Comunicación presentada al II Congreso Ciudades Inteligentes:
Autores
- Carlos Martínez Ozcáriz, Técnico proyectos sociales, Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP)
- Paca Tricio Gómez, Directora Gerente, Unión Democrática de Pensionistas y Jubilados de España (UDP)
Resumen
Existen dos grandes redes en nuestro país, nacidas casi a la vez y con filosofías distintas, pero que pueden ser complementarias: La Red de Ciudades Inteligentes y la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores de la OMS (en España). Ambas redes se han extendido desde que nacieron con una rapidez y progresión muy parecidas, llegando a englobar en su seno a un número de municipios casi idéntico. ¿Es posible la existencia de municipios (ciudades, comunidades) inteligentes y amigables con las personas mayores a la vez? ¿Son ambos términos -inteligencia y amigabilidad- excluyentes o posibles y necesarios? El mundo rural, por sus características propias, por su realidad sociodemográfica, por su gran potencial de futuro en nuestro país, ¿podría ser el paradigma que buscamos, aunando el valor de cada una de las redes? ¿Qué se necesitaría para alcanzar este reto?
Palabras clave
Redes, Inteligente, Amigable, Accesible, Mayores, Rural, Conectividad, Derechos, Población
La Ciudad Inteligente
La “ciudad inteligente” a veces también llamada “ciudad eficiente” o “ciudad súper-eficiente”, se refiere a un tipo de desarrollo urbano basado en la sostenibilidad que es capaz de responder adecuadamente a las necesidades básicas de instituciones, empresas, y de los propios habitantes, tanto en el plano económico, como en los aspectos operativos, sociales y ambientales.
Una ciudad o núcleo urbano podría ser tildado como “inteligente” en la medida que las inversiones que se realicen en capital humano (educación en sus diferentes ámbitos), en aspectos sociales, en infraestructuras de energía (electricidad, gas), tecnologías de comunicación (electrónica, Internet) e infraestructuras de transporte, contemplen y promuevan una calidad de vida elevada, un desarrollo económico-ambiental perdurable y sostenible, una gobernanza participativa, una gestión previsora y racional de los recursos naturales, y un buen aprovechamiento del tiempo de sus habitantes.
Las ciudades modernas, basadas en infraestructuras eficientes y durables (de suministros, transportes, servicios y equipamientos públicos, edificaciones productivas y residenciales, etc.) deben orientarse a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, siendo cada vez más eficaces y brindando nuevos y mejores servicios, y a la vez respetando al máximo los aspectos ambientales y el uso prudente de los recursos naturales no renovables.
El concepto de ciudad inteligente o de espacio inteligente, se utiliza también a menudo en marketing por parte de expertos comerciales en complejos urbanos, aunque en muchos casos poniendo énfasis en un solo aspecto, lo que en buena medida traiciona el concepto que se intenta desarrollar, que tiene un importante componente holístico e integral.
Una ciudad o un territorio que se considere inteligente debería manifestarse fundamentalmente por su carácter multifacético:
- en términos de actores,
- respecto a componentes clave (transportes, energía, educación, salud, residuos, vigilancia, economía, etc.),
- y en el desarrollo y uso de tecnologías.
Naturalmente, los principales actores del sector privado implicados en un proyecto de ciudad, territorio, barrio o edificio inteligente, son los industriales y empresarios de sectores clave, como energía, agua, transportes, servicios… así como dirigentes de empresas públicas de telecomunicaciones e infraestructuras, proveedores de logística, de apoyo a la gestión, a la administración y a la consultoría.
Las redes de ciudades en España
El fenómeno de constituir Redes para el trabajo e intercambio conjunto con el fin de conseguir objetivos comunes tiene una importante dimensión en nuestro país. Hay varias Redes de Municipios que han nacido en torno a variados fines: La Red de Ciudades Saludables, la Red de Ciudades por el Clima, la de Ciudades Interculturales, la de Ciudades Participativas, la de Ciudades Educadoras, la de Ciudades y Pueblos Lectores y Escritores, etc. por poner algunos ejemplos.
De ellas, y dado el Congreso en el que estamos participando como organización de personas mayores, vamos a centrarnos en dos: La Red de Ciudades Inteligentes, y la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores.
