La digitalización ayuda a las ciudades a gestionar la energía y los impactos del cambio climático

La digitalización ayuda a las ciudades a gestionar la energía y los impactos del cambio climático

La Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) ha publicado el informe ‘Empowering Urban Energy Transitions: Smart Cities and Smart Grids’, que muestra cómo la planificación urbana, la digitalización y la inversión en redes eléctricas pueden ayudar a las ciudades a gestionar los impactos del cambio climático y la creciente demanda de energía.

El nuevo informe de la IEA explora proyectos innovadores para mejorar los sistemas eléctricos en ciudades de todo el mundo.

Este es el tercer informe de la serie emblemática de la Iniciativa de Redes Eléctricas Digitales Impulsadas por la Demanda (3DEN) de la IEA, cuyas conclusiones serán presentadas en un seminario web el próximo 16 de mayo.

El documento explora varios proyectos e iniciativas innovadoras para mejorar los sistemas eléctricos en ciudades de todo el mundo y proporciona información sobre las mejores prácticas emergentes. Destaca el papel de los países del G7 en el fomento de la innovación a través de una mayor colaboración internacional, sugiere crear entornos propicios a nivel de ciudad para proyectos piloto escalables y señala que la planificación integrada de sistemas urbanos y energéticos, junto con un mejor intercambio de datos, son cruciales para mantener la seguridad eléctrica y priorizar a las personas en las transiciones energéticas.

Asimismo, explora los pilotos de 3DEN gestionados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) en Brasil, Colombia, India y Marruecos, que aprovechan tecnologías digitales avanzadas para mejorar la gestión de la energía, la asequibilidad y gestionar la flexibilidad.

Objetivos climáticos de las ciudades

El documento concluye que las ciudades necesitan aumentar su nivel de ambición en áreas como la eficiencia energética para cumplir los objetivos establecidos en la conferencia sobre cambio climático COP28 en Dubái. Si bien un pequeño número de ciudades están avanzando hacia objetivos de sostenibilidad y reducción de CO2, el informe indica que es necesario que otras muchas trabajen en este sentido.

En la actualidad, las urbes representan alrededor de las tres cuartas partes del consumo mundial de energía y el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, cifras que se prevé que aumentarán. Pese a ello, según el estudio, sólo una de cada cinco ciudades se ha fijado el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas.

Además, el cambio climático plantea nuevos desafíos a medida que las ciudades se vuelven más grandes y más densamente pobladas, especialmente durante las olas de calor. En las regiones más cálidas, el consumo de electricidad puede duplicarse en los meses cálidos en comparación con los más templados, y la refrigeración representa más del 70% de la demanda máxima de electricidad.

Esto, junto a la creciente electrificación del sector energético en las ciudades a medida que más personas utilizan tecnologías como bombas de calor y vehículos eléctricos, impone tensiones sobre la infraestructura de distribución de electricidad.

Soluciones digitales, inversión y uso de los datos

El informe señala que las soluciones digitales, incluidas aquellas que hacen que las redes eléctricas sean más flexibles, pueden contribuir en este sentido, aunque se necesita mayor inversión. En una trayectoria global neta cero, la inversión anual en redes eléctricas en todo el mundo debe más que duplicarse para 2030, a 750.000 millones de dólares. Cerca del 75% del gasto tendría que destinarse a ampliar, fortalecer y digitalizar las redes de distribución, incluyendo las ciudades, para mejorar la eficiencia del sistema y gestionar flujos más complejos de electricidad y datos.

El estudio destaca la importancia de alinear mejor los cronogramas de planificación para reducir el riesgo de cortes de energía y reducir los retrasos en nuevas conexiones eléctricas para activos renovables, cargadores de vehículos eléctricos, empresas y desarrollos de viviendas.

Un mejor acceso y uso de los datos para la toma de decisiones también puede respaldar una implementación más rápida y específica y ayudar a alinear la planificación de la ciudad y del sistema eléctrico. Según el documento, el número de sensores y dispositivos conectados aumentará drásticamente para 2030.

Así, el informe sugiere a los responsables de las políticas nacionales cuatro temas clave a considerar para la transición energética: poner a las personas en el centro de la formulación de políticas para construir el futuro, apoyar la planificación integrada basada en datos para garantizar que las redes eléctricas sean adecuadas para su propósito, abordar áreas específicas de enfoque para crear un entorno de apoyo, y buscar los beneficios de fomentar una cooperación internacional fortalecida.

 
 
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