Comunicación presentada al IV Congreso Ciudades Inteligentes
Autoras
- Guadalupe Guerrero, Docente e Investigadora, Universidad Argentina de la Empresa (UADE)
- Danna Acosta, Consultora y Asesora en Innovación, Marketing y Turismo
Resumen
El temprano desarrollo de ciudades inteligentes en Latinoamérica, sumado al surgimiento del concepto de smart destination impulsado por España y por sobre ello, la importancia relativa del turismo como actividad económica estratégica para estos países. Da lugar a una nueva tendencia de desarrollo con enfoque en estrategias transversales de ciudad inteligente y de destino inteligente. El presente artículo tiene como objetivo reflexionar sobre las simbiosis entre la gestión urbana y la gestión turística en destinos de Latinoamérica, identificando los principales retos que afrontan así como las estrategias y soluciones que están generando para convertirse en verdaderos sitios inteligentes.
Palabras clave
Ciudades Inteligentes, Destinos Inteligentes, Smart Destination, Smart Cities, Tendencias, Desarrollo Inteligente, Latinoamerica, Destinos Latinoamericanos
Introducción
Como respuesta a la necesidad de eficiencia y sostenibilidad, en el siglo XXI, surge un nueva tendencia de desarrollo y gestión urbana: las ciudades inteligentes, usualmente conocidas por su denominación en inglés “Smart Cities”: se trata de la integración de tecnologías de información y comunicación (TIC), y otros medios tecnológicos, para optimizar la eficiencia en la gestión de los servicios públicos y proveer de información sistematizada para la toma de decisiones, ante los grandes retos urbanos.
Cercano a la Ciudad Inteligente, ha surgido recientemente el concepto de Destino Inteligente; se trata de un destino turístico especialmente preparado para facilitar y mejorar la experiencia de los visitantes por medio de la aplicación de tecnologías e innovaciones en el entorno, así como velar por una gestión más sustentable de los activos y los recursos naturales de la localidad. Dado la transversalidad de la actividad turística, los Destinos Inteligentes se caracterizan por enfocarse en ejes que exheden a la gestión turística: gobernanza, innovación, sostenibilidad, tecnología y accesibilidad. Y en este sentido, cuando se trata de ciudades turísticas, ambos modelos – el de ciudad y destino Inteligente – presentan sinergias porque comparten un mismo fin: mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Debido a la particularidad que presentan los destinos turísticos de latinoamérica, en su condición de ciudades pertenecientes a países emergentes, respecto a los modelos de ciudad y destino inteligente impulsados por países desarrollados, como España y Estados Unidos y a la potencialidad que supone indagar los fenómenos a escala local. El propósito de este artículo es analizar los grandes retos que tienen las ciudades latinoamericanas respecto a la adaptación de estos modelos, que en muchos casos surgen de manera paralela y se retroalimentan a través de proyectos específicos. Se tratará de dar respuesta al siguiente interrogante: ¿Las principales ciudades-destino de latinoamérica están preparadas para adoptar estos nuevos modelos de inteligencia territorial?
Ciudades y Destinos Inteligentes: repensar el futuro de las ciudades y el turismo
Aunque no existe una definición consensuada, debido a la novedad del fenómeno, una ciudad inteligente se refiere a aquella que a través de la tecnología y la innovación, busca la sostenibilidad ambiental, económica y social del territorio en post a la mejora de calidad de vida de sus residentes. Según el libro blanco Smart Cities, el propósito final de una ciudad inteligente es alcanzar una gestión eficiente en todas las áreas o sistemas de una ciudad con el fin de satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
Para definir y ponderar la inteligencia de las ciudades, el ranking mundial elaborado por el Centro de Globalización y Estrategia del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE), establece 10 dimensiones fundamentales para una ciudad: capital humano, cohesión social, economía, gestión pública, gobernanza, medioambiente, movilidad y transporte, planificación urbana, proyección internacional y tecnología.
Considerando las dimensiones planteadas por la IESE, el modelo de inteligencia urbana tiene implicancias en todas las actividades económicas que se desarrollen en la ciudad, entre ellas, la actividad turística. Deviene de ello, las características del turismo, que entendido como una actividad transversal a los diferentes sistemas de una ciudad (transporte, ambiente, cultura e identidad, economía, etc), es afectado por los cambios sociales, culturales, económicos del entorno.
