El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ha presentado el anteproyecto elaborado por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para transformar la estación Barcelona-Sants en un nodo sostenible de transporte multimodal integrado en el nuevo modelo de ciudad. Entre otras cosas, apuesta por la movilidad activa, la robotización y los espacios verdes, y pone en el centro a los peatones.
Con el anteproyecto para ampliar y mejorar Barcelona-Sants, que actuará en 155.000 m2, de los que 68.000 m2 se destinarán a zonas peatonales y carriles bici, se culmina un proceso de participación ciudadana de un año de duración. Ahora, este debe someterse a información pública.
Tendrá un coste estimado de 410 millones de euros (IVA incluido) y contará con financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Se calcula que el aumento de la oferta de transporte, junto a la movilidad cotidiana, llevará a la estación a acoger 58 millones de viajeros en el año en 2030, frente a los 46 millones actuales.
Trabajos previos
La intervención para conseguir una estación preparada para la movilidad del futuro precisa de una serie de trabajos previos, por valor de 130 millones de euros, en los que ya se está avanzando y que conforman la fase cero del proyecto global de remodelación.
En este sentido, el pasado mes de abril se licitaron las actuaciones para adaptar el vestíbulo actual a las necesidades más urgentes. Está previsto que el contrato se adjudique a finales de año, por lo que en el primer semestre de 2023 se verán los primeros trabajos.
Transformación de Barcelona-Sants
Barcelona-Sants pasará a convertirse en un centro urbano sostenible y punto de encuentro, rodeado de espacios verdes y abierto a la vida social, cultural y económica de la ciudad. Además, la ampliación optimizará la intermodalidad, con mejores accesos al vestíbulo del metro, un aparcamiento robotizado para vehículos de movilidad urbana como patinetes o bicicletas y una mejor conexión con las paradas de autobús. Como resultado, se espera reducir el tráfico del entorno en un 75% y ampliar la superficie peatonal a un 85% del total.
Este proyecto forma parte de la apuesta del Mitma por la descarbonización y la transformación de la movilidad en las estaciones. Por esta razón, contempla el establecimiento de un gran contenedor robotizado en Barcelona-Sants, que se irá adaptando a los nuevos medios de transporte sostenible en sustitución del aparcamiento tradicional para coches.
Asimismo, se busca reducir la demanda de energía a través de la instalación de 14.000 m2 de placas fotovoltaicas en la nueva cubierta e incluye el aprovechamiento del calor residual en los túneles ferroviarios o la inclusión de ventilaciones naturales en los andenes.