Comunicación presentada al VI Congreso Ciudades Inteligentes
Autoras
- Carolina Román Calvo, Senior Business Consultant, everis
- Tania Sepúlveda Cuesta, Energy & Utilities Business Manager, everis
Resumen
Todos los gobiernos, tanto estatales como locales, tienen como objetivo mejorar la movilidad de las ciudades, pero tienen que encontrar la forma idónea de hacerlo. El objetivo de esta comunicación es la de ahondar en la idea de desarrollar un sistema multimodal integrado de información, reserva y facturación (plataforma de movilidad integrada) que conecte de manera inteligente los medios de transporte públicos y privados disponibles en las ciudades. Esta comunicación se centra en la integración del vehículo particular (eléctrico en este caso), los puntos de recarga disponibles (ya sean en red pública o en espacio privado abierto al público), el transporte público, el transporte compartido y vehículos con conductor.
Palabras clave
Movilidad, Medioambiente, Vehículo Eléctrico, Medio De Transporte, Economía, Sociedad
¿Por qué urge la necesidad de replantear el modelo de movilidad actual en las ciudades?
Los alarmantes niveles de contaminación que se han alcanzado en la sociedad actual y que vienen dándose desde el inicio de la revolución industrial, en el siglo XVII, donde no existía preocupación alguna por estos aspectos medioambientales, es uno de los motivos por los cuales la sociedad lleva tiempo experimentando un cambio de mentalidad relacionado con la búsqueda de un planeta más sostenible y una preocupación, cada día más notable, por las cuestiones medioambientales que afectan al mundo.
En las últimas décadas son cada vez más las iniciativas, tanto de ciudadanos como de empresas o gobiernos, las que se están llevando a cabo para intentar revertir esta situación. El resultado es una evolución de las ciudades sin precedentes, enfocada a frenar el cambio climático, proteger el medioambiente y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Estas ciudades del futuro se apoyan en una serie de palancas soportadas por la tecnología, que permiten su desarrollo y autosuficiencia. Una de las palancas más importantes es la movilidad.
Este cambio en la manera de pensar de los ciudadanos ha llevado a las grandes ciudades a replantearse la movilidad, con un doble objetivo: disminuir los altos niveles de contaminación y aumentar la seguridad vial. En las grandes ciudades españolas, como Madrid o Barcelona, el 13% de las partículas contaminantes emitidas a la atmósfera provienen de los vehículos y se producen atascos en horas punta de entorno al millón de vehículos. Por su parte, una correcta política de seguridad vial garantiza la adecuada circulación y la seguridad, tanto de conductores como de peatones, con el objetivo de reducir el número de accidentes o atropellos. Como dato, en España, hubo casi 60.000 víctimas involucradas en accidentes de tráfico el pasado 2019, de las cuales, casi el 2% fueron víctimas mortales.
¿Qué papel juega la movilidad multimodal en las smart cities?
Para poder afrontar ese doble objetivo surge la movilidad multimodal. Este nuevo tipo de movilidad es entendida como la posibilidad de realizar desplazamientos entre dos puntos dentro de la misma ciudad, utilizando para ello varios medios de transporte respetuosos con el medioambiente y de manera compatible con la salud de los seres humanos.
Está pensada para grandes núcleos urbanos, pues son los que realmente disponen del espacio suficiente y la infraestructura necesaria para albergar diferentes medios de transporte. Un ejemplo podría ser Madrid, ciudad pionera en estos métodos de movilidad, ya que cuenta con una gran variedad de operadores de modelos como carsharing, motosharing o bikesharing, entre otros, así como una red de transporte público muy eficiente gracias a su red de autobuses y metro.
Dentro de la movilidad multimodal participan diferentes operadores cuyas funcionalidades contribuyen al cumplimiento de los objetivos de seguridad y sostenibilidad de las smart cities. Estos operadores pueden ser tanto de carácter público como privado, y gestionándose de una manera adecuada, lograrán una mayor eficiencia en el transporte de los ciudadanos.
Surgen así nuevas iniciativas de carácter sencillo, económico y sostenible. Una de estas iniciativas, ya con algunos años de recorrido, es el carsharing, entendido como un servicio gracias al cual los ciudadanos pueden reservar y alquilar un coche eléctrico por un periodo de tiempo limitado sin necesidad de demasiada antelación. Ejemplos de esto serían Car2go, emov, Wible o Zity en Madrid.
Estos turismos se encuentran estacionados a lo largo de toda la ciudad, y para disfrutar de ellos basta con que el ciudadano realice la reserva del vehículo más cercano mediante su aplicación móvil. Esta modalidad de transporte existe también, con menor recorrido, aplicada a otros vehículos gracias a la micromovilidad con bicicletas o patinetes eléctricos. Además de estos medios de transporte compartidos entre los ciudadanos, la movilidad multimodal también comprende los medios de transporte públicos, como las diferentes líneas de autobuses o de metro, los servicios prestados por empresas privadas como Cabify o Uber, las cuales ofrecen a los ciudadanos vehículos con conductor para desplazarse según sus necesidades, y los vehículos particulares eléctricos, para los cuales es imprescindible la instalación de puntos de carga a lo largo y ancho de las ciudades.
