Comunicación presentada al VI Congreso Ciudades Inteligentes
Autor
Jordi Reynés, Director de la Red de Ateneos de fabricación digital, Ajuntament de Barcelona
Resumen
Los Ateneos de Fabricación digital son espacios abiertos a la ciudadanía que muestran cómo la tecnología puede mejorar nuestro entorno más próximo y nuestra calidad de vida. Funcionan bajo el principio de compartir y proporcionar soluciones colectivas a problemas locales concretos, con una gran capacidad de innovación social.
Durante la crisis sanitaria del COVID 19, los Ateneos han sido considerados un servicio esencial, pasando de ser un espacio de divulgación a un servicio productivo de fabricación digital. Se produjeron equipos de protección personal basados en diseños de código abierto que abastecieron rápidamente a todos los hospitales locales. La industria 4.0 y la ciudadanía han sido la clave para crear una solución justa para afrontar un reto global.
Palabras clave
Ateneos de Fabricación Digital, Tecnología, Innovación Social, Barcelona, Retos urbanos, Soluciones colectivas, Industria 4.0, Participación ciudadana
Introducción
La generalización de las tecnologías y plataformas digitales supone una revolución socioeconómica de gran calado donde los nuevos modelos de negocio, las ciudades inteligentes o el empoderamiento ciudadano son sólo la punta del iceberg de una transformación comparable a la que originó la imprenta, aunque a una velocidad mucho mayor.
Uno de los cambios que de manera silenciosa y paulatina se está introduciendo en nuestras ciudades es el concepto de Fabricación Urbana que sustituye al modelo de externalización de la fabricación imperante durante los últimos 30 años. Este nuevo modelo se ve impulsado por la confluencia de las tres caras de un prisma con una base común de tecnología digital. En una cara, la administración impulsa ciudades más homogéneas, humanas, creativas, de bajo consumo y que integran la fabricación en el tejido urbano. La segunda cara la protagoniza la iniciativa privada que crea empresas flexibles, adaptables, y dotadas de una visión internacional que logran la economía de escala mediante la cooperación en red. Y en la tercera cara del prisma aparece la sociedad que exige hoy productos de mayor duración y personalización, bajo formatos de conocimiento abierto, con trazabilidad, y con la posibilidad de participar en su diseño, fabricación y reciclaje en un entorno cercano a su domicilio. Tres ejemplos que ilustran el advenimiento de este modelo son la Urban Manufacturing Alliance (UMA) en los EUA, el auge de la impresión 3D liderado desde la academia (FAbLab Network) y la iniciativa privada, y el movimiento MAKER y DIY de la sociedad civil.
El modelo de Barcelona: Los Ateneos de Fabricación Digital
Siguiendo esta tendencia, el gobierno de la ciudad optó por dinamizar el proceso de introducción de la fabricación digital en la ciudad. Tras una primera fase en la que la referencia era el propio FabLab privado, la sedimentación del concepto y su adaptación a un enfoque de gestión pública ha llevado al concepto del Ateneo de Fabricación. Centro de difusión cultural, lugar de encuentro para debatir, para conocer, para estar, para la transformación social. Se prevé ir desplegando un Ateneo de fabricación en cada distrito para tejer progresivamente una red diversa de nodos que compartan principios y funciones generales pero que realizan funciones específicas complementarias.
Los Ateneos de fabricación digital son espacios públicos impulsados por el Ayuntamiento de Barcelona y abiertos a toda la ciudadanía, donde puedes aprender y experimentar en el mundo de la fabricación digital. Disponen de máquinas y personal calificado para capacitar, dar soporte a proyectos y acoger actividades en base a la economía social y solidaria, en la cual compartir es el modelo. Este se centra más en el uso que en la propiedad, porque compartir es un modelo de negocio, un modelo de ciudad y una forma de vivir. Los ateneos de fabricación funcionan a partir de la contraprestación, que es el retorno no económico que toda persona, que utiliza los recursos del ateneo hace, a manera de canje de bienes por bienes, sin la intervención de dinero.
Actualmente se cuenta con 6 Ateneos distribuidos en 5 de los 10 distritos de la ciudad (figura 1).
Nuestros objetivos son:
- Acercar la tecnología, la ciencia y el diseño de la fabricación digital y sus aplicaciones a toda la ciudadanía, en especial a la infancia y a la juventud.
- Fomentar actividades y proyectos para mejorar la sociedad utilizando nuevos modelos de organización y aprendizaje abiertos y en red.
- Formar las personas en el uso de la tecnología de la fabricación digital (máquinas y programas), a través de las capacitaciones.
- Dar soporte a los proyectos de emprendimiento, para la creación de empresas, cooperativas y otras iniciativas que generen puestos de trabajo.
- Posibilitar recursos, buscar sinergias y crear conexiones entre empresas, instituciones, comunidades y personas.
