El Banco Europeo de Inversiones (BEI) ha aprobado una nueva Política de Préstamos para el Transporte, que determina una serie de desafíos y establece las prioridades para apoyar al sector hacia un sistema de movilidad inteligente, sostenible, seguro, accesible y eficiente.
Tras una consulta pública en la que participaron más de 3.500 personas y organizaciones, y siguiendo la decisión de su Consejo de Administración -compuesto por representantes de los Estados miembros de la Unión Europea-, el BEI ha revisado y publicado la nueva Política de Préstamos para el Transporte como parte del documento ‘El camino a seguir: invertir en un sistema de transporte más limpio e inteligente’.
En línea con los objetivos de la UE, el Acuerdo de París y la hoja de ruta del Banco Climático del Grupo BEI, la nueva política pretende apoyar el despliegue de nuevas tecnologías innovadoras y proyectos maduros para avanzar en la transición del sector hacia la descarbonización, la seguridad, la accesibilidad, la ecología y la eficiencia.
Retos del sector del transporte
De acuerdo con el texto, los retos a los que se enfrenta el sector del transporte son la descarbonización, medidas que no dañan significativamente el medio ambiente, seguridad vial y del transporte, accesibilidad, sostenibilidad de las ciudades, resiliencia de las infraestructuras al cambio climático y uso eficiente de los recursos.
La finalización de la conectividad de las Redes Transeuropeas para el Transporte (TEN-T) también es un desafío importante, así como la necesidad de garantizar la ciberseguridad y la privacidad de los datos a medida que se avanza en digitalización y automatización. Por último, la financiación, ya que se estima la necesidad de invertir 100.000 millones de euros anuales en infraestructura de transporte verde.
Inversiones prioritarias
La nueva Política de Préstamos para el Transporte identifica las inversiones más adecuadas para abordar estos retos, entre las que figura el transporte público, la movilidad activa y compartida, los sistemas seguros, los vehículos limpios, la automatización de vehículos y la digitalización.
Asimismo, da prioridad a la infraestructura ferroviaria electrificada y limpia, y a la digitalización y la automatización como medios para optimizar los recursos, la seguridad y la interoperabilidad. En esta línea, el BEI también desarrollará mecanismos de financiación innovadores para la modernización, adaptación y digitalización del ferrocarril.
De la misma manera, el documento contempla inversiones en redes estratégicas, en particular TEN-T; seguridad vial, despliegue de infraestructuras de combustibles alternativos, vehículos de cero emisiones, sistemas de transporte inteligentes, soluciones digitales, y rehabilitación y mejora de la infraestructura vial.
Serán prioritarias las soluciones digitales para un uso óptimo y seguro de la infraestructura existente, tales como sistemas de gestión del tráfico e información, automatización, seguridad, vigilancia, transporte público bajo demanda y emisión integrada de billetes. En cuanto al transporte marítimo y aéreo, el BEI apoyará inversiones para la descarbonización de los puertos y aeropuertos, y el desarrollo de buques y aeronaves de cero emisiones.
La nueva Política de Préstamos para el Transporte del BEI ya se encuentra en vigor y se extenderá hasta 2027. Además, estará sujeta a una revisión intermedia en el año 2025.