La empresa Envac, especializada en sistemas neumáticos de gestión de residuos, desarrolla centrales de recogida compatibles con otros usos que generan valor para la comunidad. Esto es posible debido al nulo impacto ambiental de estos equipamientos, que no generan ruidos ni malos olores, y a la ausencia de contacto de la ciudadanía con los residuos desde que los introducen en el sistema. Algunas de estas centrales albergan espacios para usos múltiples o aprovechan infraestructuras viales ya existentes, mientras que otras se integran con el medio urbano o natural.
Desde su fundación, Envac apuesta por el uso polivalente de los espacios que acogen las centrales de recogida. Entre sus últimos desarrollos, destaca el proyecto Barking Riverside, en Londres, con una central de recogida en el edificio The Wilds, concebido como un espacio comunitario ecológico para usos múltiples abierto al público.
Por encima de la planta baja, donde se ubica el equipamiento industrial, se disponen diversos espacios. El edificio alberga una cafetería, salas de exposiciones y eventos, talleres, área de coworking y una zona de jardines.
Centrales de recogida integradas en el entorno urbano y natural
Envac también planifica centrales de recogida que se hacen prácticamente invisibles a la percepción de la población al estar integradas armónicamente con el medio urbano o natural en el que se localizan. Es el caso del sistema neumático que transporta los residuos en la zona de Los Negrillos, en Majadahonda, donde el edificio de la central está ubicado en el subsuelo de un parque público. Otras ciudades con centrales en parques públicos son Barcelona, Sabadell, Santander o Vitoria.
Una solución similar es la adoptada en el área de Monte del Pilar, también en Majadahonda. La central se ha dispuesto bajo la vía pública, en el espacio que ocupa una rotonda, de manera que se libera espacio público y desaparece el impacto visual que supondría un edificio industrial en un paraje natural.
Infraestructuras viales y aulas medioambientales
Entre los casos en los que se ha aprovechado la parte inferior de un puente para albergar las centrales de recogida neumática, se encuentran Barakaldo y Donosti. En el distrito de Ciutat Vella, en Barcelona, se ha optado por los edificios ya existentes, en concreto bajo el Mercado Santa Caterina y en la parte baja de un hotel de la calle de Robadors. También en Llodio se ha aprovechado un parking público.
Otra modalidad de uso compartido de las centrales de recogida neumática con otro tipo de actividades comunitarias se encuentra en ciudades como Zaragoza, Pamplona o Almería, con edificios que albergan puntos limpios o aulas medioambientales que son utilizadas regularmente para impartir cursos y talleres a vecinos y estudiantes. En el caso del sistema de Bergen, en Noruega, la central se ubica bajo las oficinas de la empresa que gestiona la limpieza y la recogida de residuos de la ciudad.