La estrategia de movilidad del Ayuntamiento de Logroño integra una red peatonal, una red básica ciclista, otra de autobuses optimizada y una última para el vehículo privado, así como tiene en cuenta las necesidades logísticas de la ciudad en materia de aparcamiento, carga y descarga, nuevos parámetros de sostenibilidad urbana, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética con sus Zonas de Bajas Emisiones y la nueva estación intermodal. Así, dirige a la capital riojana hacia un modelo urbano más sostenible, saludable y seguro.
La estrategia de movilidad de Logroño cuenta con un diagnóstico y caracterización de la movilidad, atendiendo a las diferentes tipologías y a la densidad de población de cada una de ellas; y se analizan los diferentes centros de atracción y zonas comerciales e industriales. Asimismo, refleja los efectos de la pandemia en el ámbito de la movilidad y propone un plan de acción.
Plantea una nueva jerarquía viaria basada en la pirámide invertida de movilidad sostenible que integre todos los medios de transporte en el espacio público, fomentando el cambio modal y estableciendo un modelo urbano basado en el desarrollo y el crecimiento del centro de la ciudad como espacio de preferencia peatonal.
Además, determina una zona de prioridad de modos sostenibles donde el transporte público tendrá carriles reservados, la creación de las áreas pacificadas ya definidas en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de 2013 y la reducción de intensidades viarias de tráfico por el centro que reduzcan los niveles de ruido, las emisiones contaminantes y la siniestralidad y que lleven el tráfico a la LO-20.
Movilidad más sostenible, saludable y segura
Para conseguir una ciudad más sostenible, saludable y segura, la estrategia contempla la creación de una red de itinerarios peatonales accesibles que den servicio rápido y directo para acceder a los diferentes destinos, con mobiliario y protección de cara a las condiciones climáticas cada vez más extremas. En la misma línea, propone ampliar la anchura de las aceras, incrementar los pasos de peatones y actuar sobre las intersecciones más concurridas.
También plantea la adecuación de los ciclocarriles actuales para lograr una red fácilmente reconocible mediante marcas viales de diferente color y una franja lateral con banda sonora, y la implantación de una nueva red ciclista que complete y dé continuidad a la existente, lo que haría un total de 104 kilómetros de red ciclista en Logroño. Asimismo, plantea su conexión con el área metropolitana, que los carriles sean unidireccionales y aumentar la dotación de aparcabicis para corta y larga duración.
Para conseguir que los usuarios de vehículos privados opten por el autobús urbano como alternativa, propone mejorar y unificar frecuencias inferiores a los 12 minutos para facilitar los transbordos, optimizar tiempos de viaje mediante sistemas de prioridad semafórica y carriles reservados, reestructurar las líneas para crear una nueva centralidad de la red urbana en la estación intermodal y dar una mejor cobertura al barrio de El Cortijo mediante un servicio a demanda y a la red de parkings disuasorios y polígonos industriales a través de lanzaderas. En este sentido, también plantea eliminar solapamientos, simplificar itinerarios y mejorar la experiencia del usuario con un servicio de ayuda a la explotación.
Otra de las acciones incluidas es desincentivar el tráfico de paso por el centro de la ciudad mediante la transformación de Muro del Carmen y Muro de Cervantes, de modo que la reducción de la intensidad y la velocidad del tráfico ayuden a mejorar los niveles de ruido y de calidad del aire para que el centro pueda cumplir los requisitos establecidos para convertirse en Zona de Bajas Emisiones. La estrategia ofrece itinerarios alternativos que contemplan actuaciones en la intersección de las avenidas Colón, la Paz y Solidaridad.
El plan de acción también propone facilitar la recarga de los vehículos eléctricos y promover el uso compartido. Respecto a las zonas estacionamiento regulado (ORA), plantea un nuevo modelo tarifario que proteja al residente y disuada de realizar estancias largas. Finalmente, para atender el aumento de mercancías y mejorar la eficiencia de la distribución, plantea crear buzones inteligentes en el marco del proyecto Decarbomile y nuevas plazas de carga y descarga monitorizadas e integradas en un sistema en el que se puedan reservar y gestionar.