La iniciativa europea Scalable Cities ha publicado un informe que describe el estado actual de las smart cities en la UE. Además, destaca algunas soluciones ambiciosas, competitivas en costes y preparadas para ser replicadas a gran escala en otras ciudades con el objetivo de alcanzar la neutralidad climática. Es el caso de la estrategia para la descarbonización de Valencia, el mercado social digital de Londres, Lisboa y Milán; la Unidad de Ciudad Digital de Leipzig, el Urban Living Lab de Múnich o la plataforma SharingMi de Milán.
Los datos del informe han sido extraídos del programa faro de investigación y desarrollo en materia de ciudades y comunidades inteligentes, impulsado por la Comisión Europea. El conocimiento generado por estas urbes se incorporará a la misión europea de 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutras para 2030.
Las ciudades y municipios se encuentran entre los principales aliados para la implementación de la misión de ciudades y REPowerEU, un plan promovido por la Comisión Europea para diversificar la cadena de suministro y acelerar la transición energética y climática. Esto requiere cambios masivos en el uso, el comportamiento, la organización y la gobernanza de la ciudad, que abarquen a toda la sociedad.
Numerosas ciudades europeas ya están en proceso de transformación y se han embarcado en un camino marcado por la implementación de soluciones innovadoras y esquemas de financiación para respaldar sus ambiciones. Estas urbes forman parte de la iniciativa Scalable Cities y son representantes del programa faro de ciudades y comunidades inteligentes.
Resultados de la iniciativa Scalable Cities
Scalable Cities está formada por 124 ciudades involucradas en 20 proyectos de ciudades y comunidades inteligentes, financiados por los programas Horizonte 2020 y Horizonte Europa, y que trabajan en consorcios con el mundo académico, la industria, asociaciones y consultores.
En total, han implementado más de 550 demostraciones de innovaciones tecnológicas y sociales para conseguir ciudades inteligentes y climáticamente neutras en las áreas de movilidad y logística, edificios, datos urbanos e infraestructura TIC, participación ciudadana y gobernanza urbana.
Entre los resultados conseguidos por estas ciudades, han ahorrado más de un 53% de energía, han disminuido hasta un 88% las emisiones de CO2, han instalado más de 17.500 contadores inteligentes y han introducido más de 5.000 vehículos eléctricos y 500 estaciones de recarga. Asimismo, suman más de 260.000 ciudadanos comprometidos.
Estado actual de las smart cities europeas
El desarrollo de ciudades inteligentes y climáticamente neutras en Europa se ve acelerado por la digitalización y el compromiso de la ciudadanía, y se cimenta en una transición basada en la gobernanza y en mecanismos de financiación adecuados. En este contexto, el informe sobre el estado de las smart cities europeas explora y muestra modelos, soluciones y financiación escalables para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar la descarbonización.
Se recogen ejemplos que van desde las soluciones de movilidad sostenible hasta el despliegue de tecnologías de la información y la comunicación. También muestra enfoques que abordan las barreras estructurales y de gobernanza existentes y fomentan la replicación a escala involucrando a la ciudadanía, las partes interesadas y otros actores en el proceso de toma de decisiones, intensificando la coordinación de políticas y alineando las opciones de financiación e inversión.
El informe destaca que los cambios que están experimentando las ciudades no afectan solo a las grandes urbes, sino también a las medianas y pequeñas. Entre otras cosas, los laboratorios de innovación para impulsar la participación ciudadana están siendo de gran ayuda para diseñar, probar, financiar y desarrollar innovaciones.
Además, las ciudades europeas están implementando plataformas de datos urbanos. Dijon y Angers, en Francia, han puesto en marcha un sistema basado en datos para optimizar servicios públicos como la movilidad, la gestión de residuos o la energía; y Londres permite el acceso libre a los conjuntos de datos para la creación de servicios.
Por su parte, los sistemas inteligentes de gestión de la energía promueven la eficiencia energética, el desarrollo de las renovables o la integración de energía, edificios, planificación y movilidad. Así, se están desarrollando y probando modelos de negocio en este sentido.
Igualmente, muchas aplicaciones urbanas están usando la inteligencia artificial (IA), pero esta tecnología conlleva retos en torno a la privacidad o la desinformación. En cuanto a los gemelos digitales, el documento señala que es necesario desarrollar más casos de uso para entender su valor añadido en la toma de decisiones y en la combinación de diferentes conjuntos de datos en entornos de código abierto, en especial, para hacer frente a los impactos del cambio climático.
Para alcanzar la descarbonización, es necesario reducir las emisiones contaminantes de las ciudades, lo que requiere más inversión en tecnologías urbanas. En su camino hacia la neutralidad climática, las ciudades también tendrán que cerrar la brecha financiera, y los mercados sociales digitales son uno de los puntos de partida para lograrlo.
