Comunicación presentada al IV Congreso Ciudades Inteligenes:
Autores
- Juan Pablo Calvo Pérez, Gerente, Mission & Things
- Carlos Gimeno Asín, Director de Proyectos, Ibernex Ingeniería
- Javier Monge García, Director, Practical Team
- Tomás Prieto Arnal, Gerente, Ibernex Ingeniería
- José Luis Vela Alonso, Director Técnico, TZIR
Resumen
El proyecto utiliza la tecnología para mejorar la asistencia sanitaria en zonas rurales, en áreas despobladas o con población dispersa y también en zonas deslocalizadas de los centros de atención y servicios, dotando así a estos territorios de herramientas y servicios de carácter asistencial, médico, social y lúdico para poder darles un futuro y una mayor sostenibilidad. En el caso particular de los ámbitos rurales españoles, como caso más próximo de aplicación, se busca actuar en la asistencia sanitaria, en la que cada vez resulta más caro e ineficiente disponer de personal médico y especializado que quiera encargarse de los servicios necesarios que garanticen la debida cobertura a la población, muy especialmente a aquella de avanzada edad o con enfermedades que requieren permanentes controles. Aprovecha las nuevas posibilidades tecnológicas para monitorizar en tiempo real a cada usuario. La información obtenida a través de los distintos sensores se enviará de forma segura a un profesional sanitario, quien la evaluará y adoptará las medidas oportunas. Se podrán generar alertas automáticas para poner en marcha de forma proactiva los protocolos necesarios. Será también necesario trabajar en la comunicación de esta población, ya que uno de los grandes retos actualmente es el progresivo aislamiento de estas personas. Los principales retos para la total implantación de este nuevo modelo sanitario son la infraestructura de telecomunicaciones, el desarrollo de tecnologías de sensorización transparentes al usuario que cuenten con una validación sanitaria y el desarrollo de un nuevo modelo de servicios sanitarios integrados con la tecnología.
Palabras clave
Despoblación, Envejecimiento, Sensorización, Asistencia, Telemedicina, Servicios, eSalud
Introducción
La despoblación o, alternativamente deslocalización, de territorios rurales en una buena parte del mundo es una realidad altamente preocupante y es necesario actuar en todos los ámbitos para cubrir necesidades esenciales especialmente acuciantes en ancianos o enfermos crónicos, pero, también, para frenar el constante goteo de personas que abandonan estas zonas por la falta de expectativas y servicios.
A la despoblación se le suma el problema del envejecimiento. La pirámide poblacional está sufriendo un fenómeno de inversión que, lejos de mitigarse, se va a agravar con el paso de los años. Los sistemas y protocolos sanitarios actuales no están preparados para afrontar este reto y van a tener que sufrir una profunda remodelación para poder atender a una población cada vez más envejecida.
Sumado a este cambio de las necesidades hay una transformación del paradigma sanitario en la que el paciente está cada vez más empoderado y se instala en el centro del modelo, a diferencia del modelo tradicional en el que el profesional sanitario actuaba como centro de gravedad.
Estamos al comienzo de una revolución sanitaria en la que las personas dejarán de acudir a los hospitales para que sean los facultativos quienes se acerquen al paciente. Para este cambio integral hace falta resolver un sistema con cientos de variables. Una de las claves para resolverlo y vertebrar el futuro de la sanidad será la tecnología. Es la herramienta que permitirá aumentar la eficiencia del sistema y facilitará que los profesionales sanitarios lleguen hasta todos y cada uno de los pacientes.
Una vez desplegado todo el marco que este proyecto propone, cada usuario será monitorizado en su propio hogar, de una forma completamente transparente a la persona. Los datos llegarán hasta un centro médico donde un facultativo los analizará y tomará las decisiones oportunas. Sobre esta solución “básica” y puramente médica se implementarán otro tipo de soluciones que mejoren la calidad de vida de la población mayor, actuando sobre las principales afecciones de dicho grupo: se facilitarán las comunicaciones para evitar el aislamiento, se propondrán modelos de envejecimiento activo o se incluirán alternativas de ocio que rompan su rutina diaria.
El primer paso para este proyecto es una monitorización básica de un usuario y la transmisión de esos datos de forma remota y segura a través de una plataforma que sea capaz de integrar cualquier sensor en el futuro. Esta vigilancia ha de llevarse a cabo en colaboración con servicios médicos profesionales y en una zona que cumpla con las dificultades que el proyecto intenta salvar, es decir, una zona rural, despoblada y alejada de un centro médico.
Los retos a los que se enfrenta el proyecto son, en primer lugar, la infraestructura de telecomunicaciones. Al ser su objetivo zonas rurales con baja densidad poblacional, encontramos problemas a la hora de disponer de una red comunicaciones lo suficientemente potente como para intercambiar todos los datos necesarios.
