Comunicación presentada al IV Congreso Ciudades Inteligentes.
Autor
- Martín Herráiz, Fundador, DedoCar.org
Palabras clave
Compartir Coche, Viaje, Trabajo, Ahorrar, Gasto, Atasco, Tráfico, Aparcamiento, Contaminación.
Introducción
En la ciudad inteligente, hay una gran oportunidad de mejorar la movilidad urbana. Por ejemplo, en los coches que se mueven por Madrid, actualmente se pierden cuatro millones de asientos libres al día.
Un uso tan poco eficiente de los coches, es la verdadera causa que provoca los principales problemas que sufren los habitantes de las grandes ciudades (contaminación, carestía del transporte, atascos de tráfico, problemas de aparcamiento, y hasta el cambio climático).
Al compartir coche en los viajes al trabajo, se estima que el número de vehículos retirados de la circulación en una ciudad del tamaño de Madrid podrían ahorrar directamente 330.000 toneladas de emisiones de CO2 al año; pudiendo llegar a 1.000.000 de toneladas al contar los efectos indirectos por dejar de dar vueltas buscando aparcamiento y por la reducción de atascos de tráfico.
El proyecto
Se pretende ayudar a millones de personas que han de desplazarse por la ciudad en hora punta, para que puedan compartir sus coches durante los viajes al trabajo, aprovechando mejor un valioso recurso: los asientos libres que actualmente se desperdician.
Con la ayuda de una nueva herramienta tecnológica (una aplicación de smartphone) se pueden aplicar a la movilidad urbana los beneficios de la economía colaborativa, gracias a integrar en una plataforma de “ride-sharing” un procedimiento innovador que va localizando las personas que tienen trayectos coincidentes con el recorrido del conductor y les ayuda a compartir los gastos del viaje.
Así, además de los medios de transporte tradicionales, el ciudadano dispondrá de dos nuevos modos de movilidad urbana, de gran eficiencia, economía y sostenibilidad:
- Podrá ir como el conductor que ofrece los asientos libres de su coche para llevar a otras personas que van en la misma dirección, y así compartir con ellas los gastos del viaje, y ahorrarse hasta el 75% del dinero que antes tiraba al ir en solitario.
- O podrá ir como el pasajero que (en vez de ser esclavo de mantener su propio coche, y de moverlo cada día), prefiere que sea otro quien le lleve, y así disfruta del mismo ahorro, más la comodidad añadida de ir en un coche con chofer.
Material y Métodos
¿Cómo diseñar la plataforma de RideSharing urbano ideal?
Cuando se trata de resolver los problemas de movilidad de las ciudades, ayudando a millones de personas que sufren dificultades para ir al trabajo y volver a casa cada día, y promoviendo en ellas un cambio de hábitos hacia nuevos modos de movilidad colaborativa, se ha de aprovechar la experiencia de quienes llevan años compartiendo sus desplazamientos diarios a lugares con gran concentración de trabajadores, como Las Tablas, en Madrid.
Para construir una plataforma informática para compartir viajes en coche que ofrezca a los viajeros urbanos su servicio de coordinación mediante una aplicación móvil que presente en el acto a los compañeros de viaje compatibles, hay que aprovechar un procedimiento patentado que es capaz de ir encontrando sobre la marcha las coincidencias de trayectos entre pasajeros y conductores.
Para el diseño de esta plataforma y esta app, se deben también aprovechar las ventajas de los diferentes sistemas conocidos hasta ahora (como el CarPooling tradicional, el Auto-Stop y el propio BlaBlaCar), y a la vez mejorar sus respectivos puntos débiles:
Mejorando el CarPooling tradicional
El CarPooling fue fomentado en los Estados Unidos de América durante la Segunda Guerra Mundial, para ahorrar el combustible que se necesitaba en el frente; y después cayó en desuso.
Se basa en que un grupo de personas se reúnen en un mismo sitio (como una parada de autobús en una zona residencial) y viajan en un solo coche, para llegar todas juntas a un punto de destino común (como una fábrica).
