El Consell Insular de Menorca ha publicado el Plan de Desarrollo de la Red Pública de Puntos de Recarga de Vehículos Eléctricos (VE) hasta 2030, un estudio para prever cómo debe ser la infraestructura de recarga con el fin de cumplir las previsiones de crecimiento de la movilidad eléctrica en los próximos años. Entre otras cosas, recoge que será necesario instalar un mínimo de 1.303 puntos de recarga en la isla para cubrir la demanda en 2030.
El Plan de Desarrollo de la Red Pública de Puntos de Recarga de Vehículos Eléctricos de Menorca ha sido elaborado por Etecninc Energy & Mobility para el Consell Insular. La redacción ha tenido en cuenta la legislación vigente a escala nacional y autonómica sobre cambio climático y transición energética, las directivas europeas en este ámbito, los objetivos de la Estrategia Menorca 2030 para la descarbonización del sistema eléctrico de la isla y el Plan de Acción de la Reserva de Biosfera.
Se estima que en 2030 un 18% del parque total de vehículos será eléctrico, con un total de 14.000 VE, por lo que la infraestructura deberá crecer de forma proporcional y el número de puntos de recarga instalados actualmente en la isla, cifrado en 97, deberá multiplicarse por 15.
El documento determina que, del total de puntos necesarios para 2030, el 50% deberá ser asumido por la administración, es decir, unos 700 puntos públicos para cumplir con la ratio de 10 vehículos eléctricos por punto de recarga establecido como objetivo por la Unión Europea. El 50% restante sería asumido por el sector privado, atendiendo a la fuerte demanda de VE de los últimos años y a las oportunidades de negocio.
Inversión y estudio medioambiental
El plan propone un programa de implantación de puntos de recarga eléctrica públicos en Menorca, según criterios de población, capacidad turística y grado de diseminación de los núcleos urbanos. Determina que la inversión pública estimada necesaria para hacer frente a estas intervenciones es de 6,56 millones de euros (sin IVA), que podría abaratarse con el apoyo del Plan Moves III (-30%), la concentración de los puntos en centros de movilidad eléctrica (-40%) o la utilización de suministros existentes (-15%).
En materia de costes, también calcula que cada punto de recarga costaría anualmente 6.000 euros en software, mantenimiento, energía y potencia, que se traduciría en 4 millones de euros anuales para el conjunto de la red. Para sufragarlos, el plan propone vender la energía a entre 0,2 y 0,3 €/kWh.
Por su parte, el estudio medioambiental incluido concluye que las infraestructuras propuestas de cara a 2030 implican un ahorro de emisiones de 17.300 toneladas de CO2 anuales, así como una estimación de ahorro en las emisiones de 34.100 kilogramos de NO2 y 6.800 kilogramos de partículas anualmente.