Comunicación presentada al IV Congreso Ciudades Inteligentes.
Autora
- Isabel Sierra Navarro, Consultora y Asesora en Tecnología Social y para la Salud, Colegio Ingenieros Industriales de Telecomunicaciones y de Informática de Catalunya
Resumen
Resultados de un estudio sobre aplicación de tecnologías para la salud y calidad de vida en el marco de las ciudades inteligentes. Exposición de metodología y resultados obtenidos, así como tendencias observadas y retos de futuro.
Palabras clave
Salud Urbana, Ciudadanía, Calidad de Vida en la Ciudad
Introducción y contexto
La comunicación que se presenta tiene por objeto dar a conocer los resultados de un estudio realizado durante el año 2017 en el marco del conjunto de Colegios profesionales de Ingenieros de Catalunya (principalmente Industriales, Telecomunicaciones, Informática). El objetivo del estudio fue conocer y analizar la dimensión de la ciudadanía y los servicios que se orientan al bienestar y calidad de vida, en el marco general de la ciudad inteligente. La dimensión tecnológica propia del paradigma de la “smart city” ha ido recientemente ocupando espacio en aquellos ámbitos de las competencias municipales y más allá, en la vida cotidiana de las ciudades. Los aspectos propios del uso individualizado de la tecnología por parte de los consumidores/ciudadanos hacen que sea complicado un acceso a la información que podría derivarse, desde el ámbito público y, en concreto, desde un ayuntamiento, como gobierno principal en una ciudad.
En este contexto, se constituyó un grupo de trabajo liderado por la autora de la comunicación, especializada en los ámbitos de la ciudadanía, la salud y la innovación local. El resto del equipo lo formaron profesionales de la ingeniería de telecomunicaciones, informáticos y profesionales de la salud. Como objetivos iniciales, el grupo se planteó, por un lado, una descripción lo más exhaustiva posible de los ámbitos de intervención en una ciudad, y de acuerdo al desarrollo competencial vigente en España, que afectan en mayor medida a la salud, bienestar y calidad de vida de la ciudadanía. Para determinar este amplio campo de trabajo, nos basamos en trabajos realizados por psicólogos sociales, organizaciones internacionales como la O.M.S, o declaraciones de asociaciones de gobiernos locales. Por otro lado, se buscó identificar las principales tendencias, oportunidades y dificultades para un mayor y más efectivo desarrollo de estos ámbitos en la lógica y paradigma de las ciudades inteligentes.
Otro punto de partida, en tanto a conocimiento sobre las ciudades inteligentes, fue asimismo la previa participación de la autora en la elaboración de la norma AEN/CTN 178 de Ciudades Inteligentes, promovida por la Secretaria de Estado de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información en 2012 y secundada por la Federación de Municipios de España con su norma UNE 66182 “Guía para la evaluación integral del gobierno municipal”. La norma, publicada en 2015, está vinculada con la ISO/JTC1/WG 11 Ciudades inteligentes, a nivel internacional. Durante el proceso de elaboración de la norma, se propuso y promovió que las áreas de servicio y atención a las personas fuesen consideradas como parte del esquema general. La intención de los autores, en ese momento, era poder recoger las iniciativas que sí se habían dado, desde ciudades grandes o medianas, para poder ir dando la posibilidad de que se fuesen extendiendo las iniciativas, como así ha ido sucediendo, aunque de forma tímida. Este ha sido uno de los retos más considerables en el planteamiento del estudio: el de determinar el perímetro conceptual y operativo de la “calidad de vida” centrada en las personas, en su salud y dimensión ciudadana.
Organización del estudio
Antecedentes
CTN 178 Ciudades Inteligentes
En el contexto de la Norma, se hizo imprescindible destacar dos núcleos de atención: los servicios directamente relacionados con el bienestar y salud de las personas, por un lado, los sistemas de participación ciudadana y buen gobierno, por otro, y una tercera corona formada por aquellos ámbitos más globales que también afectan de forma indirecta a la calidad de vida en la ciudad. Destacamos, así, como núcleo central:
- La protección de la salubridad pública
- La participación en la gestión de la atención primaria de salud
- La prestación de los servicios sociales y de promoción y reinserción social
- La participación en la programación de la enseñanza y cooperación con la administración educativa (autonómica) en la creación, construcción y sostenimiento de los centros docentes públicos.
