La Junta de Andalucía ha realizado una demostración del funcionamiento de la nueva Red Digital de Emergencias de Andalucía (REJA), tras la cual se ha puesto oficialmente en marcha con el fin de mejorar la respuesta en emergencias y reforzar la seguridad de los profesionales. La inversión ha sido de alrededor de 27 millones de euros.
Para la activación de la REJA, se han llevado a cabo pruebas en simulacros y se han implementado unidades en grandes operativos de emergencia como el Plan del Cerro, el Gran Premio de Jerez o el Plan Romero. Las conclusiones y experiencia de uso han servido para aprender y mejorar el despliegue.
La nueva red digital da cobertura a las comunicaciones de la Agencia de Seguridad y Gestión Integral de Emergencias de Andalucía, es decir, al 112, al GREA, a Protección Civil, al Infoca y al Instituto de Emergencias y Seguridad Pública de Andalucía (Iespa).
Interoperabilidad con los cuerpos de seguridad del Estado
Una de las principales funcionalidades de la REJA es la interoperabilidad o interconexión con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, como la Guardia Civil, la Policía Nacional y la UME.
Cuenta con una cobertura por encima del 99% en todas las zonas. Para ello, se han repartido 146 bases fijas por toda la región interconectadas entre sí a través de una red de transporte y por los sistemas de conmutación, interconexión, despacho, grabación, monitorización y gestión asociados. Además, se han instalado ocho estaciones base móviles, que un técnico entregará en menos de cuatro horas en cualquier punto de la geografía andaluza para colaborar en situaciones críticas.
El sistema tiene capacidad para realizar hasta 1.000 llamadas simultáneas, llamadas en grupo y otras mejoras como posicionamiento de efectivos o alertas de vida gracias al seguimiento de constantes vitales (pulso cardíaco, temperatura corporal o sensor de movimiento e inclinación) para avisar en caso de emergencia.
Para la optimización de todos los recursos, se ha optado por una tecnología (DMR, Digital Mobile Radio Tier III) que requiere menos instalaciones de bases fijas y, por tanto, un menor mantenimiento y conservación, con el consiguiente ahorro de costes.