Asimismo, las ciudades, como lugares donde se concentran el talento humano, la cultura, la innovación y la toma de decisiones han dinamizado la actividad turística como estratégica para el posicionamiento internacional y la puesta en valor de la cultura local. Las principales ciudades del mundo son visitados por turistas quienes también hacen uso de los diferentes sistemas urbanos.
En esta línea se puede mencionar que las ciudades más turísticas se encuentran impulsando un modelo de Ciudad Inteligente. 9 de las 10 ciudades con más visitas de turistas según el Gloabl Destination Cities Index 2017, están dentro de las 100 ciudades más inteligentes del mundo según Cities in Motion INDEX 2017. Y cinco de ellas (Londres, París, Nueva York, Seúl y Tokio) dentro de las 10 ciudades más inteligentes. Asimismo, las tres ciudades más inteligentes del mundo reciben más de 12 millones de turistas anuales. Destacando Londres, con 19 millones de turistas seguido por París y Nueva York con 15,45 mm y 12,70 mm de turistas respectivamente. En este aspecto, Buhalis & Amaranggana (2015) invitan a pensar que los antecedentes teóricos de los destinos turísticos inteligentes se vinculan con la idea de ciudades inteligentes. España es un claro ejemplo de tal accionar, diseño el programa Smart Destination, enmarcado en el Plan Nacional de Ciudades Inteligentes.
Según Segittur (2016) un Destino Inteligente es: “un destino turístico innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia, que garantiza el desarrollo sostenible del territorio turístico, accesible para todos, que facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino, a la vez que mejora la calidad de vida del residente. La consecuencia de la reconversión es la estimulación y el incremento de la competitividad a través de la capacidad innovadora, que repercute en una mejora de la percepción del destino, generando márgenes superiores de la calidad de vida de los residentes”
La plataforma tecnológica y sostenible que plantea el modelo de inteligencia en las ciudades, son el principal activo para el desarrollo de un turismo inteligente. Con la tecnología integrada en todas las organizaciones y entidades, los destinos aprovechan las sinergias entre la tecnología y sus componentes sociales para apoyar el enriquecimiento de las experiencias turísticas. Al aplicar el concepto de inteligencia para abordar las necesidades de los viajeros antes, durante y después de su viaje, los destinos pueden aumentar su nivel de competitividad, uno de los principales desafíos para las gestiones turísticas de las ciudades.
En el libro blanco de destinos inteligentes, Segittur (2016) aborda el fenómeno considerando el innegable paralelismo con las ciudades inteligentes, pero identificando una serie de aspectos diferenciales:
Este análisis de las diferencias entre una ciudad inteligente y un destino inteligente, permite tener un acercamiento no sólo a las diferencias propiamente descriptivas, sino también de las implicancias y el aporte que puede generar un modelo turístico inteligente en aspectos no comprendidos en los modelos de ciudad inteligente y que sin embargo están presente en la estructura de la ciudad como la presencia de turistas y su relación con el territorio, los servicios y las prestaciones por las que paga en su estadía. Es decir, suma al concepto de ciudad inteligente, la importancia de entender y satisfacer a una demanda turística cada vez más informada y exigente, a los fines de posicionarse en el mercado global y tener una proyección internacional, objetivos también de una ciudad inteligente.
El desarrollo del turismo sobre las bases de una ciudad inteligente es una valiosa herramienta al servicio de la política turística de un determinado espacio territorial, que permite gestionar el territorio de forma más competitiva. De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la competitividad de un destino turístico se relaciona con la habilidad del lugar para optimizar sus atractivos para los residentes y no-residentes, entregar a los consumidores servicios turísticos de calidad, innovadores y atractivos, y ganar cuotas de mercado del mercado doméstico y global, asegurando a la vez que los recursos turísticos sean utilizados eficiente y sustentablemente para asegurar su disponibilidad
El logro de los beneficios esperados en un destino inteligente está supeditado a un proceso de cambio en todos los niveles (economía, gestión, innovación y sostenibilidad turística) que requiere la transformación de la gestión turística actual de acuerdo con las posibilidades tecnológicas y la capacidad de actuación local (INVAT.TUR 2015). Y estas posibilidades tecnológicas y de capacidad de actuación local, se pueden hallar en un modelo de ciudad inteligente no sólo paralelo, sino integral con la actividad turística. Llegando de este modo, a hacer extensivas las iniciativas smart city no sólo para los ciudadanos (público objetivo de las ciudades inteligentes), sino también para los turistas (público objetivo de los destinos inteligentes) y entender el espacio urbano no como una ciudad sino como un destino.
