Comunicación presentada al VI Congreso Ciudades Inteligentes
Autores
- David López Blanco, Coordinador del servicio de Accesibilidad cognitiva, AFANIAS
- Jacobo Pineda Castro, Psicólogo y Técnico de Accesibilidad cognitiva, AFANIAS
Resumen
La investigación que aquí se presenta estudió la posibilidad de establecer indicadores para evaluar la accesibilidad cognitiva de los edificios. Para ello se evaluaron cuatro edificios (tres centros sociales de atención a adultos y un edificio universitario) con equipos multidisciplinares, formados por arquitectos de la Escuela Superior Técnica de Arquitectura de la UPM, personas de apoyo del Grado de Maestro en Educación Primaria y del Grado de Terapia Ocupacional del CSEU La Salle y personas con discapacidad intelectual de AFANIAS. Tras una evaluación inicial, se elaboró una propuesta de mejora de la accesibilidad cognitiva para cada edificio en base a los indicadores del modelo base, que permitió aplicar los ajustes necesarios a los espacios y edificios y evaluarlos nuevamente, para comparar los datos. De esta manera, se comprobó la eficacia de los indicadores utilizados para determinar si un edificio es accesible cognitivamente o no, y la necesidad de contar con la participación y valoración de las personas con discapacidad intelectual como evaluadores del recorrido. La accesibilidad cognitiva es un componente de la construcción de viviendas y entornos que está aún por desarrollar, y España tiene la oportunidad de ser pionera en este ámbito y contribuir desde el sector inmobiliario y de la construcción a mejorar la calidad de vida de todos, dándole la importancia que merece el componente cognitivo en materia de accesibilidad universal en Edificación.
Palabras clave
Accesibilidad Cognitiva, Investigación, Indicadores, Evaluación, Personas con Discapacidad Intelectual
Introducción
La normativa actual, tanto la propiamente dicha de accesibilidad, Real Decreto Legislativo 1/2013 (Texto Refundido de la Ley General de derechos de las personas con discapacidad y de su inclusión social), como la que la trata transversalmente, Ley 8/2013 (Ley de rehabilitación, renovación y regeneración urbanas), obligaban a realizar ajustes razonables de accesibilidad en edificios existentes antes del 4 de diciembre de 2017. Tras más de dos años y medio de este plazo dichos ajustes siguen pendientes en muchos edificios público y privados, y en materia de accesibilidad cognitiva ni si quiera se han tomado en cuenta.
Tanto a nivel de Accesibilidad Física como de Accesibilidad Sensorial se han realizado ajustes razonables y se ha introducido nuevas directrices en el Código Técnico. En cambio, en materia de Accesibilidad Cognitiva, aunque hay diversas entidades que están trabajando para desarrollar avances en este campo, no hay reflejo ni a nivel técnico ni a nivel legislativo. En parte, por la complejidad para la definición de la Accesibilidad cognitiva y de los elementos que en esta interfieren.
AFANIAS lleva desde 2014 trabajando en una metodología para evaluar la accesibilidad cognitiva en edificios. Nuestro objetivo es que en dicho proceso participen personas con discapacidad intelectual como evaluadores/validadores. Para desarrollarlo hemos podido contar como referencia con el “Modelo para Diseñar Espacios Accesibles” de Berta Brusilovsky Filer (2014). Es un modelo con una base teórica trabajada para desarrollar una evaluación de entornos y que en esta se aplique una metodología participativa con personas con discapacidad intelectual.
AFANIAS y Berta Brusilovsky con el apoyo Vía Célere Desarrollos Inmobiliarios, S.A., crean en septiembre de 2016 “ESPACIO FÁCIL”, un centro de recursos de Accesibilidad Cognitiva comprometido a trabajar en desarrollar metodología, difusión, y aplicación de propuestas de accesibilidad cognitiva. Dentro de ESPACIO FÁCIL se pone en marcha en diciembre de 2016 una investigación para establecer una serie de indicadores medibles de Accesibilidad cognitiva.
La investigación ha sido coordinada por la decana de la facultad de Educación del Centro Superior de Estudios Universitarios Rosario Valdivielso y también ha contado con la colaboración y asesoramiento de los arquitectos del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja (CSIC) Juan Queipo de Llano y Elena Frías.
