El Think Tank Smart Cities, hub impulsado por la Asociación Valenciana del Sector de la Energía (Avaesen), en colaboración con la Diputación de Valencia, han organizado una Escuela de Tecnologías dirigida a ayuntamientos para ayudarles en el reto de la transformación digital con el objetivo de impulsar su competitividad y hacer frente al desarrollo de las ayudas para digitalización procedentes de los fondos europeos Next Generation.
El protagonismo creciente de la tecnología está provocando un incremento de la brecha digital y, para reducirla, los responsables y técnicos de las administraciones locales deben entender el lenguaje tecnológico y ser capaces de definir los requerimientos de las licitaciones para la adquisición de bienes y servicios tecnológicos, comprender las ofertas de los proveedores de base tecnológica y el alcance y potencial impacto derivado de las nuevas tecnologías.
Además, un alto porcentaje de los fondos Next Generation para digitalización se implementarán a nivel local y regional, por lo que el papel de los municipios es fundamental en su puesta en marcha.
Materias y objetivos de la Escuela de Tecnologías
La Escuela de Tecnologías, inaugurada el pasado 20 de junio, se dirige a alcaldes, concejales, jefes de servicio y técnicos de la administración local. Se trata de una prueba piloto en la que han participado Alcàsser, Alpuente, Elda, El Verger, Gandia, Manises, Petrés, Quartell, Sagunt, Sueca, Torrent y Villalonga. Está previsto que se amplíe al resto de ayuntamientos valencianos en los próximos meses.
Los cursos harán un recorrido por materias como blockchain, inteligencia artificial, IoT, cloud o big data, entre otras, desde un punto de vista práctico y enfocado a la labor diaria de los ayuntamientos. El objetivo es acompañar a las administraciones locales en su transformación digital, ayudándoles a adquirir unos conocimientos globales sobre las principales tecnologías digitales y sus potenciales aplicaciones.
De esta manera, se espera que los asistentes finalicen la formación entendiendo mejor el lenguaje de los proveedores tecnológicos, el potencial de un proyecto innovador o propuesta de corte tecnológico, y disponiendo de criterio para opinar y preguntar a terceros sobre sus desarrollos, y de seguridad y confianza para poder incorporar determinadas tecnologías a la administración local.