Una segunda corona estaría relacionada con la posibilidad de la ciudadanía en participar en los diferentes asuntos que les atañen, a nivel individual o colectivo y que tengan efectos sobre la gobernanza de su municipio:
- La administración electrónica
- La promoción de espacios y sistemas de participación ciudadana
En tercer lugar, otro ámbito que afecta a la calidad de vida humana en las ciudades estaría conformado por:
- La planificación urbanística
- La protección del medio ambiente
- El suministro de agua y alumbrado. Servicios de limpieza y tratamiento de residuos
- El transporte público de viajeros
Ciudades saludables y atención a los Determinantes de la Salud (OMS)
Según el paradigma de los Determinantes de la Salud, propuesto por la Organización Mundial de la Salud y resumido en esta imagen, todos los factores anteriormente mencionados son objeto de atención para conseguir entornos más saludables y más adaptados a las necesidades humanas en las ciudades. (OMS, Comisión sobre determinantes sociales de la salud, 2009).
Ediciones Congresos Internacionales Smart Cities Barcelona
En la tercera edición del Congreso de Barcelona ya se habían añadido iniciativas interesantes sobre la calidad de vida de la ciudadanía. Destacaríamos, por ejemplo: envejecimiento activo, e-Salud y calidad de vida, tecnología cívica y e-learning. Asimismo, se consultó las presentaciones en otros Congresos, Jornadas y Seminarios entre los años 2014 y 2017, y publicaciones relacionadas con las ciudades inteligentes.
Metodología
El estudio se llevó a cabo entre Febrero y Diciembre de 2017, y se compuso de cuatro metodologías:
- Análisis documental
- Redacción cruzada y revisión experta
- Entrevistas a expertos/as
- Grupo focal
La primera y segunda metodología fueron realizadas íntegramente por todos los miembros del equipo, mientras que la tercera y cuarta fue dirigida y realizada por dos expertas en entrevista en profundidad y técnicas cualitativas de investigación. En cuanto a las fases de desarrollo del estudio, se inició un primer análisis documental, para seguir con un trabajo de consenso del propio equipo respecto a las dimensiones y estructura del documento síntesis del estudio. En la redacción de los temas identificados se optó por definir parejas de redactores/as que escribían de forma coordinada y, posteriormente, revisiones por parte de otro miembro del equipo, procurando un equilibrio entre los profesionales de lo social y la salud y aquellos especializados en tecnologías. En tercer lugar, se organizaron las entrevistas a 16 expertos/as en base a un guión previamente establecido, aunque en la entrevista podían recogerse aspectos añadidos y sugerencias de forma abierta. Se procuró la representatividad de las personas entrevistadas: universidad y empresa; sanitarios, gestores y programadores; asociaciones de usuarios/as y especialistas en marketing tecnológico.
Finalmente, el grupo focal se realizó en dos sesiones de trabajo de dos horas cada una, tomando como base un Guión predeterminado en base a los puntos en común y los diferentes recogidos en las entrevistas, así como aquellos que podían generar más controversia o aportar soluciones. Los temas identificados para las discusiones del grupo fueron:
- segmentación vertical: salud y bienestar (en el hogar, barrio, ciudad, centro de atención, hospital o residencia)
- ecosistemas de colaboración en cada caso: agentes vinculados, circuitos de comunicación, tecnologías útiles
- la participación directa de los usuarios en el diseño y producción de tecnología
- cómo vincular la producción tecnológica a procesos de detección de necesidades y mejora continua
- la calidad de los productos: información válida, accesibilidad, formatos
- seguridad de los datos: control sobre el uso privado y público
- plataformas de apoyo y financiación para los profesionales innovadores
- nueva formación interdisciplinar e investigación aplicada
La información generada por las entrevistas se volcó en un cuadro de contenidos, en base a las categorías estudiadas, el grado de consenso, el nivel de dispersión y, finalmente, destacando los principales retos, por un lado, y oportunidades, por otro, siempre en cuanto al desarrollo de las tecnologías para la mejora de las condiciones de vida, la salud y el bienestar de las personas en sus ciudades. Es importante señalar que el propio trabajo de grupo entre especialidades tan dispares fue un aprendizaje en sí mismo, característico de los procesos creativos e innovadores que requieren elevado nivel de conocimiento, pero también una actitud abierta y dispuesta a la exploración de los límites de las propias creencias profesionales.
Principales resultados
Se presentan los resultados descriptivos del análisis de iniciativas y propuestas ya existentes que están vinculadas a una estrategia inteligente en la ciudad, para continuar con los resultados cualitativos obtenidos a partir de las entrevistas individuales, el grupo focal y la triangulación de la información respecto a retos y nuevas necesidades.
Estos ámbitos fueron ajustados a las áreas de responsabilidad municipal más habituales, con la intención de facilitar la lectura de los resultados e incorporar así, de forma más directa, líneas de actuación. La inclusión en uno u otro ámbito se hizo en función de la existencia de iniciativas tecnológicas existentes que, por su extensión y variedad, no pueden describirse aquí. Si sirve, en cambio, para observar, de forma panorámica y adaptada a la realidad local, cuál es el desarrollo de las tecnologías en el sector de la calidad de vida en las ciudades.
