Un grupo de investigadores del Instituto de Robótica e Informática Industrial (IRI) de la Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech (UPC), junto con el hub Carnet y la empresa Vaivé Logistics, está ensayando esta semana el robot autónomo de reparto de paquetería Ona en las calles adyacentes al Centro Cultural y de Memoria del Born, en Barcelona.
Con las pruebas del robot Ona, se están estudiando nuevos sistemas de reparto de paquetería de última milla de manera autónoma o semiautónoma en supermanzanas urbanas, que cuentan con calles con una alta densidad de población.
Estos ensayos forman parte del proyecto Botnet, centrado en estudiar cómo reducir el impacto acústico, medioambiental y de congestión del tráfico que conllevan los vehículos de transporte de mercancías tradicionales, teniendo en cuenta que el reparto de última milla es el causante del 20% del tráfico y el 40% de las emisiones derivadas de la circulación en Barcelona.
Se trata de un robot eléctrico, que no hace ruido y tiene un trato amable con las personas. Es una evolución del modelo que ya se ensayó en Esplugues de Llobregat en el año 2022 en el marco de la iniciativa europea LogiSmile.
Se evaluará tanto la integración como la aceptación del robot
El proyecto Botnet, que se encuentra en la fase final, ha desarrollado algoritmos técnicos para dotar a Ona de inteligencia y ahora se están poniendo a prueba para valorar si el modelo es factible y funcional.
Los investigadores pretenden obtener un modelo de reparto de paquetes con vehículos autónomos, que incluya la navegación del robot y permita la correcta interacción entre el vehículo y los peatones. Se evaluará tanto la integración de estos robots en la ciudad como el grado de aceptación de la tecnología por parte de los peatones. En este sentido, también se está generando cultura tecnológica.
Se alinea con el Plan Estratégico de Ciencia e Innovación 2024-2027 y la estrategia del Ayuntamiento de Barcelona de ser un laboratorio urbano donde testear soluciones innovadoras de interés público para la ciudad en condiciones reales.
La iniciativa cuenta con una subvención de más de 145.000 euros del consistorio y la Fundación La Caixa, en el marco de una convocatoria de ayudas para proyectos de investigación que aporten soluciones innovadoras a los retos urbanos.