Comunicación presentada al III Congreso Ciudades Inteligentes:
Autora
- Alicia Asín, Directora Gerente, Libelium
Resumen
España es la tercera potencial mundial en turismo. El impacto económico y medioambiental que genera explican su apuesta por el turismo sostenible e inteligente a través de inversiones en tecnología innovadora. Las ciudades buscan el sello que las acredita como destino turístico sostenible para diferenciarse y atraer a turistas de mayor poder adquisitivo. El viajero huye de la masificación de los destinos de sol y playa y busca experiencias que le permitan combinar turismo urbano, naturaleza, gastronomía y convivencia con los habitantes de la zona. Getaria, en el País Vasco, ha desarollado un proyecto para controlar la calidad del aire, del agua y del ruido en busca del reconocimiento como destino vacacional inteligente y sostenible para lograr un impacto positivo entre los vecinos, comerciales y hosteleros locales.
Palabras clave
Turismo, Sostenibilidad, Turismo Sostenible, País Vasco, Turismo Verde, Turismo Inteligente, Destino Turístico, Monitorización Ambiental, Calidad de Agua, Control de Ruido
Introducción
España es la tercera potencial mundial en turismo. El impacto económico y medioambiental que éste genera explica la apuesta del sector por el turismo sostenible e inteligente. Pero para ello es preciso que los destinos turísticos apuesten por inversiones en tecnología innovadora que les permita aplicar sistemas de toma de decisión para minorar el impacto medioambiental que genera el turismo de masas.
Muchos destinos turísticos españoles quieren ser reconocidos con el sello que les acredita como destino sostenible para diferenciarse y atraer a turistas con un mayor poder adquisitivo.
Esta tendencia se une al crecimiento de viajeros, que cada vez más, huyen de la masificación de los lugares de sol y playa y buscan experiencias que le permitan combinar turismo urbano, naturaleza, gastronomía e incluso convivencia con los habitantes de la zona.
De hecho, el turismo sostenible se define como el conjunto de actividades turísticas respetuosas con el medio natural, cultural y social, y con los valores de una comunidad, que permite disfrutar de un positivo intercambio de experiencias entre residentes y visitantes, donde la relación entre el turista y la comunidad es justa y los beneficios de la actividad es repartida de forma equitativa, y donde los visitantes tienen una actitud verdaderamente participativa en su experiencia de viaje.
Getaria, población turística ubicada en el País Vasco, ha desarrollado un proyecto para controlar la calidad del aire, del agua y del ruido en el centro de la localidad. Con ello, no solo busca reconocimiento como destino vacacional inteligente y sostenible, sino que además pretende generar un impacto positivo entre los vecinos, comerciales y hosteleros locales. De esta forma, el habitante que paga sus impuestos en el municipio percibe que las autoridades municipales no solo se preocupan por la notoriedad turística sino también por mejorar los índices de calidad de vida de sus vecinos y de una mejor convivencia entre el visitante y el habitante.
Según un estudio de ESADE de 2016, cuidar al turista multiplica por 8 el gasto en la ciudad de destino. El 71% de los turistas consideran la hospitalidad como un elemento clave para la elección de un destino y, además, el informe revela que cuando los visitantes realizan un gasto elevado en compras, también contribuyen a un mayor consumo en sectores como el alojamiento, el ocio o la restauración.
Getaria es una de las localidades vascas con mayor incremento de visitas y pernoctaciones en los últimos años. En 2015, la Oficina de Turismo de Getaria registró 35.748 visitantes llegados del resto de España, Francia, Reino Unido y Estados Unidos. En los próximos dos años se espera un incremento de 5.000 turistas superando la cifra anual de 40.000.
Esto genera un crecimiento considerable en la economía local pero también provoca molestias entre los vecinos que tienen que convivir con un turista que genera ruido cuando va de pinchos por el centro histórico, que impacta en el vertido de aguas y que provoca mayor contaminación en el municipio por el uso de vehículos de transporte de viajeros.
El ayuntamiento pretende lograr el reconocimiento como ciudad inteligente y destino turístico sostenible a través de un proyecto de monitorización medioambiental vinculado a la red pública inalámbrica.
El municipio cuenta con una red inalámbrica WiFi/Wimax que ofrece acceso público gratuito a Internet en diferentes zonas del pueblo y que puede además ser utilizado para auto abastecerse de otros servicios internos al propio ayuntamiento. Esta red inalámbrica, combinada con la red Sigfox, ha sido implementada para dotar de nuevos servicios a los ciudadanos.
Red inteligente para lograr la sostenibilidad
El proyecto incluye una plataforma digital encargada de recolectar, integrar, almacenar y analizar la información municipal desde una perspectiva global. Entre los servicios públicos que el proyecto está monitorizando se encuentra el control medioambiental del aire, del ruido y del agua en tiempo real para incrementar el bienestar de los ciudadanos y prevenir problemas que podrían causar un impacto negativo en su calidad de vida y en su atractivo como destino turístico.
