La Comisión Europea ha publicado los resultados del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de 2021, que muestra que todos los Estados miembros de la UE han avanzado en digitalización y sitúa a España en el noveno puesto de la clasificación. Sin embargo, la brecha entre los países pioneros y aquellos con las puntuaciones más bajas sigue siendo grande y, a pesar de las mejoras, todos ellos tendrán que maximizar sus esfuerzos para cumplir los objetivos de la Década Digital de Europa.
El Índice de la Economía y la Sociedad Digitales realiza un seguimiento de los progresos realizados por los Estados miembros de la Unión Europea en materia de competitividad digital en los ámbitos del capital humano, la conectividad de banda ancha, la integración de las tecnologías digitales por parte de las empresas y los servicios públicos digitales.
La edición de 2021 se ha adaptado para tener en consideración iniciativas estratégicas como la Brújula Digital y el plan hacia la Década Digital, en el marco del Plan de Recuperación para Europa. Hasta la fecha, todos los Estados miembros han cumplido el objetivo de destinar al ámbito digital un mínimo de un 20% de sus dotaciones nacionales con arreglo a los planes de recuperación. En este sentido, los informes por país incorporan un resumen de las inversiones y reformas digitales de los 22 Planes de Recuperación que ya han sido adoptados por el Consejo Europeo.
Conclusiones del DESI 2021
Entre las principales conclusiones del Índice de la Economía y la Sociedad Digitales de 2021, en materia de capacidades digitales recoge que el 56% de la ciudadanía de la UE ha adquirido como mínimo un nivel básico y el número de especialistas en TIC ha experimentado un ligero aumento. Los datos apuntan la necesidad de incrementar la oferta y las oportunidades de formación para alcanzar los objetivos de la Década Digital, que podrá ser posible gracias a que el 17% de las inversiones en digitalización previstas en los planes de recuperación se destina a este ámbito.
El campo de la conectividad, al que se dirige un 11% de las inversiones digitales, registra una mejora en las redes de muy alta capacidad, que ya están disponibles en el 59% de las viviendas de la Unión Europea y en el 28% en zonas rurales. Además, 25 Estados miembros han asignado una parte del espectro de la tecnología 5G, que ha comenzado su andadura comercial en 13 países. Sin embargo, las cifras aún están lejos de la cobertura universal de las redes gigabit.
En lo referente a la integración de las tecnologías digitales, ha aumentado el uso de las tecnologías en la nube hasta un 26%, las grandes empresas lideran su utilización y solo una parte de las compañías recurre a las tecnologías digitales avanzadas, unos datos que reflejan que todavía queda trabajo por hacer. El 15% de los fondos de recuperación para la transformación digital se destina a las capacidades digitales y la investigación y el desarrollo en el ámbito digital.
Por último, los datos sobre los servicios públicos digitales aún no reflejan una mejora significativa de los servicios de administración electrónica. Entre otras cosas, el DESI recoge que durante los primeros meses de la pandemia, varios Estados miembros crearon plataformas digitales o mejoraron las ya existentes para prestar más servicios online. El 37% de las inversiones en el ámbito digital de los planes de recuperación se dirige a este ámbito, por lo que se esperan mejoras en los próximos años.
España obtiene buenos resultados en servicios públicos digitales
En el caso de España, que ocupa el noveno puesto del DESI 2021, obtiene buenos resultados en materia de servicios públicos digitales, debido a su estrategia digital por defecto aplicada en toda la administración central. También obtiene resultados positivos en conectividad, aunque persisten algunas diferencias entre áreas urbanas y rurales.
En cuanto al capital humano, España ha escalado posiciones en los últimos años, pero aún existe margen de mejora, sobre todo en el indicador de especialistas en TIC. En cuanto a la integración de tecnologías digitales, su puntuación coincide con la media de la Unión Europea y ha aumentado considerablemente el número de pymes que venden a través de Internet. Sin embargo, las empresas aún no están aprovechando lo suficiente las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, los macrodatos y la nube.