El proyecto Pure Cities, impulsado por expertos medioambientales de Airscan, ha llevado a Bélgica recursos tecnológicos, humanos y financieros para conseguir ciudades más saludables, sostenibles e inteligentes. La empresa Kunak Technologies ha colaborado en el desarrollo de una red nacional de estaciones de monitorización ambiental adaptada a las necesidades específicas de cada urbe participante.
La exposición a la contaminación del aire tiene un gran impacto en la salud de las personas, siendo el material particulado en suspensión PM2.5 el principal factor de riesgo. La polución contribuye al incremento anual de enfermedades como el asma, el desarrollo pulmonar reducido y de alergias en niños, así como a un mayor riesgo de mortalidad y enfermedades coronarias.
En este contexto, el proyecto Pure Cities ha impulsado medidas que se incluyen en las políticas públicas para proteger la salud de la población mediante la reducción eficiente de las causas de la contaminación atmosférica, así como la asignación de recursos para lograr este objetivo.
Una Pure City es una ciudad que apuesta por la sostenibilidad, la eficiencia energética y la mejora de la calidad de vida de sus habitantes a través de tecnologías avanzadas y soluciones innovadoras. Se caracteriza por su compromiso activo con la monitorización, regulación y mejora de la calidad del aire urbano para garantizar un ambiente saludable y sostenible para sus residentes.
Estudio sobre contaminación del aire y salud
Pure Cities demostró los efectos adversos de la contaminación del aire en las personas a nivel mundial. Esto fue posible gracias al estudio técnico realizado por Airscan junto con Belfius, quien financia la iniciativa, que destaca la relación directa entre la contaminación del aire y la salud de la población.
Durante tres años, Airscan midió y analizó la contaminación del aire y sus fluctuaciones en más de 30 ciudades belgas utilizando estaciones de monitorización. Los datos obtenidos y analizados mediante la medición directa y en tiempo real de ciertos contaminantes nocivos fueron decisivos y verificables.
Con esta evidencia, se instó al Gobierno belga a transformar estas ciudades en Pure Cities con el fin de mejorar la calidad del aire, crear un entorno de vida más sostenible y cumplir con los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así, las Pure Cities son urbes comprometidas con las directrices internacionales, como las establecidas por la OMS, las Naciones Unidas y la Unión Europea. Estas ciudades se apoyan en tecnología avanzada de Kunak para diagnosticar y reducir los niveles de los contaminantes atmosféricos más nocivos: las partículas en suspensión PM2.5 y el dióxido de nitrógeno (NO2).
Datos accesibles para las autoridades y la ciudadanía
Pure Cities se basa en la instalación de sistemas de sensores para detectar parámetros que alteran la calidad del aire en las 50 ciudades que actualmente participan en el proyecto, como Bruselas, Amberes, Gante y Charleroi. Las estaciones de monitorización transmiten la información a una plataforma IoT, lo que facilita el procesamiento y análisis de los datos de calidad del aire en tiempo real.
Se puede acceder a la información a través de dispositivos móviles y portales web, permitiendo a las autoridades locales monitorizar y ajustar sus políticas en este ámbito en base a decisiones informadas. Esta solución también posibilita una respuesta rápida en situaciones de riesgo.
Por su parte, la ciudadanía puede acceder a estos datos en tiempo real mediante dispositivos móviles y pantallas públicas instaladas por toda la ciudad. Además, pueden reportar problemas específicos, como olores, o seguir recomendaciones como desplazarse en bicicleta o evitar actividades físicas al aire libre durante periodos de alto riesgo.
Red de estaciones de medición de la calidad del aire
Ciudades como Bruselas, Amberes y Lieja están particularmente expuestas a la contaminación por su densidad de tráfico y actividades industriales y económicas. Aunque la calidad del aire en estas áreas ha mejorado gracias a las regulaciones y a la monitorización continua, los desafíos persisten. Las principales fuentes de contaminación del aire en Bélgica incluyen la calefacción, el transporte y las industrias pesadas.
Airscan, en colaboración con Kunak, ha desarrollado una red de estaciones de medición adaptada a las necesidades ambientales específicas de cada ciudad y que monitorizan PM2.5 y NO2. Este sistema de detección y control permite a las ciudades belgas ajustar sus estrategias de intervención urbana basándose en datos precisos.
Entre los objetivos principales del proyecto Pure Cities, figura la descarbonización, mediante la reducción de emisiones de carbono integrando energías renovables y mejorando la eficiencia energética en edificios y transporte. En la misma línea, persigue mejorar la calidad del aire adoptando medidas para disminuir la contaminación y mejorar la salud pública.
También contempla la movilidad sostenible, a través de la promoción del uso de vehículos eléctricos y otros métodos de transporte sostenibles; y la implementación de sistemas de gestión inteligente de las infraestructuras para optimizar el uso de recursos y mejorar los servicios urbanos.
Pure Cities, un modelo replicable en otras ciudades
Los beneficios que está aportando el proyecto Pure Cities a las ciudades belgas participantes incluyen la reducción del impacto en la salud pública, al disminuir la exposición a contaminantes dañinos, y la optimización de las políticas ambientales con datos fiables que respaldan una toma de decisiones informada y efectiva.
También la mejora de la reputación de las ciudades, al promover un entorno urbano saludable y sostenible; el fortalecimiento de la gestión ambiental urbana con ajustes inmediatos a las políticas locales, el impulso del transporte sostenible, la reducción de las emisiones industriales, el aumento de la transparencia en la gestión ambiental y el posicionamiento de Bélgica en materia medioambiental.
El proyecto ha demostrado que la combinación de tecnología y regulación ambiental urbana posibilitan crear entornos urbanos sostenibles, saludables y resilientes, contribuyendo al derecho de las personas a respirar aire limpio, independientemente de su lugar de residencia; a prevenir problemas de salud pública, especialmente en áreas urbanas densas; y a la justicia ambiental, reduciendo los costes sociales y económicos asociados al deterioro de la salud causado por la contaminación del aire.
Muchas ciudades carecen de datos fiables sobre calidad del aire debido a limitaciones presupuestarias, falta de experiencia y carencia de tecnología. Sin embargo, a medida que los sensores se vuelven más asequibles y casi cualquier parámetro ambiental puede medirse, aumentan las posibilidades de monitorización de la calidad del aire. Los avances tecnológicos han permitido una inteligencia distribuida, lo que habilita a las ciudades para tomar acciones significativas hacia el desarrollo sostenible.
En este sentido, los próximos pasos del proyecto Pure Cities, que busca mapear y mejorar la calidad del aire en las ciudades belgas, incluyen expandir el sistema de monitorización a otras regiones y urbes. La iniciativa también pretende fortalecer la colaboración con la comunidad científica y promover políticas más estrictas contra las fuentes de contaminación del aire. El objetivo final es que las Pure Cities de Bélgica sirvan como un modelo replicable a nivel global.