Los vehículos particulares eléctricos, surgen como alternativa al vehículo de combustión, en respuesta a sus probados niveles de contaminación y nocividad para la salud. Desde que se notificaron los graves problemas climáticos a los que hay que hacer frente, las grandes compañías automovilísticas empezaron a diseñar vehículos cada vez menos contaminantes y perjudiciales hasta llegar al vehículo eléctrico, el cual proporciona a los ciudadanos una forma de desplazarse totalmente respetable con el medioambiente.
Para lograr la implantación de la movilidad multimodal, es necesario que, por un lado, las ciudades realicen cambios estructurales y, por otro, se conciencie a los ciudadanos para emplear este mix de medios de transporte, además de los vehículos particulares, para así lograr los objetivos planteados en términos de reducción de contaminación y aumento de seguridad vial. Los cambios que se deben llevar a cabo en las ciudades pasan por dotarlas de plataformas públicas y privadas de carga de vehículos eléctricos, así como por el incremento en la oferta de carsharing, oferta de opciones de desplazamiento usando micromovilidad, y el establecimiento de carriles especiales para que estos medios de transporte circulen por las ciudades de manera más segura.
Además, la oferta de taxis o empresas privadas de transporte con conductor debe cubrirse con vehículos que garanticen cero emisiones. En cuanto al transporte público, aparte de ser 100% eléctrico, ha de ser cómodo y seguro, evitando, en la medida de lo posible, las aglomeraciones. De manera adicional, las distintas opciones de transporte público deben proporcionar una experiencia, que si no única sea al menos atractiva, añadiendo elementos innovadores como red wifi gratuita o aplicaciones que garanticen el pago sin contacto, por ejemplo, facilitando así el viaje al ciudadano.
Son muchas las empresas que están invirtiendo para contribuir a la transformación de la movilidad, tal y como la conocemos hoy en día, abogando por la sostenibilidad y la eficiencia. En la actualidad, la mayoría de las compañías energéticas que operan en España cuentan con acuerdos que han acelerado la instalación de puntos de carga en sus estaciones de servicio u oficinas. Sin embargo, este compromiso va más allá del sector de la energía, existiendo casos como el de la compañía de supermercados Mercadona, que posee un 15% de los puntos de carga públicos de vehículos eléctricos, superando así a algunas de las compañías propias del sector. Existen también casos ‘mixtos’, como el de MediaMarkt, que ha suscrito un acuerdo con Edp para la instalación de estos puntos de carga en sus parkings, o el de Consum, que ha alcanzado un acuerdo con Endesa para el mismo fin.
La actividad que, en este sentido, está ayudando a la consecución de los objetivos de seguridad y sostenibilidad, no va sólo de la mano de grandes compañías, ya sean energéticas o de otros sectores, sino que, cada vez con mayor representación, aparecen y evolucionan startups dirigidas a la innovación en este campo; cubriendo desde la tecnología para los puntos de carga, hasta el software para las aplicaciones que garantizan el uso de los vehículos.
En conclusión, la movilidad multimodal se postula como la nueva forma de transporte en las grandes ciudades, ya que permite a los ciudadanos no solo ser más eficientes, sino que también contribuye a la conservación del medio ambiente, garantizando la seguridad en las ciudades.
¿Cómo se integran los diferentes medios de transporte?
Esta necesidad de cambiar la forma de desplazarse en las ciudades, y que marca la evolución hacia la movilidad multimodal, ha dado lugar a plataformas ad-hoc, consistentes en integrar los diferentes medios de transporte alternativos al vehículo particular tradicional, proporcionando al usuario una forma eficiente y económica de desplazarse a lo largo del territorio urbano.
Estas plataformas incluyen todos los medios de transporte respetables con el medio ambiente, ya sean públicos o privados, permiten visualizar el trayecto a realizar, proporcionan un método de pago único junto con la opción de reservar el total de los diferentes medios de transporte empleados y, si el usuario posee un vehículo propio eléctrico, se le permite registrarlo en la aplicación e incluirlo entre los medios de transporte disponibles para realizar viajes.
Por lo general, la usabilidad de estas plataformas reside principalmente en las aplicaciones móviles, mostrándole al usuario un mapa de la ciudad en la que se encuentra, dando información adicional sobre las diferentes paradas de transporte público y dónde se encuentran los vehículos compartidos (bicicletas, patinetes, motos o coches). Una vez el usuario confirma su localización y elige un punto de destino, se muestran diferentes alternativas para realizar el viaje, indicando cuál es la más barata, la más rápida y la más ecológica.