Los programas de los Ateneos de Fabricación van dirigidos a fomentar e impulsar la innovación social ciudadana. Se pretende, que sean los ciudadanos y las ciudadanas quienes utilicen estos servicios, donde hay herramientas y recursos, para trabajar en red y proponer proyectos que mejoren el entorno más próximo. Los centros escolares, las familias y los agentes innovadores de la ciudad son los colectivos preferentes con los que trabajar y ofrecer estos espacios de aprendizaje, formación y desarrollo de su talento.
Los 3 programas:
- Programa pedagógico que se trabaja juntamente con el Consorcio de Educación de Barcelona y que se dirige al sector educativo: profesorado y alumnado. Las actividades giran alrededor de la formación del profesorado y de proyectos que proponga cada centro escolar.
- Programa de innovación social, para toda persona que quiera llevar adelante un proyecto propio o quiera aprender qué es la fabricación digital.
- Programa familias que ofrece actividades tecnosociales abiertas a la ciudadanía. Se articula a través de las contraprestaciones y se concreta en actividades propuestas por la misma ciudadanía, en los periodos festivos de invierno y verano, así como en fines de semana.
Entre las funciones generales destacan la educación, la integración y la cohesión social, así como la generación de oportunidades laborales. El modelo de Ateneo de Fabricación de Barcelona se concibe como un instrumento de innovación social, y con esta finalidad, parte no tanto de lo que las nuevas tecnologías permiten, sino de las necesidades de la comunidad que lo acoge.
Lo que realmente puede hacer singular cada Ateneo de fabricación será su capacidad de formular soluciones, oportunidades y mejoras para la comunidad, no su equipamiento. Así, el foco no es la tecnología digital, que como le corresponde toma un papel clave, pero instrumental, sino su función de transformación social con énfasis en la capacitación de las personas, el emprendimiento y la innovación colaborativa aplicada a la resolución de problemas reales.
Para ello, la participación de la ciudadanía en la definición y gestión de los Ateneos será clave en el éxito de la iniciativa. El modelo de gestión busca partenariado entre la iniciativa pública y la privada -incluyendo el asociacionismo- acercándose más al del equipamiento cultural que trabaja en las fronteras de la experimentación con vocación comunitaria, que al de organizaciones clásicas de I+D, a menudo alejadas de la realidad social. Este planteamiento de gestión impide un modelo homogéneo, pues la realidad organizativa, contenidos y gestión dependerá del sustrato y necesidades existentes en cada barrio.
Los Ateneos de fabricación pretenden ser un elemento clave de la ciudad inteligente. El Ateneo busca dotar de contenido a la ciudadanía consumidora para que también sea creadora, productora, emprendedora… El Ateneo quiere ser un espacio ejemplar y a la vez experimental, que vaya definiendo esta realidad novedosa, consolidando una red de espacios públicos del S. XXI. En este proyecto participan asociaciones socioculturales, entidades sociales, fundaciones, universidades, escuelas de diseño, empresas medioambientales, La comunidad maker, el Consorcio de Educación de Barcelona, la empresa pública de promoción económica Barcelona Activa, etc. Es decir, todo un conjunto de entidades del mundo académico, asociativo e institucional, que pretenden garantizar el éxito de este proyecto. Los Ateneos de fabricación, sitúan su actuación en la comunidad educativa, con la intención de divulgar el fenómeno de la fabricación digital, al mismo tiempo que pretenden generar inquietudes entre niños y adolescentes, y generar oportunidades a través de actividades educativas integrales en secundaria, bachillerato y formación profesional. También quieren dotar, los proyectos que se presenten en este campo, de recursos tangibles (espacios, equipos, programas…), para poder desarrollarlos. Y siempre en un marco de actuación en el que las relaciones que se establezcan entre grupos, colectivos y personas individuales sean el motor de aprendizaje y transformación.
Por último, los Ateneos se muestran como un instrumento capaz de transformar en la práctica la vida de los vecinos, en temas tan básicos como la pobreza energética, el acceso a la salud, la ropa y el calzado, la reparación de objetos y productos, la autoproducción de alimentos o el empoderamiento artístico y cultural. Estos productos y servicios deben ser generados por las personas formadas bajo el primer eje, dando lugar a oportunidades de empleo y la disminución del fracaso escolar.
La fabricación digital puede ser un estímulo de transformación urbana desde dentro, y para dentro. En lugar de pensar que la transformación de la ciudad se genera a través de generar nuevos contextos de infraestructuras y megaeventos, el empoderamiento digital permite una participación creativa en la generación de comunidades locales sostenibles. Sin demasiados referentes, Barcelona ha iniciado este camino con todas las incertidumbres de lo desconocido, pero también con sus oportunidades, buscando como ha hecho ya otras veces un modelo propio que mejore la vida de la ciudadanía.
