Comunicación presentada al III Congreso Ciudades Inteligentes:
Autores
- José Magro, Gerente de Medio Ambiente, AENOR
- Alejandro Rodríguez, Técnico de Medio Ambiente, AENOR
Resumen
Hoy en día nuestra economía de mercado se basa principalmente en un consumo lineal de recursos según un modelo del tipo «extraer-fabricar-consumir-tirar». A pesar de los esfuerzos para reducir los impactos ambientales y aumentar el reciclado, este modelo no es sostenible a largo plazo, dado el crecimiento previsto de la población mundial, el urbanismo y la escasez de recursos existente. La economía circular, nace para dar solución a este problema promoviendo una gestión de los residuos mucho más eficiente en la que estos se convertirían en recursos. Esto tiene especial interés y dificultad en el ámbito municipal. La Comisión Europea ha adoptado un ambicioso nuevo paquete de medidas para impulsar la transición de Europa hacia una economía circular, fijando unos objetivos claros de reducción. En esta línea, AENOR ha desarrollado la certificación «HACIA RESIDUO CERO». Esta, que fue lograda recientemente por LIDL de forma pionera, evalúa las acciones para evitar que las distintas fracciones de residuos que generan tengan como destino la eliminación en vertedero. Es el momento de que los municipios se incorporen a este nuevo modelo económico dado los objetivos de valorización marcados por la comisión europea.
Palabras clave
Economía Circular, Residuo Cero, Residuos Municipales, Gestión de Residuos, Certificación
¿Qué es la economía circular?
La economía circular consiste en un ciclo continuo de desarrollo positivo que conserva y mejora el capital natural, optimiza el uso de los recursos y minimiza los riesgos del sistema al gestionar una cantidad finita de existencias y unos flujos renovables. Además, funciona de forma eficaz en todo tipo de escalas (Ellen MacArthur Foundation, 2015).
La economía circular persigue un modelo similar al de la naturaleza en el cual los residuos pasarían a ser recursos, al final de la vida útil del producto. El fin último de esta nueva filosofía es minimizar al máximo posible la eliminación del residuo en vertedero, valorizando el residuo por medio de la prevención, reutilización, reciclado y/o valorización energética, antes de ser eliminado; tal y como se observa en la Figura 1.
El 2 de Julio de 2014, la Comisión Europea presentó su paquete de economía circular, el cual incluía una comunicación y modificaciones en tres directivas; la directiva marco de residuos, la de vertido y la de envases (Orgado, 2014). El principal objetivo de este paquete es conseguir que los ciudadanos europeos reciclen el 70% de sus residuos municipales para el año 2020 y el 80 % de los residuos de envases para el 2030. Todo esto con el fin de que en el año 2050 se prohíba arrojar residuos reciclables en vertedero.
La economía circular supondrá un cambio de paradigma, ya que dentro de la misma, los productos se piensan, se diseñan y se fabrican teniendo en cuenta toda su vida útil: producción, transporte, distribución, utilización y fin de vida, tal y como se observa en la Figura 2.
Junto con el claro beneficio ambiental que produciría esta nueva estrategia económica, es importante resaltar su impacto en cuanto a la creación de puestos de trabajo. Según datos de la propia Comisión Europea, se posibilitaría hasta 580.000 nuevos puestos de trabajo en el sector, en un tipo de actividad que “cierra el ciclo de vida de productos y energías y ofrece nuevas posibilidades en la valorización de los residuos”.
Dentro de los principios de la economía circular también se incluye la utilización de energías renovables y locales. Evitando así el contrasentido de extraer la energía para un proceso de fabricación de un producto o el proceso de valorización de un residuo, por medio de una energía contaminante, costosa y lejana. Es por esto que la economía circular promueve que la producción de energía sea de una fuente lo más próxima posible y renovables (Orgado, 2014).
Además, la economía circular promueve un cambio de mentalidad en la sociedad fomentando la compra de servicios frente a productos. Esto ya lo estamos viendo en distintas iniciativas de “car&sharing” que van llegando a nuestras ciudades como respuestas a una movilidad sostenible (Car2go, Blablacar, Emov, etc.). Este cambio de mentalidad pretende también fomentar la reparación y reutilización de productos frente a la filosofía del “usar y tirar” (Orgado, 2014).
En resumen, los ejes principales sobre los que gira la economía circular, son:
- La prevención y el reciclado de residuos.
- La paulatina erradicación del vertido hasta convertirse en algo residual.
- La optimización de los envases.