- El medio ambiente y la naturaleza
- El espacio público, entorno urbano y vivienda
- La salud pública y la ciudad saludable
- El conocimiento, educación y cultura
- La vida social en la ciudad, interacción y participación
A esta información añadiremos algunas consideraciones de interés. En primer lugar, se han incluido categorías que confluyen a partir de diversas orientaciones teóricas y políticas sectoriales, como es el caso de la Ciudad Saludable. Según la definición de la OMS, sería aquella ciudad que facilita un entorno y unas condiciones de vida adecuadas para el desarrollo pleno de la capacidad de salud de todas las personas que la habitan. (WHO, Shangai, 2016). También se tuvo en consideración la definición de Ciudades amigas de las personas mayores y de la infancia, en tanto que son iniciativas que han estudiado, desde instancias internacionales (ONU) aquellas condiciones comunes del entorno urbano que favorecen más a las necesidades de las personas.
Esta consideración es bastante interesante desde el momento en que las normas y estrategias inteligentes en las ciudades han de confluir, necesariamente, en las disposiciones y tendencias técnico-políticas internacionales que acaban siendo coincidentes en gran medida, por suerte. En ese sentido, las condiciones básicas para la supervivencia no deben olvidarse en las sociedades occidentales en las que se han ido construyendo con los siglos otro tipo de necesidades sociales, culturales y de convivencia. Ambas dimensiones, a la que añadimos en el pasado siglo la de ciudadanía y participación política, constituyen los tres ejes básicos sobre los que las tecnologías pivotan en mayor o menor medida en la actualidad.
Un segundo aspecto a resaltar, a partir de los datos analizados, es la relación entre desarrollo inteligente y el tamaño de la ciudad que tiene, a su vez, asociado el de la estructura municipal. Se ha observado que, en Catalunya, las ciudades grandes como han avanzado considerablemente en el desarrollo de estrategias inteligentes, en mayor medida en cuanto a aspectos de sostenibilidad medioambiental y gestión interna, es cierto, pero también ha pesado considerablemente el hecho de disponer de sistemas de participación ciudadana consolidados, con grupos sociales activos y que han adoptado con facilidad las tecnologías para extender y promover su implicación con las políticas locales. En cambio, en ciudades pequeñas, los cambios han sido más discretos, con tres tipos de motivos bastante comunes:
- temor a que la transformación digital sea muy costosa (tienen presupuestos pequeños y otras prioridades)
- temor a que los técnicos y políticos no se adapten a los cambios (poco personal y no siempre polivalente)
- resistencia a modificar la relación con los vecinos que suele ser directa y próxima
En tercer lugar, también se han observado diferencias sustanciales en el uso de las tecnologías según el perfil y estructura de la población. En aquellas ciudades o barrios, en los que predomina población menor a 45 años la propuesta del uso de tecnología por parte del ayuntamiento es mejor acogida. Si bien parece obvio por la mayor familiarización con las tecnologías de la población más joven, también ha de tenerse en cuenta que la oferta (en cuanto a temática, diseño y tipo de producto) suele estar dirigido precisamente a este tipo de personas. En el caso de que se intente incorporar a sectores de población de mayor edad, los aspectos que tienen mayor receptividad son los referidos a información sobre transportes, atención a domicilio y contacto con los profesionales sanitarios. En este sentido, es interesante resaltar que la detección de necesidades específicas emerge como una de las principales variables a tener en cuenta para un proyecto de digitalización en la ciudad que sea inclusivo y extensivo, es decir, que incluya al máximo de la población y se ajuste a las particularidades de cada colectivo.
Tendencias y retos de futuro
Se acaban de señalar algunas conclusiones parciales en relación al uso de las tecnologías en las ciudades, según perfil poblacional y estructura municipal. Sería necesario desarrollar un estudio más extenso y profundo para corroborar estas impresiones, introduciendo más variables que reflejen la complejidad y diversidad de situaciones en nuestras ciudades. Seguidamente, se presentan las principales reflexiones y propuestas derivadas de las entrevistas con expertos/as y grupos focales. Interesa especialmente destacar aquellos aspectos que se han identificado de forma común, por la validez que ello representa, aunque un análisis pormenorizado ofrecerá luz sobre las diferencias de opinión y sus bases.
Tendencias observadas
- El desarrollo de la tecnología aplicada a la salud y bienestar de las personas es ascendente y constante, en tanto que las necesidades del sector sanitario respecto a precisión, mejora en la gestión y organización y también relación con los pacientes están basados en un paradigma de mejora continua que no tiene vuelta atrás.
- Las tecnologías relacionadas con el ser humano su cuerpo y su mente- tienen tendencia a crecer, ya que facilitan la personalización, la seguridad en sistemas de acceso y cifrado y ahorran muchos problemas de confidencialidad y uso de servicios digitales. En las ciudades, estos sistemas serán cada vez más utilizados y pueden sustituir otros sistemas de identificación personal.
