Por iniciativa de distintas entidades públicas y privadas, el Ayuntamiento de Castelldefels, en la provincia de Barcelona, está midiendo la calidad del aire a través de diferentes tecnologías desplegadas por toda la ciudad. Es el caso de los 19 dispositivos bettair de la compañía Bettair Cities instalados en el territorio.
Castelldefels no dispone de ninguna estación de referencia gestionada por la Red de Vigilancia y Previsión de la Contaminación Atmosférica, siendo la más cercana la del municipio colindante de Gavà.
En este contexto, se han desplegado 19 puntos de medida bettair, que monitorizan parámetros típicos de la contaminación urbana como NO2, NO, O3, CO, SO2, CO2 o partículas en suspensión (PMs), así como el ruido acústico, la temperatura, la presión atmosférica y la humedad relativa.
Características del nodo bettair
El nodo bettair de Bettair Cities es un dispositivo ultracompacto capaz de medir hasta 11 parámetros de calidad del aire, las condiciones meteorológicas y la contaminación acústica. Los datos se envían por 3G/4G y puede ser alimentado tanto en corriente alterna como continua desde un panel solar.
La instalación idónea es en una luminaria o similar. Además, existe la posibilidad de conectar elementos externos como un anemómetro o estaciones meteorológicas más completas, totalmente integrados con los dispositivos, y se puede acceder a los datos a través del mismo panel de control o de la API de bettair.
La API permite integrar los datos de calidad del aire en otras plataformas más genéricas como Sentilo, una plataforma de código abierto de sensores y actuadores diseñada para tener cabida en la arquitectura de smart city de cualquier ciudad que busque apertura y fácil interoperabilidad.
Políticas basadas en datos e implementación de ZBE
La información aportada por los dispositivos bettair permite al Ayuntamiento de Castelldefels conocer las concentraciones de contaminación atmosférica en puntos estratégicos de la ciudad como colegios, bibliotecas, centros comerciales y áreas urbanas donde se están ejecutando obras públicas.
La capilaridad de los puntos de medición genera una visión en alta resolución de la distribución de los contaminantes en el territorio y, en consecuencia, el consistorio puede enfocar sus políticas de movilidad y de protección medioambiental en minimizar la exposición de la ciudadanía a la polución a partir de los datos obtenidos. Además, se trata de una tecnología idónea para la implementación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).