El Ayuntamiento de Palma aprobó el pasado miércoles el acuerdo de inicio de tramitación de la iniciativa pública para el ejercicio de la actividad económica de instalación, gestión, explotación y mantenimiento integral de una red pública de puntos de recarga para vehículos eléctricos.
El proyecto de red municipal de puntos de recarga de Palma se tramita a través de la empresa pública Emaya, que lo ha presentado al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a fin de participar en la definición de las propuestas en materia de energía que podrán optar a financiación de los fondos europeos Next Generation, concretamente a la convocatoria de modelos de negocio y proyectos singulares de transición energética en las Islas Baleares.
La empresa pública trabaja junto con el área de Movilidad, de acuerdo con el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). La propuesta es instalar las estaciones de recarga en ubicaciones como aparcamientos municipales del SMAP, polígonos industriales, instalaciones deportivas o zonas de ocio y turísticas. La instalación sería progresiva hasta el mes de diciembre de 2026.
Proyecto de red municipal de puntos de recarga
El objetivo del Ayuntamiento de Palma es crear una infraestructura pública de 50 estaciones distribuidas por toda la ciudad con 2.000 puntos de recarga semirrápidos y rápidos para vehículos eléctricos. La inversión necesaria es de 33 millones de euros.
Cada estación del proyecto tiene una media de 40 puntos de recarga, de los cuales 8 son de tipo M4 (50 kW) y el resto de tipo M3 (22 kW). Un coche eléctrico mediano tiene una capacidad de 50KW/h, por lo que puede cargarse en una hora en los puntos M4 y en 2 horas en los tipo M3. La recarga completa proporciona una autonomía media de 300 kilómetros, correspondientes a una semana de uso urbano.
La iniciativa tasa el precio con un coste para el usuario similar al doméstico. Asimismo, contempla una aplicación móvil para reservar y pagar el uso de los puntos de recarga, ligados a instalaciones de autoconsumo con pérgolas de placas solares fotovoltaicas. En total, se prevé la instalación de 8 MW con baterías de litio como complemento para una carga limpia y libre de emisiones.
Las instalaciones se dirigen principalmente a usuarios que no cuentan con un punto fijo de recarga en su casa o en una plaza de aparcamiento. De esta manera, se pretende democratizar el acceso a puntos de recarga mientras los usuarios realizan otra actividad, como hacer gestiones, ir al cine, a comer, al trabajo o comprar.