El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través del área de Urbanismo y Vivienda, ha presentado un proyecto que dotará al nuevo aparcamiento multimodal del paseo Blas Cabrera Felipe de una planta de energía fotovoltaica para reducir el consumo eléctrico y la huella de carbono, así como de un sistema de sensores inteligentes para controlar el alumbrado público, la calidad del aire, el nivel de ruido y el número de plazas de parking disponibles.
La nueva iniciativa de Las Palmas de Gran Canaria, que saldrá a concurso público próximamente, cuenta con un presupuesto total de 429.885 euros y dispone de un plazo de ejecución de tres meses. Según el consistorio, beneficiará a una población de casi 6.000 personas formada por los residentes de los barrios de Zárate, Casablanca y alrededores, y por los usuarios que utilizan el complejo de instalaciones sanitarias, deportivas y universitarias del entorno del paseo Blas Cabrera Felipe.
Como resultado, se espera reducir el tráfico, la contaminación y el ruido provocado por los vehículos, además de lograr un ahorro en el consumo eléctrico y facilitar la movilidad sostenible. Además, está previsto que esta experiencia piloto redunde en la extensión de este tipo de enclaves en el ámbito restante del Cono Sur, con una población total de 34.500 vecinos. Así, se alinea con el compromiso de la administración local de desarrollar una estrategia de transición energética, mejorar las condiciones medioambientales de la ciudad y apostar por la movilidad sostenible.
Sensorización e instalación de una planta fotovoltaica
El proyecto contempla el despliegue de una planta fotovoltaica en el aparcamiento multimodal del paseo Blas Cabrera Felipe, en el marco de la Estrategia de Desarrollo Urbano, Sostenible e Integrado (EDUSI) de Las Palmas de Gran Canaria, cofinanciada por el fondo Feder. Se pondrán en marcha tres pérgolas fotovoltaicas que servirán para dar suministro de baja tensión al alumbrado público del estacionamiento y suministro de energía eléctrica para puntos de recarga de vehículos eléctricos.
De la misma manera, consta de la sensorización del aparcamiento. Por un lado, se instalarán sensores atmosféricos, de gases y de partículas, que servirán para controlar la calidad del aire en la zona y cuyos datos se centralizarán y se pondrán a disposición de los usuarios a través de la plataforma del Ayuntamiento.
Por otro lado, se instalarán sensores de parking para informar a los usuarios de las plazas disponibles. Esta información se volcará en los servidores del consistorio, siendo accesible a cualquier usuario mediante la página web o los paneles que se instalarán en diferentes zonas de la ciudad para optimizar el estacionamiento y evitar viajes innecesarios.
La iniciativa también incluye sensores de presencia tipo PIR conectados a las luminarias del aparcamiento, que mantendrán un nivel óptimo de consumo del alumbrado, aumentando su intensidad al activarse el detector de presencia. Así, se espera reducir el consumo eléctrico y las emisiones de CO2 de la iluminación pública.