Municipios y Economía circular
Actualmente el horizonte de la UE respecto al porcentaje de residuos a reciclar se ha rebajado. Si bien era un 70% para el año 2020, el nuevo objetivo es conseguir un reciclado de un 65% de los residuos municipales de aquí al 2030 (Comisión Europea, 2015). Según AEMA el porcentaje de residuos municipales destinados a vertedero en los 32 países miembros – se redujo del 49% en 2004 al 34% en 2014. Cabe destacar países como Austria, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Países Bajos, Noruega, Suecia y Suiza que prácticamente han dejado de producir residuos. En la Figura 3, se observa las cifras de reciclado de residuos municipales EU-34.
En el caso de España se observa un considerable aumento del reciclaje, aunque este resultado puede estar influenciado por la crisis económica que el país ha sufrido durante dicho periodo y al subsecuente cambio en los hábitos de consumo.
De acuerdo al grupo de reflexión sobre innovación y economía circular en la gestión de residuos que tuvo lugar en IFEMA (Foro de las ciudades) 15-17 de Junio 2016, en España, los principales problemas/retos se podrían resumir en (Grupo de Reflexión sobre Innovación y Economía Circular en la Gestión de los Residuos, 2016):
- Evitar que los residuos vayan a vertedero. En España la cantidad de residuos que se destinan a vertedero sigue siendo muy alta.
- La gestión de los Biorresiduos no es adecuada ya que en la legislación existe un conflicto entre conceptos de compost/material bioestabilizado; fin de la condición de residuo; subproducto).
- No hay un canal de comunicación efectivo entre técnicos-legisladores; legisladores ciudadanos que permita elaborar herramientas legislativas mejor adaptadas a las condiciones reales del sector y cumplir con los objetivos de la Comisión Europea.
- Se ha de fomentar la participación pública. A menudo el ciudadano duda de los actuales sistemas de gestión y los mensajes emitidos por diversas fuentes suelen ser generalistas y superficiales.
- La concienciación no sólo debe de recaer en el ciudadano sino que debe llegar también al tejido político.
- Se requiere un consenso entre las comunidades autónomas para que todas respondan al unísono.
A pesar de estas dificultadas, en la siguiente tabla se presentan cinco ejemplos de municipalidades que están avanzando de acuerdo a la economía circular en España.
Certificación del residuo cero en el Ámbito de la economÍa circular
La evaluación de la conformidad –certificación, verificación, inspección- es un proceso en el cual AENOR, como entidad de certificación, comprueba que un producto, servicio u organización cumple con los requisitos definidos en las normas o especificaciones técnicas. Fruto de su cumplimiento se otorga el certificado de conformidad que respalda a las organizaciones de cara a terceros.
Para realizar esta actividad, es necesario que la entidad tenga una competencia técnica mínima, de forma que pueda ofrecer un servicio con absoluta fiabilidad e independencia. El mecanismo existente para garantizar estas premisas es la acreditación, función que desempeña ENAC (Entidad Nacional de Acreditación).
Son numerosos los beneficios de una certificación pero fundamentalmente cabe destacar la confianza que genera frente a terceros. La evaluación de la conformidad tiene como objetivo establecer relaciones de confianza entre los grupos de interés de cualquier organización pública o privada
Residuo cero
Desde AENOR se ha creado el esquema “Hacia Residuo Cero” que pretende dar respuesta al modelo de la Economía Circular. A este esquema de certificación puede acceder cualquier tipo de organización/municipio que garantice la valorización (reutilización, reciclado o valorización energética) de los residuos que genera, evitando así la gestión de los mismos mediante depósito en vertedero.
Esto no implica la no generación de residuos sino una gestión organizada de los mismos que permita reducir su generación, prepararlos para ser reutilizados y/o transformar el residuo en materia prima, avanzando hacia una economía circular.
Este esquema permite certificar el porcentaje de valorización que se haya realizado a cada fracción de residuo incluida dentro del alcance. Una empresa/municipio certificado “Hacia Residuo Cero” no solo estará asegurando que el porcentaje de valorización es real, sino que asegura la trazabilidad de los residuos, así como su cumplimiento legal.
Internamente, esta certificación les permite optimizar procesos, adelantarse a las disposiciones legales que vayan desarrollándose, disminuir los costes derivados de la gestión de residuos y obtener ingresos extra por la gestión de esos materiales.
Externamente, el certificado contribuye a ofrecer una imagen de organización comprometida con la economía circular y es compatible con otros proyectos sociales en materia de responsabilidad social.
