El Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea ha publicado un nuevo informe sobre los riesgos y oportunidades emergentes derivados de las nuevas tecnologías para la seguridad interior de la UE. Entre otras, aborda la computación cuántica, el blockchain, los drones o la inteligencia artificial (IA).

Coincidiendo con la presentación de la nueva Estrategia de Seguridad Interior de la Unión Europea, un ámbito en el que las nuevas tecnologías están cada vez más presentes, el JRC ha publicado este informe para ayudar a las instituciones y a las partes interesadas a abordar los desafíos actuales.
En concreto, el documento explora las tecnologías que se prevé que tengan un mayor impacto en la seguridad interior de Europa con el fin de anticipar las oportunidades estratégicas y las posibles amenazas.
Amenazas y oportunidades de las nuevas tecnologías
En el caso de los drones, se utilizan cada vez más para vigilancia y respuesta a emergencias, pero también representan desafíos como posibles interrupciones en el tráfico aéreo. Por su parte, la computación cuántica tiene el potencial de optimizar el cifrado y la seguridad de las comunicaciones, aunque puede representar una amenaza para sistemas gubernamentales, financieros y de seguridad.
En cuanto a las tecnologías descentralizadas como el blockchain, mejoran la seguridad de las transacciones digitales. Sin embargo, pueden facilitar la realización de operaciones de forma anónima para actividades ilícitas.
Por último, el informe menciona los desafíos que plantean las herramientas basadas en inteligencia artificial, como deepfakes, ciberataques automatizados y fraudes de identidad. No obstante, esta tecnología ayuda a detectar amenazas, automatizar el análisis de datos y fortalecer la vigilancia predictiva.
En este contexto, el documento afirma que una acción coordinada de la Unión Europea puede maximizar los beneficios de las nuevas tecnologías, a la vez que se mitigan sus riesgos. Así, el JRC recomienda ampliar la regulación de la IA con nuevas medidas que apoyen aplicaciones seguras, transparentes, responsables y éticas.
También implementar un análisis sistemático y una planificación de escenarios posibles para anticipar y mitigar las amenazas a la seguridad, así como colaborar de manera más estrecha con las empresas tecnológicas, los cuerpos de seguridad y los responsables políticos para una innovación segura.
Asimismo, el informe recoge que, a medida que la IA, los drones y la computación cuántica se extienden, la UE debería acelerar las inversiones en cifrado poscuántico, estrategias de ciberseguridad transfronterizas y marcos seguros para el intercambio de datos.