Las mejoras que precisaría este sistema para generalizarse con éxito son
- No necesitar que tu vecino sea también tu compañero de trabajo. Numerosos intentos en empresas y universidades han fracasado por ese motivo: exigir que los viajeros vivan cerca y trabajen cerca. Un sistema que consiga que el coche pueda ir recogiendo y entregando pasajeros durante todo su recorrido, multiplicará las probabilidades de encontrar compañeros de viaje compatibles, puesto que no impone a los viajeros la limitación de tener que ser a la vez vecinos y compañeros de trabajo.
- No obligar a compromisos. La experiencia demuestra que muchas personas no comparten sus viajes por miedo al compromiso. Sería deseable evitar que una persona que lleve al trabajo a otra un día, contraiga la obligación de llevarte todos los días, ni que tampoco esté obligada a quedar con ella de nuevo por la tarde para llevarla de vuelta a casa. Las personas no siempre llegamos a tiempo y tampoco nos gusta esperar a alguien que se retrase (o que quizá hoy no venga). Ahora que todos llevamos un smartphone en el bolsillo, sería preferible que una app dijera al pasajero cuál es el primer coche que pasa y le puede llevar, y que dijera al conductor donde está el pasajero más cercano que le pilla de paso, y al que puede llevar sin apenas desviarse, mientras sigue de camino a su trabajo.
Mejorando el Auto-Stop
El auto-stop tuvo su auge durante el movimiento hippie de la década de los 60. Una persona con pocos recursos económicos que deseaba viajar a otra ciudad, se colocaba junto a la carretera, haciendo a los conductores que pasaban por allí un gesto moviendo la mano con el pulgar hacia arriba (el gesto de “ir a dedo”), con la esperanza de que algún conductor que llevara asientos libres, parara para preguntarle adonde iba, y pudiera llevarle, o al menos acercarle una parte de la ruta.
Lo más aprovechable de este sistema es su agilidad. Pero un auto-stop del siglo XXI precisaría las siguientes reformas:
- Que el coche no tenga que parar a preguntar a dónde va el otro: La aplicación de smartphone para compartir asientos libres, solo propondrá a un viajero cierto compañero, cuando sabe que ambos tienen trayectos compatibles.
- No llevar a desconocidos, ni montar con desconocidos: Todos los usuarios estarán registrados en la plataforma y habrá un sistema de reputación online basado en las recomendaciones de los compañeros de viajes anteriores. Un viajero podrá ver la fotografía y la reputación del compañero de viaje que le propone la app, de forma que podrá elegir con quién va.
- Todos contribuyen a los gastos del viaje: La plataforma irá calculando la parte de gastos que corresponde a cada pasajero que lleva el coche (según su uso compartido) y, una vez terminado el viaje, recolectará el importe correspondiente a cada uno de ellos, y se lo reembolsará automáticamente al conductor; con una comodidad total para los viajeros.
Mejorando el propio BlaBlaCar
Actualmente, BlaBlaCar es el referente mundial de una plataforma de compartir viajes en coche para ahorrar gastos, y ya ha demostrado en toda Europa las ventajas de aplicar la economía colaborativa a los viajes.
Sin embargo, su modelo de servicio está diseñado para organizar solamente viajes interurbanos que sean programados con cierta antelación, y requiere bastante esfuerzo por parte de sus usuarios.
Esta plataforma permite que los usuarios publiquen los viajes que desean hacer en el futuro, o que busquen alguien que haya publicado un viaje similar al suyo. Su motor de búsqueda detecta conductores y pasajeros que tienen en común tres características muy básicas: la misma ciudad de origen, la misma ciudad de destino y la misma fecha de viaje. Pero luego los usuarios han de ponerse en contacto entre sí para negociar el resto de condiciones del viaje (la hora y el lugar de salida, el precio de cada asiento, el lugar de entrega en destino, etc.)
Para resolver los problemas de las ciudades, habría que reformar este modelo con ciertas mejoras:
- Organizar en tiempo real los viajes compartidos al trabajo: Esta forma de organizar los viajes (que obliga a negociarlos con cierta antelación) es adecuada para ir de fin de semana a otra ciudad; pero no se ajusta a las necesidades de unos viajes mucho más cortos y frecuentes, como los recorridos diarios por la ciudad para ir al trabajo y de vuelta a casa. Los viajes urbanos requieren de un procedimiento mucho más ágil, con una serie de avances tecnológicos para que la plataforma sea capaz de organizarlos en tiempo real, presentando en el acto al compañero de viaje ideal; de modo que el usuario tan solo tenga que aceptarlo para compartir coche inmediatamente.