Dado el escaso número de investigaciones desarrolladas en este ámbito, se aprovechó la oportunidad que significaba la existencia de un modelo para diseñar espacios accesibles, difundido ya, y ampliamente probado en proyectos de ajustes espaciales (entornos y arquitectura) para realizar un estudio de esta índole, que estuviera basado en una justificación ético – política, legal, demográfica y económica. Destacando del estudio la metodología empleada: basada en aspectos arquitectónicos, que incorpora de manera inclusiva como evaluadores a personas con discapacidades intelectuales o del desarrollo.
El trabajo ofreció datos relevantes tras la evaluación efectuada en cuatro edificios tomados como muestra, incluidos sus entornos urbanos de referencia.
Para llevar a cabo la investigación se elaboró un sistema de evaluación, instrumentos de registro y diseño de equipos de evaluación que, basados en el Modelo para diseñar espacios accesibles, espectro cognitivo de Brusilovsky (2014), ha permitido validar 15 indicadores sujetos al comportamiento de los usuarios ya que tenían en cuenta la experiencia y las necesidades específicas de personas con dificultades de comprensión. Los indicadores mostraron su eficacia para determinar si un edificio es cognitivamente accesible o no, ya que demostraron que un aumento en su puntuación coincidía con una mayor facilidad de los Evaluadores del Recorrido, para desplazarse y orientarse.
Las conclusiones indicaron también que, para averiguar si un espacio es accesible, es conveniente contar con la participación de personas con dificultades de comprensión pues ellas son las que ayudan a identificar: qué elementos del espacio y del diseño habría que incluir, modificar o tener en cuenta para ayudar a la orientación y al direccionamiento espacial.
Objetivos y desarrollo de la investigación
La presente investigación tiene como objeto plantear una serie de indicadores medibles que puedan servir para establecer si un edificio cumple con las prestaciones de Accesibilidad Cognitiva suficientes para que no se rompa la secuencia de la accesibilidad. La base teórica con la que se trabaja es el “Modelo para diseñar espacios accesibles” de Berta Brusilovsky (2014).
El modelo establece las definiciones siguientes:
- Seguridad Espacial Cognitiva: Es aquella condición del diseño de entornos y edificios que a través de la ruptura del efecto laberinto y de la creación de un sistema espacial de apoyos permite que se ratifiquen los requisitos DALCO de Deambulación, Aprehensión, Localización y Comunicación.
- Inseguridad Espacial Cognitiva: Es una sensación, una percepción (mental) de uno mismo, que sin ser física de manera inmediata puede llegar a serlo como consecuencia del estrés y de la angustia que puede provocar.
Desde lo planteado en estas definiciones se enuncia que:
Un espacio, por sus características de diseño puede tener la cualidad de ser accesible cognitivamente o no. Para asegurar la accesibilidad cognitiva de dicho espacio, este debe mantener la Secuencia de la Accesibilidad a través de la organización en su continuidad y sucesión y la correcta denominación, señalamiento y resolución de aquellos encuentros donde ésta se rompe. Cuando aparece una fractura en dicha secuencia es cuando se produce el Efecto Laberinto. Este efecto laberinto tiene una consecuencia en la relación de la persona con el espacio cuando esta se desplaza por el mismo y esta es la Inseguridad Espacial Cognitiva. Para evitar la aparición de la misma, se debe resolver los puntos de la secuencia en los que aparece la fractura y así conseguir que el efecto producido en la persona, como resultado de la relación de la misma con el espacio, sea el de la Seguridad Espacial Cognitiva.
Para poder conseguir que un espacio sea accesible cognitivamente, este tiene que presentar SEGURIDAD ESPACIAL COGNITIVA.