La Red de Ciudades Inteligentes (RECI)
La Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI) empezó a gestarse en junio de 2011 con la firma del “Manifiesto por las Ciudades Inteligentes. Innovación para el progreso”, cuyo compromiso era crear una red abierta para propiciar el progreso económico, social y empresarial de las ciudades a través de la innovación y el conocimiento, apoyándose en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC). Actualmente la RECI está formada por 65 ciudades (R.E.C.I., 2016).
Misión
La Asociación tiene por objeto la generación de una dinámica entre ciudades con el fin de disponer de una «red Española de ciudades inteligentes», las cuales han de promover la gestión automática y eficiente de las infraestructuras y los servicios urbanos, así como la reducción del gasto público y la mejora de la calidad de los servicios, consiguiendo de este modo atraer la actividad económica y generando progreso.
Grupos de Trabajo:
- Innovación social
- Energía
- Medio ambiente, infraestructuras y habitabilidad
- Movilidad urbana
- Gobierno, economía y negocios
La Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores (OMS-Imserso)
La Red Española de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores (gestionada por el IMSERSO) como Red Nacional, dentro de la Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores de la OMS, nace también en el año 2011. Y también en este recorrido –breve pero intenso- ha alcanzado una dimensión y crecimiento espectacular (en la misma línea que la RECI). Actualmente son 68 municipios los que la integran, habiéndose convertido en la primera Red de la Red Mundial de Ciudades Amigables con las personas Mayores de la OMS, por su dimensión (IMSERSO, 2016).
Hay 13 Ayuntamientos que pertenecen a ambas Redes: Badajoz, Barcelona, Castellón de la Plana, Guadalajara, Madrid, Marbella, Mérida, Palma de Mallorca, Santander, Tarragona, Torrent, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza.
Importancia de la participación
Si hay algún aspecto que otorga valor a la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores es la importancia que la participación de estas tiene en el diseño de toda la estrategia transversal que supone para un municipio su adhesión a esta Red Mundial. Desde el comienzo, la metodología de trabajo marca como imprescindible la participación de nuestro colectivo, no sólo en la primera etapa o fase de diagnóstico del municipio, si no en todas las demás fases (que abarcan 5 años).
La metodología propuesta por la OMS identifica 8 áreas del entorno urbano y social que influyen en la salud y calidad de vida de las personas y que son trabajadas y valoradas en los Grupos Focales, sirviendo de marco para la elaboración del Plan de Acción (O.M.S., 2007):
- Espacios al aire libre y edificios
- Transporte
- Vivienda
- Participación Social
- Respeto e inclusión social
- Trabajo y participación ciudadana
- Comunicación e información
- Apoyo de la Comunidad y servicios sociales y de salud
Ciudades y Comunidades: Inteligentes… ¿Y amigables?
¿Son ambos términos -inteligencia y amigabilidad- excluyentes o posibles y necesarios?
La inteligencia hace referencia a la esfera “racional”, cognitiva, razonadora y resolutiva de problemas. La amigabilidad, sin renunciar a la lógica, nos acerca más a los atributos emocionales de la inteligencia, que tienen que ver con las percepciones, la comunicación y el apoyo. ¿Es posible “conjugar” ambos términos al aplicarlos a un conglomerado complejo como es una ciudad o comunidad de personas?
Entre ambos términos se sitúa otro, que a nuestro entender, enlaza y posibilita ese acercamiento: la accesibilidad. Accesibilidad entendida en su dimensión total, no sólo aplicable a entornos físicos (todos pensamos en la vertiente arquitectónica y urbanística), sino a todos los elementos que componen nuestro hábitat como personas y comunidades, necesitados de elementos materiales, de servicios y de relación.
La accesibilidad es, antes que nada, posibilitadora. Para tener acceso a algo, hay que tener primeramente la posibilidad de acceder a ello. Esa dimensión integral y holística no sólo es aplicable a los ámbitos de actuación o sectores. Antes que nada ha de ser universal, es decir, integral en cuanto que abarque y se extienda a todas las personas, estén donde estén.
