Comunicación presentada al III Congreso Ciudades Inteligentes:
Autor
- Jordi Roca, Consultor, Fama Systems
Resumen
Es un hecho que los smartphones se han convertido en herramientas imprescindibles en nuestro día a día, nos permiten mantenernos conectados y realizar múltiples tareas. Es en este marco tecnológico donde aparecen las App’s de Ciudadano, aplicaciones que facilitan la interacción con nuestra ciudad y conocer todo lo que nos rodea. Sus funcionalidades son múltiples y actualmente en las principales plataformas de descarga de aplicaciones podemos encontrar desde App’s que nos crean rutas turísticas para descubrir nuestra ciudad, nos muestran y geolocalizan el patrimonio cultural o nos permiten informar de incidencias en la vía pública.
Palabras clave
Smartphone, App, Open Data, Ciudadanía, Gobierno Digital, Transparencia, Administración 2.0, Sostenibilidad, Medio Ambiente
Introducción
La aparición de los smartphones ha revolucionado nuestro día a día, sus prestaciones tecnológicas aumentan día a día y nos permiten realizar nuevas funcionalidades. Al tratarse de herramientas de uso cotidiano y de muy fácil utilización, el boom de creación de App’s ha sido exponencial.
Este boom ha sido aprovechado tanto por empresas como por las administraciones, si las primeras buscan cierta notoriedad, publicidad u ofrecer contenidos de entretenimiento, las segundas las están utilizando para acercarse al ciudadano.
En este sentido, es conocido que en los últimos años, y derivado de la situación socio-económica global, la política y la sociedad han sufrido cierto distanciamiento que puede ser reconducido gracias a la ayuda de la tecnología.
Situación actual
Existen múltiples App’s de Ciudadano, enfocadas a temáticas muy distintas pero que tienen un denominador en común, el empoderamiento del ciudadano. Este hito se intenta conseguir haciéndolo más partícipe de la gestión municipal, creando un canal bidireccional, ofreciéndole, por ejemplo, la posibilidad de informar incidencias que están ocurriendo en el municipio, enviando información de actuaciones que realiza el consistorio o incluso dando la posibilidad al ciudadano de que participe en los presupuestos municipales.
Para que estas App’s funcionen deben ser muy intuitivas, muy fáciles de usar y que mediante pocos pasos se pueda realizar la acción deseada. Estas premisas son las más valoradas por los ciudadanos, de este modo la aplicación podrá ser utilizada por un rango muy amplio de usuarios, desde los recién llegados al mundo de las aplicaciones como aquellos que ya dominan la tecnología.
Así, por ejemplo, la gran mayoría de ellas están enfocadas a que los ciudadanos den de alta nuevas incidencias de vía pública. En este caso, estas aplicaciones suelen contener un menú principal, que permite seleccionar la tipología de incidencia, generalmente predefinida por el ayuntamiento.
Algunos ejemplos concretos podrían ser incidencias en el pavimento, mobiliario urbano en mal estado, problemas de limpieza… Una vez clasificada la incidencia, el usuario deberá rellenar brevemente una ficha de la solicitud con información básica de la ubicación o la descripción del problema.
Algunas de ellas las más básicas simplemente contienen campos de texto libre, lo que implica que el usuario debe rellenar manualmente campos como la ubicación, pudiendo incurrir en alguna equivocación. En cambio, las más desarrolladas ya incorporan integraciones con sistemas GIS, que geolocalizan al usuario y registran la ubicación desde la que se realiza la solicitud. Este aspecto se puede llevar aún más allá, y en caso que un consistorio disponga de todo su inventario de activos geolocalizado y accesible vía web, la propia aplicación podrá llegar a realizar una sugerencia del activo concreto sobre el que registrar la incidencia, la gran ventaja de este sistema es facilitar la tarea al gestor o al técnico de campo correspondiente.