Ciudad Inteligente y Destino Inteligente en Latinoamérica
Las ciudades latinoamericanas continúan afrontando problemas estructurales. Esto está relacionado directamente con su capacidad fiscal: los bajos ingresos y el elevado gasto público a nivel local resultan en presupuestos reducidos para la inversión y en una alta dependencia de transferencias de otras esferas gubernamentales. (BID, 2016). El turismo en este contexto, se posiciona como una vía para alcanzar el posicionamiento mundial que permite, la toma de decisiones comerciales, la obtención de financiamiento internacional, entre otros aspectos.
La inteligencia turística sugiere tener una visión que permita un desarrollo adaptativo, evolutivo y escalable, dado que los municipios son diferentes en tamaño, personalidad, capacidad de evolución y crecimiento (historia, recursos). Por tanto, cada ciudad debe definir su propio modelo con el objetivo de avanzar y adaptarse a los requerimientos del entorno.
Según el ranking de IESE Cities in motion, en 2017 las ciudades más inteligentes de Latinoamérica fueron: Buenos Aires (Argentina), Santiago (Chile), Ciudad de México (México), Medellín (Colombia) y Montevideo (Uruguay). Tres de ellas coinciden con los 27 destinos distinguidos por el Travel choice de tripavisor 2017, en donde es importante aclarar que se eligen destinos urbanos como destinos rurales. En este ranking, Buenos Aires se ubica en el 3° puesto mientras Santiago de Chile y Medellin alcanzan el 7° y 24° puesto, respectivamente. En este sentido, nos encontramos que en Latinoamérica los modelos de ciudad inteligente y destino inteligente, en algunos casos se conciben de manera simultánea, dado en general por las sinergias entre ambos modelos planteados en el punto anterior y en particular debido a diferentes factores:
- La consideración del sector turístico como sector económico estratégico de países, ciudades y destinos. El turismo genera 1 de cada 11 empleos, consolidando el sector como un motor clave en el desarrollo económico. Como tercer sector de exportación en el mundo, el turismo es esencial para la creación de empleo y la prosperidad de las comunidades. (OMT, 2017). Según datos de OMT las llegadas de turistas internacionales en América aumentaron un 3% recibiendo 207 millones de llegadas de turistas internacionales en 2017. Sudamérica (+ 7%) lideró el crecimiento. La importancia del sector en los países de la región y los retos que enfrentan para lograr un desarrollo turístico sostenible y mantener la competitividad en un mercado global se enmarcan también en desafíos planteados como urbes.
- Temprano desarrollo de ciudades inteligentes y complementariedad con los modelos de destino inteligente: Como antecendete en latinoamericana, desde el 2011 el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) impulsa el desarrollo de ciudades sostenibles hoy asociado a las ciudades inteligentes. Asimismo, con los aportes y transferencias de SEGITTUR en latinoamerica (programa Smart destination y el Sistema de Inteligente Turística), algunos destinos comenzaron a incorporar en sus agendas programas enmarcados en inteligencia turística.
- Asistencia financiera para la concreción de objetivos sostenibles: Muchas de las acciones gubernamentales en post a la sostenibilidad e inteligencia en latinoamerica se encuentran financidas por organismos internacionales, regionales o nacionales. Ejemplo de ello es el accionar la Iniciativa Ciudades Emergentes y Sostenibles (ICES), un programa lanzado por el BID en 2011 con el objetivo de apoyar a ciudades intermedias de ALC a enfrentar sus retos de sostenibilidad a corto, mediano y largo plazo.
