La Comisión Europea ha adoptado cuatro propuestas para modernizar el sistema de transporte de la UE y apoyar la transición hacia una movilidad más limpia, ecológica e inteligente, en línea con los objetivos del Pacto Verde Europeo. Estas medidas ponen al sector del transporte en disposición de reducir sus emisiones en un 90%.
Las nuevas propuestas adoptadas por la Comisión Europea contemplan aumentar la conectividad y transferir más pasajeros y mercancías al ferrocarril y a las vías navegables interiores, apoyando el despliegue de puntos de recarga, infraestructuras alternativas de repostaje y nuevas tecnologías digitales, haciendo hincapié en la movilidad urbana sostenible y facilitando la elección de diferentes opciones en un sistema de transporte multimodal eficiente.
En concreto, abarcan una red transeuropea de transporte (RTE-T) inteligente y sostenible, el aumento del tráfico ferroviario transfronterizo y de larga distancia, los servicios inteligentes de transporte para los conductores y un nuevo marco de movilidad urbana limpia, ecológica y fácil. Se trata del segundo paquete de propuestas para apoyar la transición hacia un transporte más limpio, ecológico e inteligente tras la publicación de la Estrategia de Movilidad Sostenible e Inteligente de 2020.
Una RTE-T sostenible
La RTE-T es una red a escala de la UE de ferrocarril, vías navegables interiores, rutas marítimas de corta distancia y carreteras, que conecta 424 grandes ciudades con puertos, aeropuertos y terminales ferroviarias, y que reducirá los tiempos de viaje entre estas urbes.
Para completar las conexiones pendientes y modernizar toda la red, la Comisión Europea insta a crear nueve corredores europeos de transporte que integran el ferrocarril, la carretera y las vías navegables; introduce un nuevo plazo intermedio de 2040 para completar nuevas conexiones ferroviarias de alta velocidad entre Oporto y Vigo o Budapest y Bucarest; y exige a las 424 ciudades que desarrollen planes de movilidad urbana sostenible y aumentar el transporte público y las infraestructuras para los desplazamientos a pie y en bicicleta.
La propuesta de la RTE-T va acompañada de un plan de acción sobre el ferrocarril transfronterizo y de larga distancia que establece una hoja de ruta con nuevas medidas para contribuir a que la UE alcance su objetivo de duplicar el tráfico ferroviario de alta velocidad de aquí a 2030, y triplicarlo de aquí a 2050.
En este sentido, la Comisión Europea apoyará la puesta en marcha de al menos 15 proyectos piloto transfronterizos para poner a prueba el enfoque del plan de acción, antes de la entrada en vigor de los nuevos requisitos de la RTE-T de aquí a 2030.
Sistemas de transporte inteligente
La Comisión también propone actualizar la Directiva de Sistemas de Transporte Inteligente (STI) de 2010 para adaptarla a la aparición de nuevas opciones de movilidad por carretera, conectada y automatizada, y aplicaciones de movilidad en materia de mejora de los servicios multimodales y digitales.
La propuesta pretende estimular un despliegue rápido de nuevos servicios inteligentes mediante la digitalización de determinados datos cruciales sobre carreteras, desplazamientos y tráfico a lo largo de toda la red RTE-T y, en última instancia, de toda la red de carreteras. Asimismo, busca garantizar la puesta a disposición de los conductores de servicios esenciales relacionados con la seguridad en la red RTE-T.
Mejoras en la movilidad urbana
La propuesta de la Comisión Europea aborda algunos de los retos de movilidad derivados de la intensa actividad económica de las ciudades, tales como la congestión, las emisiones y el ruido. Así, establece orientaciones para mejorar la movilidad, centrando la atención en el transporte público y los desplazamientos a pie y en bicicleta.
Asimismo, da prioridad a las soluciones con cero emisiones para las flotas de transporte urbano, el último kilómetro de los servicios de reparto en las ciudades, la construcción y modernización de centros multimodales y nuevas soluciones y servicios digitales.
También esboza las opciones de financiación para que los entes locales y regionales apliquen estas prioridades. En 2022, la Comisión propondrá una Recomendación a los Estados miembros de la UE para la elaboración de planes nacionales que ayuden a las urbes a desarrollar sus estrategias de movilidad.