De hecho, la red monitoriza el impacto del ruido urbano en diez zonas de ocio para poder confirmar las quejas de vecinos y turistas alojados en las áreas de vida nocturna del centro histórico.
En relación con la medición de la calidad del agua, el objetivo del Ayuntamiento es controlar cualquier vertido en el suministro público que pudiera afectar la calidad de agua de las dos playas principales, en el puerto o en la canalización de las aguas pluviales. Para ello, se ha instalado la plataforma Libelium Waspmote Plug & Sense! Smart Water. En este caso, los sensores instalados han sido el sensor pH, sensor de conductividad y Oxidación-Potencial de Reducción (ORP).
La red incluye también dos sistemas de monitorización de calidad de aire para asegurar que los niveles de polución se ajustan a los estándares europeos y que permiten monitorizar áreas de riesgo de emisiones en las zonas de mayor concentración de turismo donde circulan medios de transporte que emiten CO, NO2, O3, SO2 y contaminantes dañinos. De hecho, el Plug & Sense! Smart Environment PRO de Libelium permite calcular el Índice de Calidad de Aire (AQI), gracias a 16 sensores de gases que ofrecen una precisión máxima de valores ppm y un sensor de alta gama para Partículas de Materia.
La compañía española Nexmachina ha desarrollado este proyecto con la tecnología de Libelium. IQmenic es la plataforma de Nexmachina para monitotizar y gestionar las comunicaciones de la red de sensores inalámbricos y dispositivos IP para implementar nuevos servicios IoT.
Nexmachina combina la plataforma de sensores de Libelium Waspmote Plug & Sense! con la plataforma Cloud iQmenic ofreciendo una solución con «todo incluido». «Trabajar con Libelium nos ha permitido lanzar un nuevo modelo de negocio para nuestros clientes -ciudades, ayuntamientos e industrias- ofreciéndoles una solución que incluye una propuesta de valor añadido y control de costes operacionales», apunta Fernando Presa, CEO de Nexmachina.
Nexmachina considera que la tecnología de Libelium proporciona a sus clientes los mejores dispositivos compatibles con cualquier protocolo de comunicación inalámbrico existente. «Solución flexible, fuerte, autónoma, calibrada y con detección en tiempo real», es la definición que Fernando Presa da sobre la tecnología de sensores de Libelium. Además, recalca que los usuarios están satisfechos porque la solución ofrecida puede crecer al mismo ritmo y escala que lo requerido por la implementación.
Retorno de la inversión en el impacto turístico
El reconocimiento de la ciudad como destino vacacional inteligente en la costa del País Vasco supondrá un incremento de visitantes que repercutirá en un impacto positivo para el comercio, hoteles y restaurantes del municipio.
El gasto medio por turista en España es de 1.072 € y el gasto medio diario que realiza cada visitante asciende a 130 €. Estos datos multiplicados por los 40.000 visitantes anuales que quiere alcanzar Getaria, ofrecen una dimensión económica del impacto en la actividad hostelera del destino y de la generación de empleo asociada a esta mayor actividad.
Además del impacto económico para las empresas turísticas y el empleo local, hay que considerar el potencial recaudatorio que el municipio puede obtener derivado de las normativas medioambientales y las ordenanzas municipales que se puedan establecer para el cumplimiento de parámetros medioambientales objetivamente medibles.
Los datos que registran los sensores del proyecto quedan almacenados y son publicados en la página web municipal. De esta forma, el Ayuntamiento ha implementado un plan de acción a través del sistema de toma de decisiones basado en los datos medioambientales registrados.
De este modo, cuando los niveles de ruido o la calidad de agua no son las apropiadas, se pueden llevar a cabo acciones para paliarlo. Así, cuando los sensores detectan que la calidad del aire empeora debido a las emisiones de CO2, los gestores municipales pueden planificar el desvío del tráfico rodado y disuadir a los turistas de aparcar y circular en temporada alta por el centro habilitando parkings en la periferia del municipio.
Asimismo, en la instalación del equipamiento se ha tratado con especial cuidado la localización de los dispositivos para tratar de minimizar el impacto visual en las fachadas de edificios históricos y así prevenir las quejas de los ciudadanos.
Como el proyecto ha atraído el interés de los vecinos, el Ayuntamiento ha organizado días informativos para conocer los beneficios del proyecto. “El objetivo es mejorar la calidad de vida de los residentes y ofrecer información transparente a los usuarios y turistas para alcanzar los objetivos de gobierno abierto”, comenta el alcalde de Getaria, Nika Lertxundi.
Referencias
- Hospitalidad en la Roca Village y en Barcelona: lo que aporta un destino de compras a un destino urbano, 2016, ESADE
- Turismo Sostenible