- Un reparto más equitativo de los costes del viaje: En lugar de fijar un precio por asiento, es preferible que la plataforma tenga establecido un coste por cada kilómetro recorrido, que se divida equitativamente entre el número total de ocupantes del coche (conductor incluido). De esta forma, cuantas más personas compartan el viaje, de mayor ahorro se beneficiarán todas ellas, y se garantizará que el conductor nunca pueda llegar a ganar dinero, sino que tan solo recupere la mayor parte posible de esos gastos que ha pagado con antelación.
Resultados
Los síntomas (problemas percibidos)
Los que percibimos como nuestros principales problemas en las ciudades son:
- La contaminación del aire que respiramos: La mayoría de las grandes ciudades incumplen la normativa europea, cada vez que se da una meteorología anticiclónica que evita la dispersión de los contaminantes.
- Los atascos de tráfico que se forman en la hora punta: En ellos se tarda tres o cuatro veces más tiempo de lo normal, y los coches contaminan un 80% más [1].
- Los problemas de falta de espacio por el aparcamiento: Hay demasiados coches en busca de un sitio para aparcar en el centro de la ciudad y en los lugares de trabajo.
- La carestía del transporte: Es la 3ª partida en los presupuestos familiares (tras la vivienda, y casi con el mismo importe que la alimentación).
Con la movilidad actual, la ciudad no es inteligente
Cuando vemos en su conjunto los problemas de la ciudad, entendemos cómo están relacionados entre sí y detectamos que existe una causa común que provoca todos ellos: La poca eficiencia en el uso de coches particulares.
La ocupación media de los coches que se mueven por Madrid, es tan solo de 1,1 ocupantes por vehículo. Mientras la mayoría de los coches tienen cinco plazas, cuatro de cada cinco de ellos llevan solo al conductor y desaprovechan cuatro asientos libres en cada viaje, con lo que se están desperdiciando unos 4.000.000 de asientos libres al día, en cada una de nuestras grandes ciudades. Para dar idea de la magnitud de este despilfarro de recursos, se desperdician más asientos libres que personas van en metro y autobús juntos.
Discusión
El análisis, el diagnóstico y la investigación (causas y soluciones)
Para hacer un diagnóstico correcto, entendamos que los pretendidos problemas de la ciudad no son más que síntomas de un mal común:
- El tiempo perdido en desplazamientos, es lo que determina el modo de transporte que eligen las personas: Las ciudades son cada vez más grandes y, a medida que aumentan las distancias a recorrer para ir al trabajo, las personas dejan de poder ir andando (o en bicicleta), aumentan sus dificultades para tener una buena combinación en transporte público, aumentan sus tiempos de desplazamiento y muchas sienten que “no les queda mas remedio” que ir al trabajo en coche y, desgraciadamente, ir en coche se suele traducir en ir cada uno en el suyo.
- La demanda de transporte se concentra en las horas punta, mientras que la oferta de plazas de los medios de transporte y la capacidad de las vías de circulación es plana: Millones de personas tienen que moverse todas a la vez, porque están obligadas a viajar en los horarios de entrada y salida del trabajo o de los estudios. A esas horas los medios de transporte se colapsan y las calles se saturan de vehículos. Los servicios de taxi (por mucho que se los llame con una app) o los vehículos de alquiler (aunque sea por horas), nunca podrán resolver los problemas de transporte, por dos motivos: Nunca habrá suficientes para la hora punta (o estarían ociosos el resto del tiempo, perdiendo dinero). Y los trabajadores no pueden permitirse pagarlos dos veces al día.
- Demasiados coches que llevan una sola persona multiplican los problemas y, al final, todo repercute sobre la contaminación: Cuatro personas que van cada una en un coche tienen el efecto directo de contaminar cuatro veces más que si fueran las cuatro en un solo coche. Demasiados coches infrautilizados llevando al trabajo a un solo ocupante tienen el efecto indirecto de superar la capacidad de las vías de circulación, colapsándolas y provocando los habituales atascos de tráfico de la hora punta, en los que cada coche contamina un 80% más de lo normal. Las dificultades para aparcar un coche por cada viajero, causan otro efecto indirecto de hacerles contaminar dando vueltas a la espera de que quede libre una plaza de aparcamiento.
