El estudio ‘La tecnología como herramienta de conexión social’ del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada (SoledadES), impulsado por Fundación ONCE con la colaboración de Nextdoor, evidencia que el 50,1% de los españoles considera que la tecnología combate la soledad no deseada. El 30,1% no comparte esta afirmación, mientras que el 19,8% restante no tiene una opinión al respecto.
Casi la totalidad de la población de entre 16 y 54 años utiliza Internet diariamente, frente a dos tercios en el caso de las personas de entre 65 y 74 años. En este contexto, el estudio, realizado por la consultora Fresno, trata de arrojar luz sobre qué puede hacer la tecnología para disminuir el coste social de la soledad.
Según el estudio ‘El coste de la soledad no deseada en España’ (SoledadES, Fundación ONCE y Nextdoor, 2023), el aislamiento ocasiona una pérdida anual del 2,79% del total de años de vida de buena salud de la población española. El 79,1% de las causas son externas y están relacionadas con aspectos como falta de convivencia o de apoyo familiar o social (57,3%).
El informe de SoledadES concluye que la tecnología puede ser una herramienta de conexión social efectiva en el marco de los esfuerzos para prevenir y disminuir la experiencia de soledad, pero advierte de que su uso no debe concebirse como una solución por sí sola.
Para su elaboración, se ha utilizado una metodología de enfoque mixto que combina técnicas cualitativas y cuantitativas de recolección y análisis de la información. En concreto, se han usado tres herramientas de investigación: diez estudios de caso que analizan herramientas tecnológicas a través de las técnicas cualitativas de entrevistas semiestructuradas con usuarios, entrevistas abiertas con representantes de las tecnologías o especialistas y revisión documental de fuentes secundarias; nueve entrevistas con expertos en diferentes tipos de tecnología, y una encuesta a través de entrevistas telefónicas a un total de 2.900 personas de más de 18 años y residentes en España.
Resultados del estudio
El estudio refleja que la opinión de que la tecnología es una buena aliada para generar compañía es más favorable a medida que aumenta la edad de la población y en el caso de la ciudadanía con discapacidad, donde el porcentaje llega al 55,3%, frente al 49,6% de las personas sin discapacidad.
También que la mayoría de las personas preguntadas señala estar muy o bastante de acuerdo con que obtener información acerca del entorno (82,4%), conectar con servicios locales que ofrezcan ayuda (87,6%) y con otras personas del entorno en el que se vive (78%) son los principales motivos por los que las herramientas tecnológicas pueden reducir la soledad.
Además, los encuestados piensan que las aplicaciones destinadas a facilitar la conexión humana son las más útiles para reducir el aislamiento involuntario. En este sentido, mencionan que las aplicaciones que busquen reducir la soledad han de ser accesibles, fáciles de usar y velar por la privacidad de sus usuarios.
Tecnologías para combatir el aislamiento
El informe analiza distintos tipos de herramientas tecnológicas para luchar contra el aislamiento involuntario. Las incluidas en la categoría de tecnologías para conectar en entornos abiertos son de uso relativamente fácil, por lo que pueden llegar a segmentos de población con bajas competencias digitales o barreras de acceso. Además, son capaces de generar sensación de compañía, potenciar la autonomía, reducir paulatinamente el aislamiento social y aumentar el contacto con allegados.
En cuanto a la categoría de aplicaciones de proximidad social en entornos reducidos, las que permiten a las personas de una misma ubicación geográfica conectarse y colaborar entre sí, el informe concluye que son especialmente útiles para quienes tienen dificultades para establecer relaciones, favorecen los efectos positivos de la socialización en grupo y crean y fortalecen comunidades locales.
Por su parte, las tecnologías aplicadas a los cuidados se han mostrado capaces de incidir sobre la soledad al ofrecer entretenimiento, conexión, comunicación, sensación de compañía, estimular la sociabilidad y aumentar la autoestima. Por último, la categoría de tecnologías desarrolladas específicamente para combatir la soledad no deseada fomenta el aprendizaje de la gestión emocional.
Recomendaciones y características tecnológicas contra la soledad
El documento también ofrece recomendaciones sobre políticas públicas, como la implementación de asistentes virtuales que apoyen las políticas de desinstitucionalización de los cuidados de las personas mayores o con dependencia.
Adicionalmente, incluye un decálogo de características tecnológicas contra la soledad. Alude a la necesidad de que estas tecnologías faciliten la conexión con otras personas, activen la dinamización del entorno cercano, ayuden a consolidar comunidades seguras, cuenten con interfaces verbales e intuitivas, simulen la interacción humana y cercana, sean asequibles e inclusivas, se desarrollen de forma participativa, proporcionen acompañamiento y fomenten la autonomía.