La Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA) ha publicado un informe titulado ‘Digitalización de los sistemas energéticos urbanos’ sobre cómo los proyectos del programa Horizonte 2020 en materia de energía y smart cities pueden mejorar la habitabilidad de las ciudades.
De acuerdo con el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA), para 2024 un total de 83.000 millones de dispositivos conectados y sensores crearán un amplio rango de conjuntos de datos, que cubrirán áreas como el consumo de energía. Esta información puede hacer más inteligentes los sistemas energéticos urbanos.
La digitalización puede mejorar la habitabilidad de las ciudades en múltiples dominios, como la gestión y operación de los sistemas energéticos urbanos a través de soluciones como las de alumbrado público inteligente o recarga de vehículos eléctricos, entre otras. Así lo recoge el informe ‘Digitalización de los sistemas energéticos urbanos’ publicado por CINEA.
El documento señala que algunos países han comenzado a invertir significativamente en este ámbito. Es el caso de Bélgica, que ha apoyado un plan de 62 proyectos por valor de 400 millones de euros y un segundo programa con la misma asignación presupuestaria. En Finlandia han sido ejecutadas 26 iniciativas con un presupuesto de 45 millones desde 2017, Francia ha aportado 50 millones al fondo ‘City of tomorrow’ para start-ups del sector smart city, Alemania ha dedicado 150 millones al programa ‘City of the Future’ e Italia ha invertido 65 millones desde 2016.
Además, Eslovaquia ha cofinanciado con un millón de euros del presupuesto estatal un esquema piloto para ciudades inteligentes y Reino Unido ha dedicado 32 millones de libras esterlinas desde 2017 a un programa de IoT a través de un proyecto demostrador de ciudades del futuro.
Tecnologías y proyectos
Entre las tecnologías recogidas en el informe ‘Digitalización de los sistemas energéticos urbanos’, se encuentran los sistemas de gestión y monitorización energética, análisis de datos avanzado, herramientas de automatización, monitorización, predicción y control de flujos; soluciones de vehículo inteligente, contadores inteligentes y alumbrado inteligente.
También menciona un proyecto de control de la iluminación, aplicando la red inalámbrica LoRa, controladores y sensores de actividad para optimizar el nivel de iluminación durante la tarde y la noche en Oulu (Finlandia) y un sistema de iluminación inteligente en cuatro calles de Tepebaşı, conformado por luminarias con tecnología LED y tecnología para multiplicar el ahorro.
En la ciudad española de San Sebastián se han aplicado métodos avanzados de análisis de datos que proporcionan información agregada sobre movilidad para un mayor conocimiento que facilite la toma de decisiones a fin de reducir costes y emisiones contaminantes. Por su parte, Valencia ha aplicado soluciones de carga inteligente de vehículos eléctricos y puntos de recarga inteligentes para la gestión de la demanda de electricidad, brindando beneficios financieros y de reducción de emisiones.
Otro ejemplo es el de Barcelona, donde se recaban unos 8 GB de datos diarios, correspondientes en su mayoría a la monitorización de parámetros energéticos y urbanos que necesitan ser transferidos a través de la red de smart city.
Impactos de la digitalización
Según los impactos de la digitalización recogidos en el documento de CINEA, en el sector de la movilidad destaca la reducción de costes con los avances en vehículos autónomos, que pueden resultar en servicios de Mobility as a Service (MaaS), un 40% más económicos que los vehículos privados.
La digitalización también mejora el rendimiento de los vehículos eléctricos mediante software y sensores que determinan patrones de conducción sostenibles y aumentan la vida de las baterías, o puntos de recarga inteligentes. Otros servicios como las bicicletas eléctricas inteligentes, de vehículos compartidos y las plataformas de datos proporcionan un mayor conocimiento de la movilidad y contribuyen a reducir las emisiones contaminantes.
Las implicaciones de la digitalización en los sistemas energéticos urbanos aún son muy inciertas y existen varias limitaciones y barreras en diferentes aspectos, como datos, ciberseguridad, privacidad, coordinación e integración dentro de los sectores público y privado, financiación o participación ciudadana. En este contexto, el informe también propone una serie de recomendaciones para avanzar en este sentido de cara a 2025, 2030 y 2040.