La Comunidad Valenciana experimenta una brecha digital territorial entre las comarcas interiores y más despobladas con respecto a las zonas litorales o con mayor urbanización, relacionada con las diferencias existentes en ámbitos como la dotación de infraestructuras de conectividad, uso de Internet o transformación digital de las empresas. Esta es la principal conclusión extraída del estudio titulado ‘Digitalización y Mercado Laboral en la Comunitat Valenciana’.
Para realizar el estudio, se han llevado a cabo 8.000 encuestas a la ciudadanía junto con 80 entrevistas a directivos responsables de pymes representativas de cada comarca de la Comunidad Valenciana y a responsables de las principales asociaciones sectoriales. Ha sido elaborado por las universidades de Valencia, Alicante y Jaume I, y ha contado con la colaboración de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) y los pactos territoriales por el empleo, con el impulso de Labora -Servicio Valenciano de Empleo y Formación-.
El documento analiza la implantación digital en la Comunidad Valenciana y su influencia en el mercado laboral. En concreto, aborda la implantación de la cobertura digital, los usos y el comportamiento de la sociedad con las TIC, y el grado de digitalización de las empresas. Todos los aspectos investigados reflejan las condiciones digitales desfavorables que presentan las zonas interiores o más despobladas, que tiene como resultado una limitación de la calidad del servicio en estas áreas, y la desventaja para los sectores empresariales de estos territorios.
Dotación de infraestructuras de conectividad
El análisis de la cobertura para distintos tipos de red de datos y la cobertura de telefonía móvil en los municipios, así como la identificación del uso y de los niveles de utilización de las redes digitales, están estrechamente relacionados con la implantación de las nuevas tecnologías en la sociedad de la Comunidad Valenciana.
Mediante la identificación de las dotaciones digitales de los 542 municipios que configuran la región, el estudio concluye que, en términos generales, el equipamiento de redes digitales se caracteriza por una implantación desigual en el territorio. Además, se aprecian diferencias según la modalidad de red digital.
Las coberturas de redes de inalámbrico fijo, FTTH, 30 Mbps, 100 Mbps o 4G mantienen cierta distribución territorial homogénea, con ligeras diferencias. Sin embargo, la cobertura de la red 5G presenta desigualdades considerables, con comarcas con una implantación mínima.
En concreto, la media de la Comunidad Valenciana en cuanto al despliegue del 5G es del 18,5%. Valencia registra más del 95% y L’Horta Nord, Horta Sud y el Baix Vinalopó entre 40% y 50%. Por debajo de esos umbrales se encuentran el Camp de Túria y La Costera (30%-40%), La Plana Alta, La Plana Baixa, la Hoya de Buñol-Chiva y L’Alacantí (20%-30%). Con valores situados entre el 10% y el 20% figuran El Vinalopó Mitjà, la Marina Alta, Alcoià y el Baix Segura; y entre el 5% y el 10% están Els Ports, el Baix Maestrat, el Camp de Morvedre, La Plana, L’Alcalatén y el Alto Vinalopó. El resto de comarcas registran menos del 5% de cobertura 5G.
Así, la brecha digital territorial se ve determinada por la deficiencia en infraestructuras de conectividad en varias comarcas, lo que limita la calidad del servicio y la intensidad de uso, además de algunas opciones empresariales en todos los sectores de actividad, la facilidad para teletrabajo o la captación de nuevos residentes en territorios de interior.
Diferencias entre uso personal y profesional de Internet
En lo que se refiere al tipo de uso preferente de Internet y de las aplicaciones informáticas, destaca la utilización por razones personales. La importancia del uso profesional asciende a medida que aumenta la densidad económica en los sectores de servicios e industrial, como en el caso de las comarcas litorales, aunque se registra una menor incidencia cuando el turismo es el sector principal.
En el ámbito personal, el punto de conexión preferido es el domicilio particular y el teléfono móvil. Para el profesional, dos tercios de los encuestados prefieren la oficina y con ordenador. El grado de satisfacción del servicio de Internet, tanto por cobertura como por aplicaciones y medios empleados, es mayor al 60% para el uso personal. En cambio, los resultados de satisfacción para el uso profesional se sitúan diez puntos por encima.
Uso de la red y aplicaciones informáticas
Las encuestas realizadas reflejan que la consideración de una calidad deficiente de Internet se sitúa entre el 15% y el 20% en territorios que, por lo general, cuentan con peor calidad de la red de fibra. Asimismo, revelan que la red se usa más en comunicación digital, acceso a la información, entretenimiento y ocio, y para el desempeño de actividades habituales. También para la banca electrónica, trámites con la administración pública, servicios sanitarios, compras online o búsqueda de empleo. No obstante, la utilización disminuye en comarcas con ausencia de ciudades de más de 50.000 habitantes.
En cuanto al dominio de medios digitales, alrededor del 75% de los encuestados señala que es adecuado o excelente. En este sentido, la necesidad de formación digital se halla en el 50% para usuarios profesionales y en el 25% para uso personal.
El análisis según sexo revela que las mujeres muestran un comportamiento digital más intenso y con mayor rango de usos y habilidades que los hombres, además de una mayor satisfacción en la utilización de Internet. Por lo tanto, manifiestan menor necesidad de formación.
Por edad, los grupos mayores expresan su predilección por conectarse desde los domicilios particulares y un menor uso del móvil y de las aplicaciones disponibles, en especial las de compras online y ocio. Este segmento de la población reclama más formación en nuevas tecnologías.
Por su parte, el nivel de estudios y la formación actúan en sentido favorable a la satisfacción en el uso de herramientas digitales. De este modo, las personas con un mayor nivel indican que requieren una menor formación en nuevas tecnologías. En lo referente a la ocupación, un desempeño profesional que exige menor cualificación va acompañado de menor satisfacción respecto de la digitalización y viceversa.
Digitalización de las empresas de la Comunidad Valenciana
Sobre la muestra de entidades, la gran mayoría con un máximo de 50 trabajadores, la investigación expone el grado de digitalización en aspectos como calidad de acceso a Internet, seguridad informática, fases de producción, gestión en almacén, proceso comercial y marketing, mercado laboral o servicios a empresas.
El estudio constata que el grado de implantación de las nuevas tecnologías en las empresas es medio o bajo y que hay cinco variables que generan diferencias e influyen en su desarrollo: el acceso y cobertura para la conexión a Internet, la actitud y mentalidad frente al aspecto digital, el tamaño de la empresa en cuanto a la disponibilidad de recursos personales y económicos, el sector de actividad y el tamaño de la población en la que se ubica.
Las principales barreras para la transformación digital en las pymes valencianas están ligadas a la mentalidad analógica de algunos empresarios y trabajadores, la deficiente conexión y cobertura en algunas áreas, y la significativa inversión requerida.
En este sentido, el estudio propone medidas destinadas a avanzar en el proceso. Por ejemplo, la concienciación es fundamental para que el tejido empresarial y los empleados comprendan el significado de la digitalización y la importancia de formarse en las herramientas y técnicas vinculadas a este proceso. Por su parte, la administración también desempeña un papel relevante en aspectos relacionados con ayudas económicas, acompañamiento y diagnóstico de necesidades.