asegurar un ambiente sostenible tanto económico como social, representa un desafío enorme.
El aumento de la población y de la actividad frenética de nuestras ciudades resulta en un aumento proporcional del ruido generado por el tráfico rodado, aéreo y ferroviario como principal fuente, seguido por la actividad industrial, empresarial y el ocio nocturno.
Si bien es cierto que el umbral de tolerancia sonora varía según la situación, el individuo y la cultura, una encuesta realizada por la “environmental Agency of the CAM” en Francia demostró que las personas expuestas a niveles de ruido superiores 85 dBA incrementaba en un 12% sus problemas cardiovasculares, un 37% los neurológicos y un 10% los problemas digestivos respecto a personas expuestas a niveles inferiores.
Por otro lado, el ruido puede afectar a los individuos de forma distinta en función de sus factores. Según el tipo, la duración, el lugar e incluso el momento en el cual se produce puede molestar, irritar e incomodar, llegando en algunos casos a alterar el estado físico y psicológico de las personas.
La pérdida auditiva temporal, irreversible o progresiva es uno de los efectos físicos descritos y relacionados con la contaminación acústica, además de desórdenes en la presión arterial y el ritmo cardíaco, tensión muscular y trastornos digestivos, entre otros. Asimismo, el ruido a su vez puede acarrear consecuencias psicológicas en los individuos, pudiendo afectar negativamente al estrés, la concentración mental, al aprendizaje y a la productividad de las personas.
Si bien el objetivo final de cualquier ciudad debe ser la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos, los efectos económicos también son considerados y más aun atendiendo a las restricciones presupuestarias que todas las administraciones sufren actualmente. Los costes económicos se reflejan claramente en los precios de las viviendas en zonas con un entorno de contaminación acústica y también se constatan en las bajas laborales y los recursos destinados a sanidad pública derivados de los efectos físicos y psicológicos de la contaminación acústica.
El caso de la monitorización del ruido en la ciudad de Girona mediante sensores inalámbricos
En la ciudad de Girona una de las principales preocupaciones ciudadanas era la contaminación acústica que presentaban algunas áreas de la ciudad por incidir directamente en su calidad de vida. El origen del problema procedía tanto del tráfico y las obras en la vía pública, como de las zonas industriales, la actividad comercial y el ocio. No obstante, la fuente principal del ruido en la ciudad era el tráfico, que incluso llegó a convertirse en un ruido ambiental de fondo. Esta situación derivaba en quejas, denuncias y malestar general de los ciudadanos.
El Ayuntamiento de Girona decidió afrontar esta situación mediante la ejecución del “Programa de vigilancia ambiental”, incluido en el proyecto global “Smart Green” de la Administración local. Una de las actuaciones consistió en la implantación de una red de vigilancia del ruido en la vía pública a través de sensores de ruido inalámbricos instalados en varios puntos de la ciudad para medir la contaminación acústica.
Se escogieron 5 puntos estratégicos de medición donde se instalaron sensores de ruido aptos para medir cualquier fuente de contaminación y que se integraban estéticamente en las farolas existentes. Mediante esta tecnología miden en tiempo real los niveles de contaminación en estas zonas.
Los datos que captan los sensores se traducen en información útil y comprensible que se refleja en la aplicación “Visoracústic”, a través de la que cualquiera puede consultar los niveles de de ruido en cada momento. Mediante la aplicación se puede visualizar la evolución en tiempo real de los indicadores de ruido, percentiles e índices opcionales así como obtener reports generados con distintas periodicidades (diaria, semanal, mensual o anual) y en diversos formatos.
El Ayuntamiento está en proceso de elaboración del plan de acción para la mejora y recuperación de la calidad acústica de Girona. El plan se construye en base a los resultados obtenidos de los sensores y reflejados en los mapas de ruido realizados. Prevé acciones para preservar aquellos lugares que disfrutan de una buena calidad acústica y otras para mejorar la situación de las zonas con niveles altos de contaminación acústica.
Resultados y conclusiones
Gracias a una constante innovación tecnológica, hoy existen los sistemas inteligentes necesarios para la monitorización continua y en tiempo real del ruido en las ciudades. Estos sistemas permiten implementar nuevos modelos de gestión más eficientes y además son viables desde el punto de vista económico, y por ende mejoran la calidad de vida de los ciudadanos, objetivo prioritario de cualquier intervención urbana:
- Transparencia con los ciudadanos. Concienciación y respeto vecinal.
- Disminución de las quejas y denuncias y en consecuencia de las gestiones administrativas vinculadas.
- Reducción de los efectos físicos y psicológicos para contribuir al bienestar y la satisfacción de los ciudadanos.
- Disminuir los efectos económicos que producen las bajas laborales y los gastos en sanidad pública derivados de la contaminación acústica.
Proyecto de Girona: El coste de los sensores inalámbricos es menor al de otros métodos. En nuestro caso, lo más interesante de la red de monitorización es poder disponer de datos en continuo, tanto de día como de noche, más que la precisión en sí.
Nos ha permitido poner de relieve la importancia del vector ruido y visualizar los niveles en continuo en horario nocturno.
Ahora, la red de sensores nos permite controlar la evolución del ruido (momentos pico de tráfico y de actividad en la ciudad) y comprobar qué está pasando ante quejas ciudadanas. El visor público es una forma de facilitar el acceso a la información ambiental a la ciudadanía de Girona y favorecer la transparencia
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‘Testimonio’ de Núria Mayol Ramon del Area de Hacienda y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Girona.
Agradecimientos
Queremos agradecer la colaboración de Núria Mayol Ramón del Ayuntamiento de Girona por compartir su testimonio e información respecto al proyecto de gestión de la contaminación acústica en Girona y por incorporar la tecnología de sensores inalámbricos a su estrategia, como una de las llaves hacia la consecución de ciudades más eficientes y sostenibles.