Los grupos de investigación Icarus (Intelligent Communications and Avionics for Robust Unmanned Aerial Systems) e Ionhe (Ionising Radiation, Health and Environment) de la Universidad Politécnica de Cataluña – BarcelonaTech (UPC) han instalado en un dron un sistema óptico para medir partículas radiactivas alfa, lo que permitirá evaluar zonas contaminadas de forma remota. La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto europeo RemoteALPHA, en colaboración con otros centros de investigación de Europa.
El estudio realizado tenía como premisa la protección del personal de primera intervención en escenarios de contaminación radiactiva causada por sucesos radiológicos, clave para minimizar el riesgo de exposición de las radiaciones ionizantes.
En caso de producirse un accidente nuclear o radiológico, es fundamental conocer cuanto antes la extensión y magnitud de las zonas contaminadas. En este campo trabajan desde hace más de diez años los grupos de investigación Icarus e Ionhe, que desarrollan herramientas para la realización de mapas radiológicos y hacen misiones de localización de fuentes radiactivas en zonas contaminadas a través de drones y detectores de última generación.
Vuelos reales en el DroneLab de la UPC
Por primera vez, estos equipos de investigación de la UPC han diseñado, desarrollado, calibrado y probado, en condiciones de laboratorio y de campo, un detector óptico montado en un dron para la medición remota y en tiempo real de partículas alfa. El escenario de los vuelos reales ha sido el DroneLab de la UPC.
Aunque ya habían trabajado en la detección de fuentes de radiación gamma en el marco del proyecto europeo Preparedness, las partículas alfa tienen un alcance muy corto, de la orden de centímetros en el aire, por lo que detectarlas a varios metros de distancia era más complejo. Además, la ingestión o inhalación de radionúclidos emisores alfa comporta un mayor riesgo para la salud.
La metodología aplicada para integrar el sistema óptico en los drones y calibrarlos, así como los resultados de las pruebas realizadas en vuelos reales con fuentes radiactivas simuladas se han dado a conocer en un artículo publicado en la revista científica Remote Sensing.