Un nuevo estudio publicado por la Comisión Europea mapea y estima el volumen de datos que fluyen hacia las principales infraestructuras en la nube en los 27 Estados miembros, Islandia, Noruega, Suiza y Reino Unido. El documento ofrece una descripción general del volumen y los tipos de entradas y salidas de datos en la nube por sector económico, ubicación, tamaño de las empresas y tipo de servicios en la nube.
Esta nueva publicación de la Comisión Europea se dirige a responsables políticos, empresas y administraciones públicas, que pueden usarla como punto de referencia para respaldar la toma de decisiones hacia futuros acuerdos comerciales, decisiones industriales e inversiones en la nube.
Para la elaboración del documento se ha desarrollado una nueva metodología para cuantificar los flujos de datos. Según la Comisión Europea, se trata del primer estudio en tener éxito en el desarrollo de una metodología económica robusta, nueva y replicable para identificar, mapear, estimar, analizar y monitorear los flujos de datos de manera holística, sistemática y agregada para Europa.
Principales resultados
Los resultados del estudio muestran que en 2020, los mayores flujos de datos provinieron del sector de la salud y Alemania registró el mayor volumen de entrada de datos. El informe también prevé que para 2030, el flujo de datos procedente de empresas europeas será 15 veces mayor que en 2020.
Además, este año se ha iniciado un estudio de seguimiento para evaluar los valores económicos de las entradas y salidas de datos dentro de la UE, además de sus volúmenes, así como con terceros países como EE.UU. y China.
Marco analítico estratégico para calcular los flujos de datos
La medición de los flujos de datos es una de las acciones clave previstas por la Estrategia Europea de Datos. El objetivo central del estudio es ofrecer un primer intento de desarrollar un marco analítico estratégico para estimar los flujos de datos. Este marco permitirá un análisis continuo de los flujos de datos en el ámbito de la computación en la nube en toda Europa y entre la UE y terceros países. De esta manera, también se puede utilizar como una herramienta de inteligencia económica para respaldar futuras decisiones políticas, comerciales y de inversión de la UE.
Asimismo, se espera que el estudio proporcione evidencia macroeconómica sobre el volumen y las tendencias en los flujos de datos para respaldar la evaluación del Reglamento sobre la libre circulación de datos no personales.