Ejes de un destino inteligente: cómo se están implementando en Latinoamérica
Si bien el Destino Inteligente aplica varias de las tecnologías asociadas a las Ciudades Inteligentes, es un concepto que excede los ámbitos urbanos puesto que muchos destinos turísticos no se encuentran en ciudades. A su vez, los Destinos Inteligentes se caracterizan por enfocarse en cinco ejes: gobernanza, para dirigir eficientemente al sector turístico en los distintos niveles de gobierno y con los diferentes actores, mediante formas de coordinación y colaboración; tecnología que incremente la competitividad y eficiencia; sostenibilidad para atender las necesidades de los viajeros futuros (preservando lo local); accesibilidad para asegurar que todos los visitantes puedan disfrutar de su experiencia y generar una interacción entre los turistas, el destino y los prestadores de servicios para obtener devoluciones de sus experiencias que alimenten la mejora continua e innovación para actualizar su oferta de servicios.
La gobernanza turística responde a la existencia de una planificación estratégica participativa, un mapa de ruta para orientar las acciones hacia una visión en común; a la existencia de mecanismos y estructuras de cooperación entre las diferentes áreas de gobierno, con otros gobiernos regionales e internacionales y con los diferentes actores clave; y finalmente, al fortalecimiento institucional relacionado a la capacitación de los actores públicos respecto a la inteligencia turística. De acuerdo al Informe Global de Viajes y Turismo del Foro Económico Mundial (2015), el desarrollo del sector turístico provee grandes beneficios económicos y sociales para los países, pero que para ser exitosos en esto, deben llevar adelante esfuerzos coordinados entre distintos ministerios, así como articulaciones público-privadas para superar obstáculos financieros, institucionales y organizacionales.
Las relaciones entre diferentes áreas de gobierno, así como también la planificación estratégica, permite conciliar proyectos enfocados en los ejes de trabajo bajo una misma visión: convertir al destino en un destino inteligente. Ejemplo de ello es Santiago de Chile. A partir de un trabajo colectivo entre los principales actores públicos, privados, la academia y los gremios de la industria del turismo, el Programa Estratégico Nacional de Turismo Sustentable, Transforma Turismo, ha logrado poner en marcha en la Ciudad diversas iniciativas que tienen como foco definir un modelo adaptable de Destino Turístico Inteligente y Sustentable que contribuya a mejorar la calidad y sustentabilidad de la ciudad, a partir de la incorporación de procesos de gestión de destinos en base a TICs para que se conviertan en Destinos Turísticos Inteligentes y Sustentables (DTIS).
Por su lado, la innovación permite mejorar la competitividad empresarial favoreciendo la sofisticación y creatividad en la oferta, la innovación en los modelos de negocio y procesos, la diversificación de experiencias, la incorporación de tecnología para agregar valor a productos y servicios, mejorar la gestión de los negocios turísticos en un marco de desarrollo sustentable y promover la generación de robustas gobernanzas para una gestión coordinada y eficaz de los destinos.
Como ejemplo se puede mencionar a la Ciudad de Buenos Aires, quien por tercer año consecutivo ejecuta el programa InnovaturBA, dirigido a los diferentes actores claves del sector (emprendedores, universidades, empresas y sector público). El programa tiene como objetivo promover el desarrollo de la innovación en la cadena de valor turistica tendiente a elevar sus niveles de sustentabilidad y adopción de nuevas tecnologías, propiciando el acceso a la información sobre conceptos, técnicas y herramientas financieras pertinentes. El programa consta de cuatro proyectos: las Jornadas, un espacio abierto que invita a reflexionar en diversas temáticas para el sector; el Ciclo de Talleres, espacios co-creación dirigidos a emprendedores y pymes turísticas interesados en transformarse en agentes de innovación del sector; Desayunos Empresariales, como espacios de reflexión sobre diferentes experiencias de emprendedores y actores claves de la innovación para analizar los beneficios de nuevos modelos de negocios basados en la sostenibilidad, innovación y tecnología; y finalmente InnovaTur Universidades, ciclo de actualización que invita a los futuros profesionales del turismo a visualizar la transformación en el sector, el impacto de la tecnología en el turismo hoy y a repensar el futuro de la Ciudad como destino turístico a partir de las principales tendencias. La ciudad de Bogotá a traves de Labitur también apuesta a este tipo de programas de fomento a la innovación como factor de la calidad e impulsor de la competitividad de los destinos en latinoamérica.