La sensorización es el segundo gran reto del proyecto. Ya existen sensores en el mercado, pero cada uno va asociado a su propio sistema. Lo que se busca es una plataforma abierta en la que se pueda integrar cualquier dispositivo de una forma inmediata, ya que los usuarios no tienen por qué tener conocimientos técnicos. Es clave, además, la validación sanitaria de la comunidad médico-asistencial, que es de lo que adolecen la mayoría de los sistemas de monitorización actuales. La lista de parámetros a monitorizar en un futuro es prácticamente interminable ya que incluye todo lo que la tecnología sea capaz de abarcar. Se podrán incluir desde constantes que ya se miden actualmente con weareables, como el pulso cardíaco o la tensión arterial, hasta el índice de glucemia o coagulación sanguínea. Asimismo, se monitorizará otro aspecto del usuario que no es el intrínsecamente médico pero que aporta información clave acerca de su salud: el comportamiento. Mediante la localización tanto interior como exterior, además de otros datos como la apertura de puertas, uso de electrodomésticos o consumos, se podrá analizar la conducta del usuario y detectar posibles alteraciones que puedan significar deterioros tanto en la salud física como mental de la persona controlada, pudiendo actuar de manera preventiva y evitando, de ese modo, actuaciones a posteriori cuyos costes son mucho mayores. También se implementarán módulos de inteligencia artificial y big data, de forma que se puedan correlacionar los cambios en las constantes vitales con los problemas médicos posteriores, mejorando la detección de cualquier tipo de patología.
Por último, hay que desarrollar un nuevo modelo de servicios sanitarios que complementen esta nueva forma de entender la medicina, desde establecer consultas por videoconferencia como parte de la jornada de cualquier médico hasta el reparto de medicación en función de las necesidades de cada usuario (supongamos un dispensador de medicamentos controlado de forma remota) o el mantenimiento de los sistemas para asegurar su correcto funcionamiento. Es clave notar que, con el fin de garantizar el éxito del proyecto, se ha tenido en cuenta desde un principio tanto a los pacientes como a profesionales del sistema sanitario.
Proyecto piloto
Objetivo
El proyecto planteado, enmarcado en todo este cambio de modelo sanitario descrito con anterioridad, busca la monitorización de constantes y análisis de patrones de conducta de personas mayores que habiten en zonas rurales y deslocalizadas de centros médicos.
Para ello se ha contactado con profesionales médicos, tanto de atención primaria para conocer de primera mano los principales parámetros a monitorizar, como a nivel de gerencia con el fin de comenzar a plantear un modelo compatible con el actual y que evolucionará hasta lo planteado en la introducción.
El proyecto piloto que se va exponer a continuación busca llevar a cabo un demostrador básico que incluya a todos los agentes involucrados: pacientes, sistema médico y empresas tecnológicas.
Localización
Con el fin de escoger la mejor localización para la realización del piloto se estudiaron dos características clave para el proyecto: la red de telecomunicaciones y el perfil demográfico.
Dentro del territorio nacional se ha considerado Aragón como la comunidad más apta para el piloto, ya que debido a su programa “Conecta Aragón” se dispone de una red de telecomunicaciones de banda ancha de al menos 30 Mb en el 98% de su territorio. Estudiando la población de dicha comunidad, Teruel es la provincia con un mayor porcentaje de población rural, deslocalizada y envejecida. De hecho, no sólo es la mejor provincia para el piloto de Aragón, sino que su población tiene un perfil demográfico plenamente representativo para el mismo, y pocos territorios en España representan de forma tan clara el objetivo del proyecto. Además del problema puramente demográfico, cuenta solamente con 2 centros hospitalarios de referencia y una red de carreteras muy deficiente en comparación con otros territorios, dificultando el transporte de los pacientes hasta los centros hospitalarios.
Una vez decidida la provincia se han estudiado las comarcas en las que está dividida, analizando de forma particular tanto la red de telecomunicaciones como el perfil demográfico, pero añadiendo una tercera variable: el presupuesto que cada comarca invierte en asistencia social como indicador de las necesidades en este ámbito. Cruzando todos estos datos se ha decidido implementar los pilotos en localidades de las comarcas del Matarraña y Sierra de Albarracín.
Campos de actuación
Dentro del marco global del proyecto a largo plazo y centrándonos sólo en la experiencia del usuario, se han planteado 6 campos de actuación:
- Asistencia: Servicios de la teleasistencia actual pero mejorados a través de la tecnología.
- Monitorización: Incluye los sistemas de recogida de datos en tiempo real en casa del usuario.
- Seguimiento: El paciente recibe un seguimiento exhaustivo sobre el tratamiento, permitiendo la comunicación con el personal sanitario.
- Aprendizaje: Formación sobre dolencias, tratamientos, tanto para el paciente como para los cuidadores y familiares.
