Comunicación presentada al III Congreso Ciudades Inteligentes:
Autor
- Javier Concha Arcas, Cloud & IoT Business Director, NEC Cloud Convergence Business Unit, NEC Ibérica
Resumen
Cómo compatibilizar las actuales características del ciclo de vida de los procesos y servicios de una ciudad, con la carrera por la adopción de nuevas tecnologías para la mejora de sus servicios o crear otros nuevos, es una materia que ha sido abordada por NEC en Wellington (Nueva Zelanda) haciendo uso de una aproximación bimodal compatibilizando ciclos de vida ágiles más laxos frente a los más tradicionales menos flexibles. Además del apoyo fundamental en una plataforma inteligente para la ciudad capaz de proporcionar las herramientas para tomar un pulso eficiente de la propia ciudad mediante el empleo de índices clave de rendimiento (KPIs) que ayuden a una mejor toma de decisiones a la vez que se optimizan los recursos y se reducen costes.
Palabras clave
Plataforma Transversal, Sinergia, Mejores Decisiones, Agregación de Fuentes de Datos, Participación Ciudadana, Open Data, Transformación Digital
Introducción
En la carrera por la adopción de tecnologías de la información por parte de las ciudades para pasar a formar parte de las denominadas “smart cities” se han de superar numerosos retos, las ciudades se encuentran en un viaje en el que tienen que compatibilizar el avance de las tecnologías de la información y operación con los ciclos de vida de todo el aparato burocrático y logístico de la administración pública. Este era el caso de la ciudad de Wellington en Nueva Zelanda cuando comenzó su incursión en el campo de las “Smart Cities” en el año 2011.
Proyecto
En 2011, se lanzó el proyecto a largo plazo Wellington Towards 2040, un proyecto a largo plazo en el que las autoridades de la ciudad pretendían mejorar su ciudad dotándola de inteligencia, seguridad y sostenibilidad ambiental.
Wellington es una atractiva ciudad, con una economía creciente y con unos altos estándares de vida, pero que como toda ciudad se enfrenta a dificultades urbanas tal y como el mantenimiento de la infraestructura de tráfico al mismo tiempo que la seguridad ciudadana. Además, al estar situada sobre una falla, a Wellington le preocupaba su nivel de resiliencia a los desastres naturales de este tipo.
Unido a las anteriores preocupaciones, al tratarse de una gran ciudad se derivan otros retos a la hora de desplegar soluciones como son la incursión en largos procesos de licitación, decisión, puesta en marcha junto con un alto grado de gestión de la calidad y satisfacción de normativas y estándares que la administración pública lleva implícito.
Material y métodos
Para la solución de los retos anteriormente mencionados, la ciudad se planteó la necesidad de una plataforma horizontal que les permitiera recolectar información en tiempo real, coordinando los recursos de emergencias como pueden ser la policía, bomberos y organizaciones sociales que puedan ayudar a superar las adversidades a los ciudadanos.
No obstante, la tecnología no es el único componente que debe tratarse para solventar tales retos, sino que hay un componente administrativo que los responsables ejecutivos de la administración deben subsanar y es la creación de un modelo en el que encajar esa gran maquinaría de procesos que es una gran ciudad, con modelos más ágiles que les permitan hacer pruebas de concepto de potenciales soluciones que encajen en el plan de desarrollo funcional y tecnológico de la ciudad sin tener que invertir muchos recursos tanto económicos como humanos para llegar a la toma de decisiones sobre la implantación de esas soluciones a una mayor escala.
Este tipo de modelo ya lleva siendo discutido durante algún tiempo en el entorno corporativo y más específicamente en el mundo IT/OT, es lo que la consultora Gartner ha denominado como aproximación bimodal.
En breves palabras, la aproximación bimodal es una colección de principios y buenas prácticas que permiten a las organizaciones diferenciar un comportamiento errático de un comportamiento normal, la evolución de la revolución, la mejora continua de la innovación disruptiva, todo ello gestionándolo de una manera diferente pero coherente, en algunas ocasiones la aproximación bimodal comienza en los departamentos de tecnologías de la información. Una capacidad bimodal termina por afectar a la ciudad por completo. Según esta capacidad va creciendo, debe ser guiada en un esfuerzo conjunto para integrarlo dentro del resto de funciones habituales.