- Compartir los asientos libres cambiará los círculos viciosos en virtuosos: Justo en la hora punta es cuando estarían disponibles la mayoría de los asientos libres de los coches. Aprovecharlos supondrá hacer aflorar una gran abundancia de plazas de transporte (que son gratuitas, porque se iban a desperdiciar), que pueden usar las personas que van al trabajo y de vuelta a casa, para no tener que ir cada una en su propio coche.
- Compartiendo los asientos libres se reduce el coste del transporte, consiguiendo ahorros de hasta el 75% para cada uno de los viajeros, lo que fomenta que sigan compartiéndolos.
- Un coche compartido con tres pasajeros consume y contamina la cuarta parte, porque dejan de moverse los coches de los tres pasajeros.
- Solo uno de cada varios viajeros necesita una plaza de aparcamiento, con lo que la encuentra sin dificultades al no enfrentarse a la competencia de los coches de los pasajeros. Dejar de dar vueltas buscando aparcamiento también reduce el consumo y la contaminación.
- Compartiendo un 15% de los coches (que pueden llevar entre 1 y 4 pasajeros cada uno) se quita del tráfico en hora punta la cantidad de coches suficientes como para que no se alcance el punto de saturación de las vías urbanas, con lo que no se produce el atasco de tráfico que era habitual. Esto hace que, no solo los coches compartidos, sino también todos los coches en circulación, dejen de contaminar ese 80% adicional causado por el atasco de tráfico (How Much does Traffic Congestion Increase Fuel Consumption and Emissions? Applying a Fuel Consumption Model to the NGSIM Trajectory Data, Martin Treiber 2007).
- Sumando todos estos efectos, estimamos que en una ciudad como Madrid, compartir coche en los viajes al trabajo podría ahorrar entre 330.000 y 1.000.000 de Toneladas de emisiones de CO2 al año.
El tratamiento (aplicando el remedio) ¿Qué necesitamos?
Las encuestas (IV estudio comparación online y ahorro Inteligente 2017 Rastreator) muestran que seis de cada diez españoles compartirían coche a diario para ahorrar. Sin embargo, la mayoría siguen tirando el dinero (al ir cada uno en su propio coche) y creando los problemas que ellos mismos acaban sufriendo.
¿Por qué ocurre esto? Porque no conocen a nadie que vaya en su misma dirección y que esté dispuesto a compartir los gastos del viaje yendo en un coche compartido, a pesar de que hay tantas personas moviéndose en hora punta, que existen gran cantidad de trayectos coincidentes y de oportunidades de ahorrar gastos y problemas.
Por lo tanto, se necesita urgentemente poner en marcha una plataforma de RideSharing urbano como la descrita en esta ponencia, dotada de una aplicación de smartphone que ponga muy fácil a estas personas compartir coche al trabajo a diario.
Conclusiones
Mientras que seis de cada diez españoles querrían compartir coche a diario para ahorrar, solo en los coches que circulan por Madrid se están desperdiciando 4.000.000 de asientos libres. Demasiadas personas van solas al trabajo, cada una en su propio coche, porque no conocen a otras con quienes podrían compartir su viaje, para ahorrarse hasta el 75% de los gastos (y los pasajeros, además, disfrutar la comodidad y rapidez de un coche con chofer, a precio de autobús).
Con una app de smartphone que diga en tiempo real a pasajeros y conductores quién más va en su misma dirección (y son muchos yendo a la vez al trabajo en hora punta) podremos quitar del tráfico los coches superfluos, dejar de emitir en cada ciudad del tamaño de Madrid entre trescientas treinta mil y un millón de Toneladas de emisiones de CO2 al año, y acabar con los atascos de tráfico y con los problemas de aparcamiento y de falta de espacio; para que las personas vivamos mejor en unas ciudades con una movilidad más inteligente.
Agradecimientos
- Aceleradora de Proyectos de Alto Potencial en el Vivero de Empresas de Carabanchel, Ayuntamiento de Madrid.
- MAR de movilidad de Vallecas.