Por este motivo, el modelo plantea un SISTEMA ESPACIAL DE APOYOS con una serie de Postulados y componentes. Desde la investigación se ha hecho una reorganización, sistematización y sintetización en 3 dimensiones: Organización de los contenidos, Organización de los Espacios y Referencias Multimodales de Contenido y de Lugar. Estas dimensiones (con sus correspondientes subdimensiones se muestran en el siguiente esquema:
De este esquema, se formulan los siguientes indicadores:
Metodología
La investigación tiene un diseño cuanti-cualitativo. Se considera cuantitativo porque el estudio busca, entre otros objetivos, el poder comprobar la efectividad de unos indicadores para la evaluación de la accesibilidad cognitiva de entornos y edificios y para ello es imprescindible medir el comportamiento de las personas como magnitud de la accesibilidad cognitiva.
Es cualitativo porque describe los hallazgos encontrados en base a los objetivos propuestos que a su vez permiten evaluar el desarrollo natural de sucesos, evitando manipular la realidad.
Con la combinación de ambos enfoques se espera tener datos suficientes que posibiliten establecer las bases de actuación en torno a la accesibilidad cognitiva, y abrir horizontes que permitan plantear nuevas cuestiones.
Fruto del conocimiento existente en este ámbito y siendo conscientes de la necesidad de seguir investigando en este campo, se formula el siguiente problema de investigación:
¿Es posible establecer un sistema de evaluación del comportamiento de las personas en su deambulación por entornos y edificios que garantice su autonomía?
Para dar respuesta a dicho problema de investigación se planteó el siguiente objetivo general:
- Comprobar que el modelo empleado en esta investigación permite desarrollar un sistema de evaluación del comportamiento de personas con discapacidad intelectual para su orientación en entornos y edificios.
Para alcanzar el objetivo general, se proponen los siguientes objetivos específicos:
- Probar si los indicadores del modelo utilizado dan la información necesaria para resolver los problemas de orientación de personas con discapacidad intelectual en el espacio.
- Confirmar si los ajustes diseñados y aplicados modifican la respuesta de personas con discapacidad intelectual.
- Constatar si la lectoescritura es una variable que influya en la orientación espacial de las personas con discapacidad intelectual.
Las fases de la investigación han sido
- Fase 1: Establecer el marco teórico.
- Fase 2: Crear la metodología: selección de participantes, creación de instrumentos de registro, creación de los grupos de evaluación, etc.
- Fase 3: Hacer una evaluación de los edificios antes de las propuestas de mejora en Accesibilidad Cognitiva (en base a los indicadores).
- Fase 4: Analizar los datos recogidos en las evaluaciones, realizar una propuesta de mejora y aplicar las mejoras en los edificios.
- Fase 5: Hacer una evaluación de los edificios después de las mejoras en Accesibilidad Cognitiva (en base a los indicadores).
- Fase 6: Analizar los datos recogidos en las evaluaciones y comprobar si los indicadores propuestos son fiables para medir la accesibilidad cognitiva.
- Fase 7: Redactar conclusiones: Mostrar con datos que Indicadores sirven para evaluar Accesibilidad Cognitiva
La investigación teniendo como base los indicadores, se crea un proceso de evaluación específico en el que participan grupos de evaluación formados por 4 personas:
- Evaluador del Recorrido: Una persona con Discapacidad Intelectual que realiza un recorrido específico por el edificio con una serie de objetivos de evaluación
- Persona de Apoyo 1: Una persona que se encarga de recoger la información que da el Evaluador del Recorrido en formato Cuantitativo.
- Persona de Apoyo 2: Una persona que se encarga de recoger la información que da el Evaluador del Recorrido en formato Cualitativo.
- Evaluador del Espacio: Una persona con conocimientos técnicos de Arquitectura acompaña al grupo y recoge la información del diseño del espacio en un formulario específico para ello.
Para comprobar la eficacia de estos indicadores, los grupos de evaluación realizaron las evaluaciones de varios edificios, con el fin de proponer mejoras de estos en base a la información recogida por los indicadores, adaptar los edificios en función de dichas mejoras, y volver a evaluar los edificios para ver si los indicadores muestran que el edificio ha mejorado en Accesibilidad Cognitiva. Los edificios evaluados en la investigación han sido: Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle, CEPA Pozuelo CEPA Canillejas, AFANIAS Canillejas.
Resultados y datos obtenidos
Una vez recogidos los datos de las evaluaciones de cada uno de los grupos, estos deben transformarse en datos generales del edificio, que muestren la situación de dicho espacio en relación con la accesibilidad cognitiva.