Las autoridades en la mayoría de las ciudades quieren identificar, entender y explorar las oportunidades tecnológicas más atractivas que van desde analíticas, sobre los datos de movilidad y máquinas inteligentes hasta el Internet de las Cosas (Internet of Things). Además, las ciudades deben invertir en una capacidad que les permita continuar la evolución de lo que están haciendo, mientras que innovan con nuevos servicios, utilidades y modelos de negocio para el ecosistema urbano
No obstante, esta dualidad debe ser soportada por herramientas y sistemas que permitan tener una gran flexibilidad, de forma que se pueda probar tanto la viabilidad técnica como ejecutiva y demostrar la efectividad y beneficio para los ciudadanos y administración, no sólo de potenciales nuevos servicios sino de mejoras de los actualmente implementados, todo ello de una manera rápida y fiable que no comprometa el actual devenir diario del funcionamiento de la ciudad.
Para ello es condición indispensable contar con una plataforma transversal a todos los servicios tanto para los ciudadanos como los servicios para el personal encargado de la gestión de la propia ciudad, que proporcione las capacidades de interoperabilidad, modularidad y conectividad para garantizar la compatibilidad hacia atrás con los servicios actuales y los servicios futuros que están por llegar. La ciudad al igual que la tecnología está en constante evolución y progresión, con lo que se requiere un alto grado de adaptabilidad en cortos periodos de tiempo.
En el caso que nos ocupa de Wellington, la ciudad tiene un compromiso con la reducción de los gases de efecto invernadero además de proteger su biodiversidad, por lo tanto, requiere de una plataforma que le permita la monitorización no sólo de las propias emisiones, sino de otros factores como podrían ser la temperatura, la humedad y la calidad del agua.
Al tratarse de una plataforma transversal, mediante la agregación de las diferentes fuentes de información, se van a poder crear sinergias entre los servicios de tal manera que se enriquezcan unos servicios con otros a medida que aumenta el catálogo de servicios o funciones que la ciudad es capaz de realizar, esto conllevará una optimización de los recursos, no sólo en la reducción del equipamiento necesario sino en la mejora de la calidad y la operación de la ciudad donde el personal de la administración tendrá más herramientas para hacer más eficientemente sus tareas.
En Wellington, esa heterogeneidad de los servicios viene dada a través de la implementación de servicios inteligentes, incluyendo soluciones de movilidad multimodal que permiten el conteo de diferentes tipos de tráfico como por ejemplo de coches, camiones, motocicletas y también de viandantes en tiempo real en cualquier localización, y así proporcionar información vital sobre la capacidad del trayecto y la utilización de la vía pública. Asimismo, Wellington cuenta con un Proyecto denominado Living Lab a través del cual la ciudad busca explorar como la tecnología puede ayudar a la colaboración interdepartamental, centrándose en mejorar el bienestar de la comunidad y la seguridad de sus ciudadanos.
Además, esa transversalidad permitirá tener un punto en común en el que mediante diferentes mecanismos de monitorización se pueda tomar el pulso a la ciudad a través de índices claves de rendimiento (KPI), los cuales permitirán presentar cuadros de mando más ejecutivos a las ciudades para ser conscientes de su estado actual de rendimiento.
Una vez siendo consciente del estado actual y mediante el uso de algoritmos de análisis de los datos recogidos, se podrá llegar a la raíz de las causas del alto o bajo rendimiento y se podrán utilizar para mejorar o solventar los problemas en otros servicios. Y finalmente dando una vuelta de tuerca al uso de los datos y a través del uso de algoritmos predictivos, ser capaz de predecir cuándo se van a producir problemas en los servicios de tal manera que se pueda tomar acciones correctivas antes de que se produzcan.
Resultados
Con todo lo anteriormente mencionado, las autoridades de Wellington están una posición avanzada en la carrera por alcanzar su visión de una ciudad inteligente, segura y ecológica. Los proyectos proporcionan una información de valor incalculable que puede guiar la dirección de nuevas iniciativas, tanto en el ámbito de la movilidad como el de la planificación urbanística, a la vez que les permite tomar decisiones más cualificadas acordes con la realidad presente de la ciudad.
Asimismo, se ha considerado fundamental la estrecha colaboración de Wellington con empresas tecnológicas de primer nivel que han llevado las pruebas iniciales de concepto a despliegues a mayor escala.
Referencias
- Simon Mingay, Mary Mesaglio, 18 February 2016, Deliver on the Promise of Bimodal, Gartner, Stamford
- NEC. Smart city solution. Wellington City Council (5 Agosto 2016)