El proyecto innovador Enheritage, liderado por la empresa Dartys Engineering y en el que ha participado Libelium, contribuye a proteger el patrimonio histórico de la ciudad de Génova (Italia). La clave reside en la creación de gemelos digitales, réplicas virtuales de los edificios históricos que permiten analizar en tiempo real el impacto del entorno sobre ellos, de manera que es posible anticiparse a los problemas antes de que sean irreparables.

El Gobierno de Génova tenía por objeto preservar la zona de Le Strade Nuove y el Sistema de los Palazzi dei Rolli, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2006, frente a desafíos como la contaminación, el turismo masivo y el cambio climático, pero sin afectar a la actividad turística.
Con los patrones climáticos cambiantes, los edificios históricos están cada vez más expuestos a fenómenos meteorológicos extremos. El carbono negro del tráfico oscurece las piedras centenarias, la lluvia ácida desgasta las fachadas de mármol y piedra caliza, la humedad y los cambios bruscos de temperatura provocan grietas y deformaciones, y la contaminación fomenta la aparición de hongos y líquenes.
Predecir el deterioro contribuirá tanto a la prevención y al ahorro de costes de conservación patrimonial como a ayudar a la ciudadanía local y a los turistas a tomar conciencia de cómo impactan en Génova. Asimismo, la mala salud de los edificios repercute en la salud de la ciudadanía, ya que la contaminación o el moho persiste en sus fachadas y emana al medio ambiente.
En este contexto, la solución implementada en el marco del proyecto Enheritage integra información medioambiental, incluida la calidad del aire y las variables meteorológicas, obtenida mediante la combinación de dispositivos IoT de Libelium y productos de observación de la Tierra por satélite con técnicas de medición de proximidad de las superficies exteriores de los edificios. Los modelos digitales, combinados con sensores IoT, no solo monitorizan el estado actual de las estructuras, sino que también permiten predecir su deterioro futuro.
Funcionamiento del gemelo digital
Los sensores IoT estratégicamente ubicados en edificios como el Palazzo Reale y el Palazzo Tursi capturan información clave sobre gases contaminantes (SO₂, O₃, NO₂), partículas en suspensión (PM1, PM2.5, PM10), carbono negro, humedad, temperatura y pluviometría con el sistema Smart Rainfall System (SRS), que mide la erosión causada por la lluvia.
Por su parte, los mapas de calidad del aire en tiempo real muestran de forma visual y comprensible el impacto de la contaminación sobre los edificios. Además, la integración con modelos algorítmicos satelitales y meteorológicos permite detectar patrones y predecir futuras amenazas.
Datos para proteger el patrimonio de Génova
Los datos obtenidos han permitido a la ciudad de Génova optimizar las estrategias de conservación, priorizando intervenciones en los puntos más afectados y reduciendo costes innecesarios; mejorar la gestión turística, evitando la saturación de ciertas zonas en momentos de alta contaminación o vulnerabilidad estructural; sensibilizar a la ciudadanía y a los turistas, mostrando el impacto ambiental en tiempo real mediante paneles y mapas interactivos; y alinear la iniciativa con el Plan de Acción Génova 2050, reforzando el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad.
Gracias a los resultados de este proyecto llevado a cabo en la ciudad italiana, la empresa Libelium resultó finalista del World Smart City Awards 2023 en la categoría de Enabling Technology.
De acuerdo con Libelium, los gemelos digitales y sensores IoT pueden aplicarse en casos de uso de sostenibilidad turística y ciudades inteligentes en otras zonas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en ciudades con alta presión turística, donde la afluencia masiva puede acelerar el deterioro, y en regiones vulnerables al cambio climático, donde la erosión y los eventos extremos ponen en peligro infraestructuras históricas.