Soluciones preparadas para ser replicadas en otras ciudades
Entre las iniciativas clave reflejadas en el informe, figura la Unidad de Ciudad Digital de Leipzig (Alemania), un centro de competencias para la digitalización dirigido a la administración municipal y a actores externos como empresas, sociedad civil e instituciones científicas. Es responsable del desarrollo y la implementación de proyectos de innovación financiados con fondos nacionales y europeos.
El Eurêka Club está formado por habitantes y usuarios de un barrio de Lyon (Francia) para reforzar el compromiso y la cocreación de nuevos servicios urbanos. Su primera versión organizó seis talleres para probar una aplicación móvil para aumentar la concienciación sobre el equilibrio de la producción y el consumo de electricidad. Después, puso en marcha una incubadora ciudadana de proyectos de economía circular. El trabajo realizado ha demostrado un fuerte interés de la población en temas relacionados con las smart cities, el desarrollo sostenible y el diseño de nuevos servicios urbanos.
Dentro del proyecto Smarter Together, Viena (Austria) adoptó un concepto integrado de gobernanza del aprendizaje, que va más allá de la tradicional participación ciudadana. Como resultado, las personas involucradas han producido soluciones altamente innovadoras, se ha desarrollado la estrategia marco de ciudad inteligente de Viena o se han desplegado estaciones de movilidad, entre otras cosas.
El Urban Living Lab de Múnich (Alemania) también nació en el marco de Smarter Together con la finalidad de involucrar a la ciudadanía y a otras partes interesadas en temas relacionados con el desarrollo urbano sostenible e inteligente a través de eventos, exposiciones, talleres y proyectos interactivos.
Mediante la iniciativa +CityxChange, la ciudad de Limerick (Irlanda) ha demostrado que sus habitantes pueden convertirse en coinnovadores. Se ha involucrado a la población para diseñar y probar nuevos productos y servicios urbanos que realmente cubran las necesidades actuales.
Como resultado, se ha desarrollado un manual de participación ciudadana, se han vinculado espacios físicos del casco urbano a espacios online para fomentar la innovación a través de nuevos productos, tecnologías y modelos de negocio, y se ha lanzado un laboratorio de innovación en energía positiva distribuida.
De la misma manera, Londres (Reino Unido), Lisboa (Portugal) y Milán (Italia), dentro del proyecto Sharing Cities, han desarrollado un mercado social digital. Está protagonizado por una aplicación móvil diseñada para permitir interacciones digitales y físicas entre usuarios, servicios y proveedores, fomentando el cambio de comportamiento mediante el uso de recompensas para, en última instancia, impulsar la adopción de servicios sostenibles de ciudades inteligentes.
Por ejemplo, Milán ha lanzado SharingMi, una plataforma que reúne a los ciudadanos preocupados por la sostenibilidad para aumentar la conciencia y promover la acción en torno a los desafíos urbanos.
Dentro del proyecto MRA-RICE, Londres, Mánchester (Reino Unido), Milán y La Haya (Países Bajos) han creado un modelo de fondo urbano reuniendo sus mejores prácticas. Se trata de un instrumento financiero adaptable a las necesidades específicas de las ciudades de toda Europa, que puede estar especializado en un ámbito, liderado por la ciudad y administrado de forma independiente. Este busca facilitar la atracción de inversores.
Iniciativas desarrolladas en Valencia
La ciudad española de Valencia, como parte de la misión europea de ciudades, ha diseñado una estrategia para alcanzar la neutralidad climática y ha puesto en funcionamiento un grupo multidepartamental que invita a otras áreas y agentes interesados externos a reuniones de coordinación para asegurar el éxito de la estrategia.
También en Valencia se lanzó una iniciativa para financiar una planta fotovoltaica con una capacidad de producción de 100 kW para un edificio público, el centro de innovación social Las Naves, mediante inversiones ciudadanas. Más de 100 personas participaron con entre 100 y 2.000 euros cada una y el coste total de la planta, de 100.000 euros, se cubrió con 80.000 euros de los ciudadanos y 20.000 euros de Las Naves.
Otras iniciativas recopiladas en el informe, competitivas en costes y preparadas para ser replicadas en otras ciudades europeas, son la asociación climática de Gotemburgo (Suecia), los distritos de energía positiva de Espoo (Finlandia), los edificios inteligentes para reducir el consumo de energía de Bristol (Reino Unido), las plataformas de inversión en distritos de Utrecht (Países Bajos), los bloques de energía positiva de Évora (Portugal) y Alkmaar (Países Bajos) y la iniciativa de desarrollo sostenible de Lyon.