Frente a un nuevo turista digital que busca la omnipresencia del destino en todo el ciclo de viaje. La tecnología ha sido un medio para conectarse con el viajero e incrementar su experiencia. En mayor o menor medida, los destinos latinoamericanos han optado por la aplicación de diferentes soluciones digitales para incrementar la experiencia del turista en el destino (Wi-fi gratuito, aplicaciones para smartphones, pagos vía móvil, tecnología RFID, tecnología NFC, códigos QR, wearable technologies, realidad virtual, realidad aumentada, cloud computing, internet of Things (IoT), monedas virtuales, web para DTIs, entre otras). Asimismo, mediante la utilización de internet y el registro de acciones como el etiquetado de personas en lugares, fotografías y actividades georreferenciadas; la búsqueda de información sobre locaciones de interés, la evaluación de destinos, y otras acciones complejas que involucren traspaso de información, destinos como Tequila en México y Buenos Aires en Argentina han avanzando en la implementación de sistemas de big data para la elaboración de paneles de control para la mejora en la toma de decisiones estratégicas.
Tequila en México -certificado como Smart Destination por SEGITTUR-, a través de Tequila Espíritu de México (TEM) desarrolla diferentes proyectos con el objetivo de convertir al pueblo de Tequila, Jalisco (México), en un destino turístico, cultural y sustentable e inteligente para el año 2020. Y para hacerlo, decidieron recurrir a tecnologías y el desarrollo de un Plan Director de Destino Turístico Inteligente que engloba la creación de la página de promoción turística online con NatGeo, el desarrollo de una aplicación móvil, el diseño y ejecución de la estrategia de comunicación online y redes sociales, la puesta en marcha de una plataforma tecnológica para la Smart City, la implantación de un sistema de seguridad y movilidad monitorizado o el despliegue de Red WIFI en el centro histórico. Por su lado, la Ciudad de Buenos Aires, además del desarrollo del Sistema de Inteligencia Turística BA basado en big data; cuenta con diferentes soluciones digitales urbanas de aprovechamiento para el turista como mapas interactivos, red de wifi gratuitas, sensorización. Asi como también soluciones netamente turísticas como BA Turismo, una aplicación de recomendaciones y sugerencias para poder realizar un viaje por la ciudad sin inconvenientes; BA.tours Una tienda online de experiencias turísticas como novedosa plataforma de comercialización online; y BA.planner, un organizador de viaje que te permite ver actividades en tiempo real que se desarrollan en la ciudad.
Finalmente, el eje de la sostenibilidad y la accesibilidad representa grandes desafíos para los destinos del mundo en general y los destinos latinoamericanos, en particular. En primer lugar porque precisa transversalidad con otras áreas de gobierno y actores de la ciudad en sistemas urbanos estructurales (movilidad, arquitectura, empleo, calidad de vida, economía, cultura, patrimonio, entre otras).
Desde el ámbito turístico la sostenibilidad y la accesibilidad se ha trabajado como factores de calidad de la experiencia turística, respondiendo a una demanda cada vez más sensible respecto a los desafíos de desarrollo sostenible (ODS). En este sentido, la sostenibilidad ambiental, económica y social se ha fomentado a través de programas de calidad turística, impulsados por los gobiernos locales a los fines de sensibilizar a la oferta turística y promover un turismo responsable con el ambiente y las personas. Hay casos destacables como Cozumel, en México, también certificado como Smart Destination. La isla -que es un área protegida- desarrolló la Agenda 21 Cozumel de manera consensuada con los diferentes actores, al mismo tiempo que cuenta con numerosas acciones de buenas prácticas, especialmente en el ámbito medioambiental, llevadas a cabo por organismos privados. Se destaca en la isla, al igual en otros destinos latinoamericanos, el firme compromiso de establecer medidas de protección de los derechos de personas con discapacidad y parámetros de accesibilidad.
La calidad turística en latinoamérica -bajo los parámetros de la sostenibilidad y la accesibilidad- tiene una implementación anterior a la existencia de modelos de destinos inteligentes, no obstante, pueden adaptarse fácilmente a la mirada integral de las soluciones que exige el mercado para convertir a la ciudad en un destino turístico competitivo.
Conclusiones
El presente artículo tuvo como objetivo general reflexionar sobre las simbiosis entre la gestión urbana y la gestión turística en destinos de Latinoamérica, identificando las principales estrategias y soluciones que están generando para convertirse en destinos inteligentes. A partir del estudio de diferentes casos, se identifican retos comunes que enfrentan las ciudades latinoamericanas en lo que respecta a un turismo inteligente.