El proyecto
El mundo está enfrentándose a una crisis sanitaria con un impacto social y económico sin precedentes. Las ciudades y pueblos están al frente de la lucha contra la pandemia, puesto que se encuentran en la primera línea de acción y en contacto directo con los ciudadanos. Barcelona, como otras muchas ciudades, ha tenido que ponerse a trabajar para ayudar al sistema sanitario a allanar la curva del contagio.
Afortunadamente la ciudad hace tiempo, que tomo un camino, donde la innovación digital y la participación ciudadana son claves para intentar superar los retos que tiene, y más todavía, para garantizar que la ciudad no se pare. A medida que la ciudad entraba en confinamiento, el Ayuntamiento tenía que decidir cómo mantener su actividad con los funcionarios públicos trabajando desde su casa, y qué servicios públicos tenían que ser considerados esenciales para desarrollar su trabajo presencialmente. Uno de estos servicios esenciales fueron los Ateneos de fabricación digital.
Ateneos de fabricación, innovación digital y social frente al Covid-19
El equipo de personas trabajadoras de la Red de Ateneos de Fabricación partía de hacer su trabajo desde un espacio de proximidad, situado en los barrios, un espacio de divulgación de la fabricación digital, que trabaja por la inclusión digital, intentando capacitar a una sociedad para que sea competente ante el reto que tenemos ya aquí, luchando contra la brecha digital en contacto con centros escolares, entidades asociativas, personas emprendedoras, empresas, instituciones, personas individuales… y se terminaron reconvirtiéndose en un servicio productivo de fabricación digital.
Los Ateneos de fabricación empezaron a trabajar a finales de Marzo, poniendo a disposición treinta y una impresoras 3D, seis cortadoras láser y un equipo de veinticinco personas para dotar al personal que estaba trabajando en primera línea hospitales, residencias, servicios de atención domiciliaria, centros de servicios sociales, centros de acogida, servicios de apoyo, etc. de equipos de protección personal basados en diseños de código abierto.
Aunque los Ateneos de fabricación no han trabajado por su cuenta, han trabajado de la mano del movimiento ciudadano espontáneo autodenominado Coronavirus Makers. Este grupo de colaboradores voluntarios pasó de tener en un primer momento unas 30 personas, a tener al finalizar el mes de marzo más de 3.000 personas en Catalunya y más de 15.000 en todo el Estado Español. Este grupo incluye a makers individuales, pero también médicos, ingenieros, conductores, empresarios, profesores, que se organizaron para dar respuesta a la pandemia. La mayoría ha contribuido desde su casa, produciendo equipos de protección, con sus impresoras 3D personales.
Con el rápido crecimiento del movimiento se crearon varios nodos de coordinación, donde los makers enviaban los materiales que producían en sus casas. En estos nodos los materiales eran montados, desinfectados y envasados para su transporte. Uno de estos nodos fue el Ateneo de fabricación del Parque Tecnológico que se usó como centro logístico dónde se recibía, manufacturaba y repartía toda la producción del resto de Ateneos de fabricación.
Para poder hacer frente., rápida y eficientemente a esta nueva situación, se reestructuraron las funciones de cada persona trabajadora de los diferentes Ateneos, en comisiones de trabajo transversales para toda la red (figura 2).
Para asegurar una mejor distribución de equipos en los hospitales, los Ateneos de Fabricación y Coronavirus Makers, es decir la ciudadanía, funcionaron con una lista compartida de demandas y de distribuciones. El primer lote de equipos se libró en los hospitales a finales de marzo, cuando aún estaban los gobiernos nacionales y regionales hablando de a quién comprarían los aparatos de protección y como lo distribuirían. La sociedad civil y la red de Ateneos a su lado ya estaban actuando. A finales del mes de abril, se había cubierto conjuntamente, la demanda de equipos de protección, en todos los hospitales de la ciudad y el área metropolitana.
La rápida coordinación con la ciudadanía permitió, una vez aprobada su apertura como servicio esencial por las administraciones competentes y reestructurado el servicio y tareas de las personas trabajadoras en menos de una semana de margen, poder integrar-se en el engranaje creado por la misma comunidad como un nodo más, pero con una alta capacidad de producción y de aportación de recursos tanto materiales como humanos.
La evolución de la actividad de la red de ateneos respeto los ritmos y decisiones de la ciudadanía organizada en el movimiento Coronavirus Makers, a lo largo de los primeros 80 días desde la declaración del estado de alarma, como se puede observar en la figura 3.
LEYENDA DE LA FIGURA 3:
- Creación de Coronavirus Makers y presentación de la propuesta de los Ateneos de Fabricación. 2) Aprobación del plan de acción de la red de Ateneos. 3) Reestructuración de las tareas de las personas trabajadoras y reconversión del servicio de la Red de Ateneos. 4) Producción de elementos de protección y coordinación con los nodos ciudadanos para la distribución equitativa de estos recursos. 5) Se cubre la demanda de centros hospitalarios y de salud y se empiezan a cubrir los servicios municipales. 6) Recopilación de la experiencia y conclusiones.
