Con el objetivo de seguir innovando y dando respuesta a las necesidades de sus clientes, la empresa Kunak ha ampliado su gama de cartuchos inteligentes con un nuevo contaminante: el cloruro de hidrógeno (HCI).
El sistema de cartuchos inteligentes de Kunak resuelve problemas como la variabilidad de los sensores, facilita su calibración, la sustitución de los sensores o las tareas de mantenimiento.
De este modo, los clientes no tienen que enviar las estaciones de su red a fábrica cada vez que cambien las necesidades de su proyecto ambiental, solo tienen que pedir los nuevos cartuchos que necesitan, extraer los antiguos y colocar los nuevos en las estaciones Kunak AIR para empezar a medir casi al instante.
Nuevo cartucho de HCI de Kunak
El HCI es un gas incoloro ligeramente amarillo con un olor penetrante que, al entrar en contacto con el aire, forma vapores densos, blancos y corrosivos. Así, es irritante y corrosivo para cualquier tejido con el que entre en contacto y una breve exposición puede irritar la piel, la nariz, los ojos, la garganta y la laringe, además de provocar quemaduras en los ojos y la piel. Su umbral de olor se fijó en 0,77 ppm, mientras que la concentración irritante se registra en 33 ppm.
El nuevo cartucho de HCI de Kunak tiene incorporado un sensor electroquímico capaz de monitorizar desde bajas concentraciones (< 1 ppm) hasta altas concentraciones, con un rango de 0 a 20 ppm y una precisión de ±0,3 ppm.
Está indicado para la detección de fugas en procesos industriales y no para la monitorización continua de HCI. Además, tiene una alta sensibilidad cruzada con el ácido sulfúrico (H2S), por lo que se recomienda utilizar un cartucho de H2S junto con el de HCI para permitir que el algoritmo de Kunak corrija esa sensibilidad cruzada.