Otro gran grupo de aplicaciones son las relacionadas con el medio ambiente y la sostenibilidad. Es bien conocido por todos que en los últimos años los problemas de comunicación y contaminación de las grandes ciudades han aumentado, obligando a los responsables a implementar medidas restrictivas en ciertos casos. Estas tipologías de APPs tienen un rango muy amplio de funcionalidades, pueden informar desde el estado diario de los niveles de contaminación o crear alertas temáticas, facilitar el acceso al transporte público o actuar como verdaderos sistemas de sonorización.
Las más usuales dentro de este grupo son las relacionadas con el transporte público, las grandes ciudades han desarrollado aplicaciones propias que informan al usuario de las rutas más óptimas para desplazarse, la ubicación de las paradas, incidencias en las líneas de transporte o el tiempo de espera. Todas ellas tienen como objetivo final incentivar el uso del transporte público.
Otras aplicaciones relacionadas con el medio ambiente están orientadas a la toma de datos, convirtiendo al usuario en un sensor, capaz de transmitir información de su alrededor para posteriormente utilizarla para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Estas aplicaciones captan información relacionada con variables atmosféricas tales como temperatura, presión atmosférica, niveles de ruido… siempre en función de la tecnología de que disponga el smartphone. Toda esta información luego suele estar disponible en sistemas Open Data, para que tanto administraciones como empresas del sector puedan aprovecharlos.
Si bien muchas aplicaciones están orientadas a la recopilación de datos o el reporte de estos para informar a la administración, también existen las que tienen la funcionalidad contraria, permitir a la administración poner información a disposición del ciudadano. De este modo encontramos App’s con itinerarios turísticos creados, listas de todo el patrimonio cultural existente en un municipio con información detallada, actos culturales, etc.
Dentro de este ámbito, un punto importante son aquellas aplicaciones que abren al ciudadano la gestión municipal. En algunos ayuntamientos, se ha creado un canal a través de la aplicación municipal para comunicar todo aquello relativo a la toma de decisiones, documentación de interés, acceso a los documentos públicos de los plenarios municipales… todo ello para incentivar la participación y la fiscalización por parte de los ciudadanos. Estas aplicaciones también permiten auditar y acceder a los presupuestos municipales, permitiendo saber rápidamente en que invierte nuestro ayuntamiento, incluso algunas de ellas se han utilizado en la elaboración de presupuestos participativos. Estos tipos de presupuestos suelen tener dos fases, una primera dónde los ciudadanos envían propuestas a incluir en los presupuestos municipales y una segunda dónde los mismos ciudadanos acaban escogiendo entre las principales propuestas, ambas fases pueden realizarse desde los aplicativos móviles.
Conclusiones
Como hemos visto, aplicaciones móviles que relacionen el ciudadano con su entorno urbano hay muchas y con múltiples funcionalidades. Este hecho es favorecido por la relativa facilidad para crearlas ya que son muchas las startups que se han especializado en el sector de las aplicaciones para móviles, incluso muchas de ellas han sido desarrolladas por las propias instituciones para fomentar la colaboración ciudadana, la transparencia o la recopilación de datos para su posterior análisis.
Este crecimiento exponencial de la oferta de aplicaciones disponibles en el mercado es muy positiva y necesaria, pero también conlleva ciertos problemas, y es que puede llegar a crear cierta saturación al usuario, necesitando en algunos casos varias App’s para acceder a distintos servicios. Otro aspecto negativo a destacar es el hecho que todas ellas suelen ser autónomas, no están relacionadas con un sistema global de gestión o una misma base de datos.
Para evitar caer en esta percepción por parte del usuario y dispersión de datos, es necesario que las administraciones se impliquen en este cometido, ofreciendo soluciones globales, de modo que en una sola aplicación confluyan todos los servicios o portales de información de un modo ordenado. Estas aplicaciones deberían estar relacionadas directamente con los sistemas de gestión del ayuntamiento, las plataformas de gestión integral de las smart cities, que ya incorporen funcionalidades para la gestión de activos, gestión económica, integración con sistemas GIS, etc. de este modo todos estos datos recabados no estarían dispersos, sino que contribuirían a consolidar la información disponible para el ayuntamiento en una única base de datos, capaz de explotar dicha información agregada para la toma de decisiones.