Y, ¿dónde “estamos” o habitamos las personas en nuestro país? El ámbito rural
- En ciudades o ámbito urbano: vivimos el 79% de la población en nuestro país
- En municipios intermedios (de 2.000 a 10.000 habs.): el 15%
- En el ámbito rural (núcleos de población inferiores a 2.000 habs.): el 6%
(CSIC – Blog Envejecimiento en red, 2015)
El ámbito rural es con frecuencia el “gran olvidado” en cualquier planteamiento de desarrollo. Pero no hay que olvidar que ese “6%” de población que vive en el ámbito rural supone más de 2,7 millones de personas, de las que 775.000 son personas mayores (más del 9% del total de personas mayores del país).
El ámbito rural, sus municipios, las personas que en él habitan, no son ciudadanos de “segundo orden”, aunque no tengan acceso a numerosos bienes y servicios de los que sí disfrutamos en las ciudades. Sin embargo la importancia del medio rural y su indiscutible aportación al bienestar del conjunto de la ciudadanía se traduce en elementos poco valorados: gestión del territorio, producción de alimentos, cuidado y conservación del medio natural, de su patrimonio cultural y arquitectónico, de su historia y tradiciones, etc. Y todo ello constituye buena parte de nuestra identidad (Foro de Acción Rural, 2015).
El reto: crear sinergias
UDP cree que son de suma importancia las sinergias en todos los procesos de ambas redes. Procesos que tienden al mismo punto: el de hacer ciudades (y comunidades) más habitables de forma racional y sostenible.
No se puede perder de vista que la RECI, por sus características y por los elementos que maneja, está quizás más orientada a ciudades grandes y medianas, con un desarrollo y crecimiento importante. Por el contrario, aunque la Red de Ciudades Amigables acoge a grandes municipios, por su orientación y metodología, puede (y de hecho lo está haciendo ya) realizarse como proyecto en municipios y entidades poblacionales mucho más pequeñas, en las que muchos elementos de ámbito tecnológico y estructural no existen.
Mientras que desde la RECI se postulan soluciones a necesidades y problemas de sus habitantes desde elevados estándares tecnológicos, la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores, en muchas ocasiones, trabaja sobre “lo que hay” en pequeños municipios, a menudo lejanos a estos estándares tecnológicos. Hay numerosos municipios pequeños integrados en esta Red.
Desde UDP se recuerda la importancia que la participación ciudadana (no sólo de técnicos y expertos, también necesaria) debe tener en todos los procesos encaminados al diseño de escenarios de futuro, habitables y participativos. El verdadero valor de cualquier diseño radica en hacerlo nuestro desde el mismo momento en que decidimos crearlo. Y ello sólo es posible mediante la comunicación y el trabajo conjunto de los actores involucrados. Los municipios rurales tienen un papel importante en el Desarrollo Local Participativo, participando en los Grupos de Acción Local, desde los que también se diagnostica y diseñan iniciativas de desarrollo.
El aporte de cada Red
Es difícil abarcar todos los aspectos y ámbitos de una ciudad/comunidad, pero sí es posible aportar, desde diferentes Redes, la especificidad y fortalezas propias para un diseño y construcción social colaborativas.
La Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores puede aportar su valor añadido. Este se “nutre” de elementos significativos e imprescindibles:
- El factor humano
- La participación de los actores
- La metodología de trabajo
La Red de Ciudades Inteligentes trabaja con elementos importantes, de los que podemos aprender, y a los que podemos aportar:
- La tecnología
- El enfoque sostenible
- La eficiencia en los procesos
- La utilidad / usabilidad
Sólo resta una cosa: creer que es posible, quererlo y poner la voluntad para hacerlo realidad.
Algunas personas ven las cosas como son y se preguntan “por qué”. Otras sueñan cosas que nunca fueron y se preguntan “por qué no” (George Bernard Shaw).
Referencias Bibliográficas
- Abellán García et al. Dpto. de Población CSIC, 2015, Pirámide rural
- Foro de Acción Rural –FAR, 2015, Propuestas para los programas electorales (Elecciones generales 2015)
- Organización Mundial de la Salud, 2007, Ciudades Globales Amigables con los Mayores: Una Guía
- Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información. Ministerio de Industria, Energía y Turismo, 2015. Cobertura de Banda ancha en España en el Primer Trimestre de 2015
- Ciudades amigables. Imserso. (8-enero-2016)
- Red Española de Ciudades Inteligentes (15-enero-2016)