- Comunicación: Módulos que facilitan la comunicación del paciente con personal sanitario y de asistencia, familiares y pacientes o personas que están en su misma situación.
- Entretenimiento: Módulos que mejoren el día a día del paciente mediante diferentes alternativas de entretenimiento que, además, pueden estar enfocados al aprendizaje y formación.
Esta distribución es el objetivo a alcanzar una vez que la solución esté completamente desplegada, sin embargo, se ha descartado afrontar todos los bloques en una primera fase de piloto ya que se busca una demostración de que la tecnología es válida y la implementación de una plataforma sobre la que se puedan ir añadiendo los demás módulos de forma gradual.
El piloto se va a centrar en abarcar los puntos 2 y 3, es decir, monitorización y seguimiento. Se busca ser capaces de medir una serie de datos en casa del usuario y enviarlos de forma segura hasta un profesional sanitario, que lo evaluará y tomará las decisiones necesarias de forma remota. La idea de este piloto es que sea un demostrador de la tecnología y, además, contar con profesionales sanitarios que avalen estos resultados desde el punto de vista de la asistencia social y sanitaria.
En acuerdo con profesionales del sistema sanitario se han establecido las siguientes constantes como parámetros a medir y realizar el seguimiento y la evaluación:
- Frecuencia cardíaco
- Presión arterial
- Temperatura
- Peso
Estos factores son los que presentan una mayor relación entre la utilidad de la información aportada y las dificultades técnicas para obtener dichos datos. Son los datos genéricos y comunes que se toman en cualquier seguimiento.
También se implementará un módulo de seguimiento y evaluación de rutinas ya que el objetivo final del proyecto es monitorizar todos los ámbitos posibles del día a día del usuario, y no solamente la componente puramente fisiológica o de medición de constantes vitales. Para completar el piloto y darle validez se contará con la colaboración de profesionales del sector sanitario, que evalúen tanto la validez de los datos obtenidos como que se involucren en la prueba para hacer un correcto diseño de una segunda fase de expansión en la que, con una población de estudio mucho mayor, se realice un estudio enfocado a evaluar la viabilidad real del modelo a gran escala.
Próximos pasos
No se pretende aparentar que el proyecto está terminado, sino que el objetivo de esta comunicación es sumar a todos los actores necesarios con el fin de llevar a cabo el cambio de modelo sanitario a medio plazo. Se está involucrando a las autoridades sanitarias aragonesas, pero, además, se está trabajando en organizar pilotos en otras comunidades que sufran el mismo problema de envejecimiento y despoblación, ya que el sistema sanitario puede diferir de una comunidad a otra y los resultados obtenidos pueden presentar variaciones significativas, ya que no hay que olvidar que la gestión tiene un peso clave en el modelo planteado. Se está en contacto con Castilla y León y se están haciendo estudios previos en comunidades con problemas de envejecimiento, despoblación y deslocalización como Asturias o Galicia.
En cuanto a la monitorización, se ha hecho un estudio de los diferentes sensores que existen y falta decidir, en colaboración con los usuarios y el sistema sanitario, si se implementa una solución basada en weareables o se instala una estación fija en casa del usuario en la que se tome los datos de forma activa varias veces a lo largo del día. Esta segunda opción no es la que se busca a largo plazo, ya que la tecnología debe ser completamente transparente al usuario para conseguir la total implantación de la misma, pero para el primer piloto podría ser suficiente y facilitar la parte técnica de la prueba.
Una vez llevado a cabo el piloto, se evaluarán los resultados obtenidos y se comenzará una fase de expansión en la que se busque involucrar a grandes grupos de población y se empiecen a obtener y comparar datos, lo que resultará una herramienta de gran potencia para los médicos ya que se podrán realizar estudios médicos con espacio muestral varios órdenes de magnitud mayores que en las investigaciones actuales.
Conclusiones
Nos encontramos ante un cambio demográfico en la sociedad que llevará asociados una serie de retos que debemos resolver. La tecnología será la herramienta que nos permita adaptar nuestro modo de vida, en este caso particular el modelo sanitario, para hacer frente a los cambios necesarios.
En este documento se ha planteado un proyecto a largo plazo en el que involucrar a todos los actores sociales para amoldarnos al nuevo paradigma social y sanitario y se ha expuesto con más detalle una prueba piloto que pretende ser el comienzo de este cambio y que permita, poco a poco, ir sumando esfuerzos para tener una solución completamente desarrolla y testeada, eficiente, eficaz y efectiva, el día que se necesite.
A nivel práctico, se plantea llevar a cabo una experiencia piloto lo suficientemente simple como para realizarla a corto plazo, pero con los actores necesarios para dotarla de rigor y recorrido: servicios médicos y sociales, pacientes y tecnología. Se realizará una prueba en la que se monitorizarán una serie de parámetros en casa del usuario y se evaluarán de forma remota por un profesional del sistema sociosanitario.