- La inteligencia artificial puede aportar mucho a la salud y atención a las personas desde el momento en que facilita conexiones directas y muy precisas, basadas en el funcionamiento humano. Su capacidad para ofrecer formas de equilibrar las desigualdades naturales entre personas para la vida cotidiana es muy valorable en un contexto de equidad en los servicios y accesibilidad.
- Las condiciones de vida de las personas en sus entornos cotidianos pueden ser mejoradas mediante soluciones tecnológicas que detecten problemas, den avisos, los solucionen directamente. Internet de las cosas, en el contexto próximo -el hogar, la escuela, el entorno de trabajo- puede mejorar mucho la adaptación a realidades específicas de las personas, facilitar tareas y mejorar rendimiento y autonomía personal, en general.
- Una ciudad inteligente que cuente con sus ciudadanos tiene más oportunidades para ser eficiente y estar adaptada a las necesidades de éstos. El ciudadano puede ser un aliado del gobierno en el desarrollo de políticas locales, modificando así su rol: de votante a partícipe de las soluciones. También puede actuar como promotor de nuevas iniciativas, de forma individual o colectiva, que reviertan en beneficio común. Y puede actuar como agente activo en la evolución de la ciudad, su entorno y su población, aumentando el sentido de pertenencia, de responsabilidad y de cuidado de la ciudad.
- La generación de información por parte del ciudadano ha de ser utilizada mediante la gestión de Big Data de forma que puedan realizarse predicciones, estudios y facilitar, en definitiva, la innovación y adaptación continua a la ciudadanía. El equilibrio en este desarrollo, en todas las áreas de gobierno, es imprescindible si la organización ha de ser inteligente de verdad.
Retos de futuro
- La seguridad de la información en las soluciones tecnológicas es uno de los elementos más determinantes para que su uso sea generalizado y aceptado, tanto por parte de los profesionales, como de los investigadores y los pacientes.
- Todo producto tecnológico orientado a la salud o bienestar de las personas debe contar con estudios de necesidades y características poblacionales previos. La adaptación y accesibilidad son claves en el éxito de la familiarización y uso satisfactorio. Es importante estudiar la escalabilidad de las soluciones y atención a minorías.
- Para el desarrollo de soluciones bien orientadas es importante impulsar y dar soporte a iniciativas de grupos de profesionales sociales o de la salud que no disponen de conocimientos tecnológicos ni capacidad de creación de empresas, desarrollo de productos y financiación. Hay ideas pero no todas llegan a buen puerto.
- La vinculación entre la universidad, las empresas y los usuarios es una estrategia de éxito en este sector. El análisis de mercado tradicional no contempla la diversidad y particularidad de las soluciones requeridas y es importante desarrollar investigación aplicada de forma sostenida para que la inversión sea correspondida. La docencia ha de incorporar, en los campos técnicos y científicos implicados, conocimiento de los otros, de forma que el lenguaje común se favorezca y se capacite a profesionales mixtos ya orientados al sector.
- Es necesario que la tecnología aplicada a la salud y bienestar siga un ciclo de calidad que incluya, además del estudio de necesidades, un sistema de evaluación de resultados e impacto sobre las personas. No toda idea es válida o consecuente con los objetivos de salud que deben sustentarla, por mucho que resulte rentable o atractiva (por ejemplo, los wearables para medir actividad física que incluyen parámetros estándar que no siempre son adecuados para cualquier tipo de persona).
- La digitalización de los servicios y entornos que afectan a la salud y calidad de vida de las personas es un proceso ya iniciado en el ámbito sanitario, pero todavía necesita un impulso claro en el nivel de la salud pública o ámbito local. La conexión entre ambos niveles sería el objetivo idóneo para ofrecer un sistema de salud y bienestar realmente efectivo, con el ciudadano en el centro de las decisiones y gestión de su salud.
Agradecimientos
El agradecimiento de la autora y sus colaboradores a la asociación de Colegios de Ingenieros de Catalunya por ofrecer la posibilidad de realizar el estudio al que se refiere la comunicación, a los expertos y expertas consultados y a los ayuntamientos participantes en los grupos de debate.
Referencias
- Drexel University Urban Health Collaborative, http://drexel.edu/uhc/urban-health/overview/
- Gobierno de España. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Ciudades amigas de las personas mayores
- http://www.ciudadesamigables.imserso.es/imserso_01/ciudades_amigables/index.htm
- Ciudades amigas de la infancia http://ciudadesamigas.org/
- WHO Comisión determinantes de la salud. http://www.who.int/social_determinants/thecommission/finalreport/es/
- WHO, Shanghai 2016 Healthy cities
- http://www.who.int/healthpromotion/conferences/9gchp/healthy-city-pledge/es