Como respuesta a las exigencias de la demanda turística, los destinos ya ejecutan proyectos alineados a los ejes de un destino inteligente. No obstante, la ausencia de una visión en común y de la transferencia de conocimiento hace a la falta de comprensión de que cada iniciativa forma parte de un modelo integral en el cual se puede potenciar. Ejemplo de ello fueron los avances en certificaciones de buenas prácticas ambientales y sociales implementadas por el sector privado, proyectos de cambio climático, iniciativas de empoderamiento local, emprendedurismo, entre otros proyectos que tienen la capacidad de trabajar con turismo y que aún no se vinculan de manera pertinente.
En cuestiones de gobernanza, si bien algunos destinos han avanzado en planificación estratégica, queda pendiente una visión de desarrollo integral o un Plan Director de Destino Inteligente participativo. Los resultados de las acciones deben ser vinculantes en la definición de políticas, y en este sentido se requiere contar con espacios de articulación público – privada y/o de participación ciudadana, potenciando una gobernanza turística dentro de los parámetros de un gobierno abierto.
Asimismo, existe una baja transferencia de conocimiento entre las diferentes áreas de gobierno. Lo cual sugiere considerar que las sinergias entre modelos de ciudad inteligente y destino inteligente, en particular en aquellas ciudades ya posicionadas en el ranking mundial como smart cities, se generará siempre y cuando, se promueva el conocimiento de la temática a los agentes públicos para que se incoorporen accionares de este modelo en sus agendas de trabajo. Lo mismo sucede a nivel internacional. Las acciones en post a convertirse en destinos inteligentes se ejecutan de manera independiente en los diferentes destinos de latinoamérica, aún cuando sus realidades son similares. En este aspecto, se vislumbra la oportunidad de transferencia de conocimiento a través de plataformas de articulación entre los gobiernos regionales, creando lazos de cooperación latinoamericana para el desarrollo, investigación e innovación y la creación de modelos críticos de destinos inteligentes que se adapten a las realidades de los destinos pertenecientes a países emergentes.
Los análisis de casos sugieren traer a consideración que la mera adquisición y aplicación de tecnología no convierte a un destino en inteligente, luego es fundamental que la tecnología vaya acompañada de un proceso de cambio a todos los niveles. No se trata de hacer lo mismo, pero con otras herramientas tecnológicas si no de revolucionar la gestión turística de acuerdo con las posibilidades tecnológicas y la capacidad de actuación local. En este sentido resulta indispensable la incorporación de soluciones tecnológicas basadas en criterios plasmados en un plan rector.
Finalmente, se vislumbra que para lograr los beneficios esperados en la implementación de un destino inteligente, las ciudades de latinoamérica deberán de dejar de trabajar de manera aislada en proyectos específicos, para dar lugar a la co-creación de una estrategia que potencie a los mismos.
Referencias
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- Banco Interamericano de Desarrollo (2016). La ruta hacia las smart cities: Migrando de una gestión tradicional a la ciudad inteligente.
- Buhalis, D., Amaranggana, A. (2015). Smart Tourism Destinations Enhancing Tourism Experience through Personalisation of Services. Information and Communication Technologies in Tourism 377-390. DOI 10.1007/978-3-319-14343-9_28.
- Cozumel (México) – Destinos turísticos inteligentes. (2018). revisado 12 Marzo 2018.
- Enerlis, E., & Young, F. (2012). Libro Blanco. Smart cities.
- ESE Business School (2017) Cities in Motion Index 2016.
- OECD Tourism Papers (2013) “Indicators for measuring competitiveness in Tourism”,
- INVAT.TUR (2015) I Manual Operativo para la Configuración de Destinos Turísticos Inteligentes. España.
- Programas Estratégicos – Chiletransforma.
- Labitur. Laboratorio de Información Digital de la Alcaldía Local de la Candelaria (Colombia) Revisado 12 Marzo 2018.
- SEGITTUR. (2012). Libro Blanco de Smart Destination. Madrid.
- Sitio oficial de turismo de la Ciudad de Buenos Aires. (2018). Turismo.buenosaires.gob.ar. revisado 12 Marzo 2018.
- Tequila (México) – Destinos turísticos inteligentes. (2018). Destinos turísticos inteligentes. revisado 12 Marzo 2018.