Para la agrupación de los datos en un único valor en cada indicador y edificio se eligió realizar una mediana. La razón para la elección de esta fórmula es el tamaño de la muestra de este estudio. Si uno de los datos se desvía mucho del resto, al no ser la muestra muy grande, el resultado de la agrupación puede variar mucho. En cambio, la mediana recogerá aquel valor que más se repita en el conjunto de las evaluaciones y por tanto será más conservador en el análisis.
Los resultados obtenidos se muestran una tabla que ofrece la siguiente información: indicadores que se están cumpliendo e indicadores que no se están cumpliendo. Pasos de la evaluación en los que se produce mayor continuidad y fractura. Qué indicadores pueden estar afectando y cuáles no. El resultado obtenido se denominará “Registro de la secuencia de la accesibilidad del edificio” (Valdivielso, Pineda, Bruselovsky, Pineda y López2019).
Los registros de las evaluaciones previas a las mejoras permiten conocer los puntos donde es necesaria la realización de ajustes en el espacio, mientras que los indicadores y las respuestas cualitativas del Evaluador del Recorrido permiten conocer qué aspecto del diseño es el que está fallando y qué ajustes se pueden aplicar para resolverlo. Por ejemplo, si en un registro se obtiene que en el paso 2 el porcentaje de grupos que han tenido continuidad ha sido de un 15%, se podrá afirmar que en ese punto del recorrido hay una importante fractura. Pasaremos a comprobar qué indicadores no se han cumplido. Si “Puerta principal de acceso identificada” tiene un 1, “Ausencia de interferencias visuales y físicas” tiene un 0 y “Semántica clara” tiene un 0,5. Quiere decir que los ajustes tienen que ir orientados a eliminar las interferencias visuales y físicas y que los elementos de identificación se deben modificar para que sean más claros. En todo caso, se deberá retroceder a fases de los datos anteriores para saber si el problema se encuentra en la presencia o no del elemento de diseño o si se encuentra en la función de orientación de dicho elemento.
Conclusiones
Dado el escaso número de investigaciones desarrolladas en este ámbito, se aprovechó la oportunidad que significaba la existencia de un modelo para diseñar espacios accesibles, difundido ya, y ampliamente probado en proyectos de ajustes espaciales (entornos y arquitectura) para realizar un estudio de esta índole, que estuviera basado en una justificación ético – política, legal, demográfica y económica. Destacando del estudio la metodología empleada: basada en aspectos arquitectónicos, que incorpora de manera inclusiva como evaluadores a personas con discapacidades intelectuales o del desarrollo. El trabajo ofreció datos relevantes tras la evaluación efectuada en cuatro edificios tomados como muestra, incluidos sus entornos urbanos de referencia.
Para llevar a cabo la investigación se elaboró un sistema de evaluación, instrumentos de registro y diseño de equipos de evaluación que, basados en el Modelo para diseñar espacios accesibles, espectro cognitivo de Brusilovsky (2014), ha permitido validar 15 indicadores sujetos al comportamiento de los usuarios ya que tenían en cuenta la experiencia y las necesidades específicas de personas con dificultades de comprensión. Los indicadores mostraron su eficacia para determinar si un edificio es cognitivamente accesible o no, puesto que demostraron que un aumento en su puntuación coincidía con una mayor facilidad de los Evaluadores del Recorrido, para desplazarse y orientarse.
Las conclusiones indicaron también que, para averiguar si un espacio es accesible, es conveniente contar con la participación de personas con dificultades de comprensión pues ellas son las que ayudan a identificar: qué elementos del espacio y del diseño habría que incluir, modificar o tener en cuenta para ayudar a la orientación y al direccionamiento espacial.
Bibliografía
- Brusilovsky, B (2014): Accesibilidad cognitiva. Modelo para diseñar espacios accesibles. 1ª Edición, Colección Democratizando la Accesibilidad Vol. 6. La Ciudad Accesible. Granada.
- Valdivielso, R., Pineda, J., Brusilovsky, B., López, D., 2019. Estudio de indicadores de accesibilidad cognitiva en entornos y edificios. Indivisa, Boletín de Estudios e Investigación Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle. Madrid.