Salvamento Marítimo va a realizar en sus unidades y centros de coordinación de Canarias, en las semanas finales de junio, la prueba piloto de un nuevo sistema inteligente para sus operaciones desarrollado dentro del proyecto iSAR (Programa integral de innovación en Salvamento Marítimo).
El piloto del nuevo sistema inteligente de Salvamento Marítimo se llevará a cabo tras haber incorporado inteligencia artificial en varias de sus unidades en Canarias para probar las nuevas tecnologías y, tras el análisis, incorporarlas en el resto de unidades de las islas y de todo el país.
El proyecto iSAR, desarrollado en 14 meses, tiene por objeto mejorar el desempeño, la eficacia y la eficiencia de los servicios de salvamento mediante la innovación en las prestaciones y capacidades de las unidades marítimas, aéreas y los centros de coordinación.
Para conseguir estas metas, que se van a poner a prueba en Canarias, Salvamento Marítimo incorpora dos aeronaves no tripuladas, nuevas plataformas y sensores inteligentes capaces de detectar a náufragos de manera automática en condiciones meteorológicas adversas e incluso de noche. También incluye un sistema de comunicaciones satelitales de gran capacidad y una red de comunicaciones digital que conecta a las unidades desplegadas en el mar.
Asimismo, se podrá realizar el seguimiento de atmósferas tóxicas y peligrosas, emisiones atmosféricas procedentes de los buques y contaminaciones en la superficie marina. En un contexto de emergencia, estos sistemas deben operar como una red de información para compartir datos en tiempo real.
En concreto, se han modificado e incorporado las nuevas capacidades a la Salvamar Macondo y la Guardamar Calíope, el Helimer 202, el avión Sasemar 103, los centros de coordinación con las estaciones de mando y control (Santa Cruz, Las Palmas y Madrid) y tres embarcaciones conectadas a satélites de órbita baja (Salvamares Al Nair, Alpheratz y Mizar).
Búsqueda, rescate y lucha contra la contaminación
El proyecto iSAR reducirá el tiempo de detección, búsqueda y rescate de naúfragos, mejorará la localización y recuperación de objetos a la deriva que puedan suponer un riesgo, aumentará la capacidad de identificar vertidos de hidrocarburos y otras sustancias contaminantes, activará la detección de atmósferas nocivas y peligrosas, y facilitará la comunicación entre las diferentes unidades que participen en una emergencia. Así, ayudará tanto al rescate de personas como a combatir el cambio climático.
Esta iniciativa cuenta con un presupuesto de más de 20 millones de euros, cofinanciado en un 85% por el fondo FEDER y en un 15% por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. Los resultados del despliegue tecnológico se podrán conocer próximamente tras las pruebas de Canarias.