El programa Sharing Cities Suecia ha publicado un manual que recoge las principales lecciones aprendidas durante el desarrollo del proyecto. Este programa, que llegó a su fin el pasado mes de agosto tras cuatro años de trabajo, ha puesto el foco en cómo los gobiernos locales pueden facilitar la economía colaborativa para avanzar en el desarrollo de ciudades inteligentes y sostenibles.
Sharing Cities Suecia forma parte del programa de innovación estratégica para ciudades inteligentes y sostenibles Viable Cities, financiado por la Agencia de Innovación de Suecia (Vinnova), la Agencia Sueca de Energía y el Consejo de Investigación del Gobierno de Suecia para el Desarrollo Sostenible (Formas).
Con un presupuesto de 12 millones de euros, este programa tenía como objetivo impulsar la economía colaborativa en las ciudades suecas. A través de cuatro bancos de pruebas en Estocolmo, Gotemburgo, Malmö y Umeå, y diversos proyectos estratégicos, Sharing Cities Suecia ha desarrollado, testado y evaluado servicios y soluciones digitales compartidas.
La economía colaborativa puede proporcionar a las ciudades diversas formas de resolver los desafíos urbanos. Al facilitar y aplicar este concepto en entornos urbanos, los recursos se pueden poner a disposición de la ciudadanía con nuevos enfoques para promover el consumo sostenible.
Así, Sharing Cities ha trabajado para conectar a socios de empresas, el sector público, el mundo académico y la sociedad civil. Los servicios compartidos en los bancos de pruebas puestos en marcha están relacionados con la utilización de espacios (locales, viviendas, infraestructura verde, espacios públicos compartidos, etc.), el uso de bienes y servicios (herramientas, ropa, juguetes, etc.), el transporte y la movilidad.
Proyectos estratégicos
Sharing Cities Suecia ha llevado a cabo proyectos estratégicos para investigar la economía colaborativa emergente en ciudades de Suecia y apoyar las actividades de los bancos de pruebas y el nodo nacional.
Estos proyectos han abordado la creación y prueba de plataformas digitales compartidas centradas en el usuario y hechas a medida para Suecia, la investigación de modelos de negocio, el desarrollo y apoyo del concepto de economía colaborativa en pequeñas ciudades y pueblos del país, el desarrollo de experimentos de economía conductual, la investigación de impulsores sociales y su potencial, así como el mapeo de escenarios y caminos futuros, siempre poniendo el foco en el impulso de la economía colaborativa en las urbes suecas.
No solo en las grandes ciudades está ganando terreno la economía colaborativa, sino que un proyecto estratégico desarrollado en Karlstad, una urbe con algo más de 90.000 habitantes, ha demostrado que en ciudades pequeñas y rurales funciona incluso mejor.
Bancos de pruebas en cuatro ciudades
A través de los bancos de pruebas desarrollados en los distritos de Sege Park (Malmö), Masthuggskajen (Gotemburgo), Hammarby Sjöstad (Estocolmo) y Campusparken (Umeå), se ha involucrado a la ciudadanía y a los diferentes actores locales en el debate de temas como el desarrollo urbano sostenible y el diseño de entornos urbanos vivos positivos para la salud y el bienestar.
Entre otras cosas, en Sege Park se ha puesto en marcha un espacio de encuentro para la creación e incubación de proyectos innovadores y una iniciativa que integra los principios de la economía colaborativa en el diseño de infraestructura urbana y vivienda. En Masthuggskajen se ha lanzado un mapa inteligente y se han probado conceptos para un desarrollo urbano basado en la economía colaborativa, así como se han estudiado las políticas y regulaciones necesarias para avanzar hacia este modelo.
En el caso del distrito de Campusparken, se ha llevado a cabo un proyecto de energía compartida y se han facilitado infraestructuras, espacios y parques compartidos en el contexto de una ciudad en crecimiento. Por último, Hammarby Sjöstad ha acogido el lanzamiento de una plataforma digital para promover la economía colaborativa y un servicio de envío para el intercambio de productos, además de promover un transporte, estilo de vida y edificios sostenibles hacia la neutralidad climática.
Lecciones aprendidas
Sharing Cities Suecia ofrece una gran cantidad de lecciones aprendidas que se pueden aplicar en otras ciudades y organizaciones mediante una red de expertos, mapas digitales para compartir servicios, un curso online abierto para gestores urbanos y profesionales, así como más de 100 documentos e informes disponibles en la página web del programa.
Durante un seminario celebrado el pasado 21 de octubre, el proyecto presentó un manual final organizado en 12 secciones, que incluye informes y resultados que sintetizan las actividades y aprendizajes del programa general, los bancos de pruebas y los proyectos estratégicos.
La reducción de las emisiones basadas en el consumo tiene un gran peso en la lucha contra el cambio climático. En este sentido, los hallazgos del programa contribuirán a acelerar la mitigación del calentamiento global y sus efectos en el marco de la iniciativa Ciudades Climáticamente Neutras 2030 de Suecia.
Asimismo, el programa sueco ha aportado cinco capítulos al libro Sharing Cities 2020, que tratan sobre pequeñas ciudades compartidas, mapas inteligentes, planificación urbana, participación ciudadana y crecimiento sostenible a través de la economía colaborativa.
Hay muchas áreas de ciudades sobreexplotadas, por lo que es necesario desarrollar nuevas soluciones para compartir los recursos y el espacio. En esta línea, la economía colaborativa ha demostrado ofrecer soluciones innovadoras para compartir, alquilar y reemplazar activos infrautilizados mediante la utilización de plataformas digitales, tecnología de visualización y TIC que informan sobre la oferta y la demanda.
El programa ha puesto de manifiesto que, para avanzar hacia una economía colaborativa en las ciudades, compartir debe resultar fácil a los ciudadanos, por lo que el contexto debe facilitar un estilo de vida sostenible. El hecho de compartir servicios contribuye a reducir el impacto energético y climático, al desarrollo sostenible, así como a promover la innovación social y la sostenibilidad en la ciudad. De hecho, la plataforma de servicios compartidos probada en Estocolmo, ha mostrado un potencial de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero significativo.
Entre los principales resultados del proyecto, se encuentra también el Smarta Kartan o mapa inteligente. Se trata de una plataforma digital y guía para la economía colaborativa local cuyo objetivo es mostrar a las personas la manera de participar de manera sencilla en una vida sostenible y saludable, en la que las propiedades no sean la principal prioridad. En este mapa se pueden encontrar servicios de bicicletas compartidas, grupos de trueque, jornadas de intercambio de ropa, tiendas gratuitas y plataformas digitales. Se trata de una herramienta que se expandió desde Gotemburgo a Malmö, Umeå, Estocolmo y Karlstad.
Asimismo, se ha creado un modelo digital en 3D del distrito de Sege Park, que permite consultar las soluciones sostenibles y los servicios compartidos que estarán disponibles en el área de cara a su finalización, prevista para el año 2025.
Por su parte, las plataformas digitales centradas en el usuario han demostrado ser grandes impulsoras de la economía colaborativa al resolver problemas de plataformas anteriores que no habían tenido éxito por estar centradas en los recursos y no en los usuarios. De esta manera, estas herramientas mejoradas solo requieren de una búsqueda rápida a través del teléfono móvil para fomentar nuevas formas de compartir servicios y recursos.