Además, en todas ellas se muestra su coste económico y la cantidad de CO2 vertido a la atmósfera, pudiendo compararlo con la de un vehículo de combustión tradicional para concienciar al ciudadano de la importancia de utilizar medios de transporte sostenibles en sus desplazamientos. Una vez seleccionada la ruta deseada según la necesidad del usuario, la propia plataforma realiza la reserva del medio de transporte seleccionado y procede a cobrar el importe total del desplazamiento, excluyendo el transporte público, ya que las grandes ciudades suelen contar con bonos mensuales desde donde se abona el viaje correspondiente.
¿Qué rol tienen los datos en todo esto?
Los medios de transporte generan una gran cantidad de datos, fundamentales para el correcto funcionamiento de las plataformas de movilidad multimodal, ya que actúan en sinergia con ellos. Así, estos datos se vuelven imprescindibles para conocer cuáles son los puntos con mayor afluencia de vehículos, los horarios de los diferentes transportes públicos, su ubicación en tiempo real, la cantidad de pasajeros que utiliza cada tipo de transporte público, etc.
Es gracias a un análisis eficiente de estos datos como, con herramientas como el Big Data, se puede lograr una gran precisión a la hora de establecer todos los parámetros mencionados (la ruta más rápida, el tiempo de los desplazamientos o, en el caso de los transportes públicos, la cantidad de pasajeros a bordo), garantizando un servicio de máxima calidad para los ciudadanos.
El funcionamiento de las plataformas de movilidad multimodal se basa en poseer los datos relativos a los diferentes medios de transporte que estén integrados en ellos, siendo imprescindible que proporcionen toda su información en tiempo real para poder ofrecer un funcionamiento óptimo a sus usuarios y la posibilidad de utilizar diferentes medios para desplazarse de un lugar a otro de la manera más eficiente posible.
Por lo tanto, se presta un servicio tanto a los ciudadanos como a las empresas encargadas del transporte. Además, se muestra también la cantidad de gases contaminantes expulsados a la atmósfera si el trayecto se hubiera realizado con un vehículo particular convencional, intentando concienciar a los ciudadanos de los beneficios medioambientales que esta forma de desplazarse implica.
¿Existen ya este tipo de plataformas?
Existen algunas plataformas que ofrecen parte de estos servicios a través de sus aplicaciones móviles o de sus páginas web, como Google Maps o Mapas de Apple, las cuales una vez elegido el destino muestran diferentes formas de ir conectando transportes públicos como metros o autobuses, así como los tiempos de espera y la duración del trayecto en tiempo real. Sin embargo, estas plataformas carecen de un sistema de pago de los medios de transporte utilizados o de datos bicicletas o patinetes eléctricos.
En grandes ciudades como Madrid y Barcelona se han llevado a cabo pruebas pilotos con nuevas plataformas de movilidad multimodal, como son RaaS (Renfe as a Service) y Piloto Muévete por Madrid. La ventaja que presentan respecto a las anteriores es que no tienen la necesidad de conseguir los datos para su correcto funcionamiento, ya que tanto Renfe como el Ayuntamiento de Madrid poseen una gran base de datos referente a los trenes o al transporte público. En el caso de RaaS, permite también el pago desde la propia aplicación.
Como se ve, y aunque empiezan a aparecer plataformas centradas exclusivamente en la movilidad multimodal cuyas funcionalidades son más amplias (como Meep o Moovit), este es un mercado con un amplio margen de evolución.
La aplicación de Meep se encuentra disponible actualmente en 4 ciudades, en algunos casos con acuerdos con diferentes empresas de vehículos eléctricos compartidos como son Ecooltra o Mooving.
La aplicación de Moovit se encuentra disponible en más de 100 países y 3.000 ciudades, disponiendo de socios diferentes según la ciudad en la que se encuentre el usuario.
Todas estas plataformas muestran en común la necesidad de asociarse con diferentes órganos o compañías para maximizar su eficiencia, siendo esa colaboración fundamental en su desarrollo. Coinciden, además, en que el futuro de este campo se encuentra en la movilidad autónoma, consistente en el funcionamiento de vehículos sin conductor y establecen este objetivo para el año 2030.
Conclusiones
A partir del análisis realizado, en cuanto a niveles de contaminación por tipología de vehículo y la falta de una consolidación de seguridad vial, queda en evidencia la necesidad de transformar la forma en que los ciudadanos nos desplazamos en las ciudades. Por ello, se vuelve imprescindible la creación de una plataforma de movilidad multimodal común para todos, que permita que cualquier persona pueda realizar una ruta desde el punto A hasta el punto B a través de diversos medios de transporte, siendo más eficientes, más sostenibles y más económicos.
Para lograrlo, se precisa concienciación social, adaptación urbana y uso eficiente de los datos en tiempo real que mejoren la experiencia de los usuarios. Esta plataforma común deberá incluir la posibilidad de pagar y reservar, en tiempo real, cualquier tipo de transporte. Los cambios en la movilidad son un reflejo de los cambios sociales y las plataformas de movilidad multimodal son el paso intermedio necesario para el futuro de la movilidad, donde los vehículos autónomos irán ganando cada vez más peso.