El caso de Lidl
La certificación Residuo Cero, que fue lograda recientemente por Lidl de forma pionera, establece como base evaluar la conformidad de las acciones de valorización de los residuos que llevan a cabo las empresas, evitando que las distintas fracciones de residuos que generan tengan como destino la eliminación en vertedero.
En Lidl Supermercados se gestionan miles de referencias de productos de bazar al año a través de sus más de 535 tiendas de España. Con el fin de garantizar la sostenibilidad en el proceso de gestión de estos artículos, Lidl puso en marcha en 2013 un ambicioso proyecto de mejora, con el objetivo de reducir a cero los residuos que acaban en el vertedero al final del proceso.
Además de la eliminación total de residuos destinados a vertedero, los cambios introducidos en la manera de gestionar los remanentes de stock han supuesto la reducción de un 8% de los costes asociados a este proceso y la generación de puestos de trabajo adicionales.
Esta certificación acredita que Lidl gestiona correctamente los productos de bazar (residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, plásticos y textil) que se distribuyen en sus establecimientos en España y que, en caso de no ser comercializados, se recogen, clasifican y recuperan eficientemente de manera centralizada en una plataforma logística. Allí se procesan para su donación, reutilización, reciclaje y valorización, volviéndolos a reintegrar en el sistema como nuevos recursos o materias primas, evitando el vertedero como destino final.
Entre otras ventajas, esta certificación contribuye al ahorro de materias primas, a la sostenibilidad económica y a la conservación de los recursos naturales y los ecosistemas, cuidando el medio ambiente; pilar básico dentro de la política de Responsabilidad Corporativa de Lidl.
Discusión y conclusiones
Actualmente la sociedad se encuentra en un momento de cambio, del antiguo modelo económico lineal (usar y tirar) al concepto de economía circular que es modelo más parecido al existente en la naturaleza, donde al final de la vida de un producto, sus residuos son de nuevo aprovechados e introducidos en la cadena convirtiéndose en recursos. Este cambio, está apareciendo en las sociedades desarrolladas de manera incipiente, pero se pronostica que tendrá un gran auge en un futuro cercano ya que es la base a de una economía sostenible. Tal y como se ha visto anteriormente, los municipios jugarán un papel fundamental dentro de la economía circular y especialmente a la hora de gestionar sus residuos.
AENOR ha creado la certificación “Hacia Residuo Cero”, como respuesta a una creciente demanda de la sociedad, que pide empresas y municipios cada vez más responsables y sostenibles. Esta certificación ofrece un distintivo para todas aquellas empresas y municipios que quieran empezar a formar parte de esta nueva filosofía, adelantándose a la legislación vigente y sacando la máxima rentabilidad de todos sus residuos. Este certificado, no solo permite ser más competitivos, eficientes y gestionarse mejor, sino que además permite que la sociedad identifique las empresas/municipios que gestionan sus residuos de manera sostenible y dentro de la economía circular.
Referencias
- Albacetecapital, 2015. Castilla-La Mancha presenta su candidatura para ser elegida región modelo europea en el ámbito de la economía circular. Albacete Capital, 1 Diciembre.
- Comisión Europea, 2015. Closing the loop: Commission adopts ambitious new Circular Economy Package to boost competitiveness, create jobs and generate sustainable growth. Notas de Prensa de la Comisión Europea, 02 Diciembre.
- Ellen MacArthur Foundation, 2015. Circular Economy Overview. [Último acceso: 18 Enero 2017].
- Gabinete de Comunicación Comunidad de Madrid, 2016. [Último acceso: 30 Enero 2017].
- Gobierno de La Rioja, 2016. Plan Director de Residuos de La Rioja 2016-2026. [Último acceso: 31 Enero 2017].
- Grupo de Reflexión sobre Innovación y Economía Circular en la Gestión de los Residuos, 2016. Ideas Clave sobre Innovación y Economía Circular en la Gestión de Residuos Municipales, Madrid: Catedra de Ecoembes – Universidad Politécnica de Madrid.
- Iagua, 2016. Aguas de Barcelona impulsará proyectos de economía circular en Sant Feliu de Llobregat. Notas de Prensa Iagua.
- Junta de Extremadura, 2016. Extremadura lidera el proyecto internacional SYMBI para la transición hacia una economía más eficiente. [Último acceso: 31 Enero 2017].
- Orgado, C. M., 2014. Los Retos de los residuos municipales. s.l.:Presidente de Honor – Fundación para la Economía Circular.