La empresa Envac ha anunciado que su tecnología de recogida neumática de residuos está preparada para repercutir a la ciudadanía el coste real del uso del servicio de gestión de residuos. Esto le permite adaptarse a los requerimientos que impone, a partir de abril de 2025, la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
La Ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que transpone varias directivas europeas, establece la obligación para todos los ayuntamientos de implantar antes de abril de 2025 un nuevo tributo para sufragar los gastos derivados de la gestión de residuos. En su artículo 11 aplica el principio de ‘quien contamina paga’ y establece el marco para los costes relativos a este ámbito a fin de implantar sistemas de pago por generación que reflejen el coste real, directo o indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos.
En este contexto, Envac ha explicado que sobre la base de los actuales sistemas de recogida neumática se están empezando a instalar módulos de inteligencia artificial que permiten que las instalaciones se autogestionen en función de las necesidades y de parámetros relacionados con el comportamiento de los usuarios.
Experiencias piloto en ciudades de todo el mundo
«Hoy en día tenemos también tecnología para medir o pesar la basura que el usuario ha introducido en la propia compuerta. Podemos incluso facturar por uso. En España no está aún desarrollada esta funcionalidad a nivel municipal, pero tecnológicamente es posible, hasta el punto de que estamos realizando las primeras pruebas piloto en el país. También podemos valorar las ratios de reciclado. Hay muchísima información que podemos utilizar y reportar a los ayuntamientos para una mejor gestión», explica el presidente de Envac Iberia, Carlos Bernad.
Envac ha puesto en marcha experiencias similares en ciudades de todo el mundo. En Bergen (Noruega) el sistema neumático establece un número de aperturas de las compuertas por cada usuario, de manera que si se sobrepasa se le cobra una factura mayor. Asimismo, en Seúl (Corea del Sur), se desarrolla el proyecto Guancheon para pesar los residuos orgánicos que cada usuario deposita en el sistema.