La producción de Elementos de Protección Individual y de prevención después de 80 días de producción fue:
- Pantallas de protección facial 19.000 unidades
- Abre puertas 5.000 unidades
- Protectores de oreja 6.000 unidades
- Mamparas separadoras 100 unidades
Conclusiones
Se ha podido constatar que, los Ateneos de fabricación tienen una fuerte capacidad de innovación social. Han sido capaces de transformar su entorno, aportando a través de la tecnología, soluciones viables. Estos servicios funcionan bajo el principio de compartir y proporcionar soluciones colectivas a problemas locales concretos. Este enfoque, que está estrechamente alineado con la participación ciudadana y con la respuesta solidaria de los Coronavirus Makers, ha mostrado altos niveles de resiliencia e inventiva durante la gestión local de esta crisis global.
La colaboración entre la comunidad maker y los Ateneos ha estado muy eficaz para dar respuesta a la escasez local de material sanitario. El éxito del acuerdo entre ciudadanía e institución, es el resultado de pensar con una lógica de colaboración público-comunitaria desde hace ya mucho tiempo. El proyecto de Ateneos no se ha construido solamente desde el Ayuntamiento, sino que desde el momento inicial, se ha contado con el conocimiento del mundo académico, del empresarial y de la ciudadanía, a través de diversos agentes que han intervenido en la construcción del relato. Y esto es ejemplo de lo que se quiere dar a entender, cuando hablamos de innovación social y de participación ciudadana.
Los Ateneos han sido constructores de puentes con un pie en la comunidad y otro en la administración pública. La institución por su parte, ha sido absolutamente respetuosa con la estructura en red horizontal que se planteaba y ha sabido interpretar el espíritu del movimiento ciudadano.
Todo ello ha sido una demostración que la innovación digital es una muy buena herramienta de innovación social que transforma el entorno, ayudando a resolver necesidades a través de la tecnología.
Los Ateneos de fabricación han sido un ejemplo de buena práctica institucional, a sabiendas de reaccionar, saber estar y siendo siempre propositivos.
Lecciones aprendidas
- En primer lugar, la innovación digital puede dar soluciones rápidas e innovadoras para necesidades locales inmediatas. La respuesta a la escasez de equipos de protección fue ágil y así se demostró.
- Una segunda lección, las inversiones no se tienen que limitar a centros de investigación de alto perfil de alcance internacional, también tienen que incluir servicios como los Ateneos de fabricación digital, abiertos a todo el mundo y conectados con las necesidades y los intereses de las comunidades locales. Espacios para luchar contra la brecha digital, introduciendo a las personas en el mundo de la industria 4.0.
- En tercer lugar, la crisis del coronavirus está demostrando que los sectores de la innovación digital y social tendrán una relevancia especial para gestionar tanto los impactos inmediatos de los retos mundiales en las ciudades como sus consecuencias socioeconómicas a largo plazo.
- Una última lección que hemos aprendido, las instituciones de la ciudad y la ciudadanía son claves para generar el impulso de fondo y la solidaridad necesarios para la creación de soluciones conjuntas y justas a nuestros retos globales.
Agradecimientos
Al colectivo Coronavirus Makers Catalunya, a la Escola d’Art i Superior de Disseny Llotja Sant Andreu, a las treinta personas de voluntariado ciudadano, a las diez personas de voluntariado municipal, a la empresa Quadpack Plastics, al Sindicato de Taxistas Autónomos de Catalunya, a los miembros de la oficina del Comisionado de Innovación Digital, Administración Electrónica y Buen Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, y especialmente a las veinticinco personas que han trabajado en los Ateneos de fabricación digital del Ayuntamiento de Barcelona.
Referencias
- Barcelona’s CoronavirusMakers: Co-producing local solutions to a global pandemic. Hannah Abdullah, Research Fellow, CIDOB i Jordi Reynés, Director, Ateneus de Fabricació, Barcelona City Council. 2020.
- www.ara.cat/opinio/ciutat-distribuida-vicente-guallart-arquitectura-coronavirus-covid-19_0_2455554421.html
- http://opcions.org/blog/que-son-les-economies-transformadores. Álvaro Porro. Abril 2016.
- http://ccaa.elpais.com/ccaa/2015/11/14/catalunya/1447525955_411073.html Joan Subirats Enero 2016.
- Ateneu de fabricació Barcelona, un modelo de reindustrialización urbana. Per Jordi Reynés (Ajuntament de Barcelona), Dídac Ferrer, Pere Losantos (Tarpuna Iniciatives Sostenibles, SCCL). 2015.