La ciudad de Puebla, en México, ha implementado el programa colaborativo de videovigilancia Ventanas Ciudadanas, basado en la plataforma unificada Genetec Security Center y en el sistema de vídeos en la nube Stratocast, para mejorar la seguridad urbana.
Los gobiernos municipales, estatales y federales de México buscan soluciones para reducir los crecientes niveles de delincuencia. En el caso de Puebla, la cuarta ciudad más grande del país con más de tres millones de ciudadanos, el 75% de la comunidad declaraba sentirse amenazada.
Entre los principales desafíos a los que se enfrentaba la urbe en este sentido, figuraban el crecimiento continuo de la población, así como recursos y personal operativo limitados. Así, se elaboró un plan para mejorar la seguridad urbana que contemplaba la instalación de tecnología que los ciudadanos y las autoridades pudieran usar fácilmente con el fin de fomentar la participación de la comunidad.
Programa Ventanas Ciudadanas
En el marco de la estrategia para garantizar la seguridad en la ciudad, con un enfoque colaborativo en el que los habitantes y las autoridades suman esfuerzos para combatir el crimen, se ha implementado el programa Ventanas Ciudadanas. Consta de la plataforma unificada Genetec Security Center y el sistema de vídeos basado en la nube Stratocast, junto con un sistema de alertas inteligentes con copia de seguridad de la información de vídeo que utiliza la plataforma Microsoft Azure.
De esta manera, si se comete un delito, la ciudadanía puede activar de manera sencilla una alarma a través de una aplicación móvil o pulsando un botón del pánico en una tienda o un poste de la calle.
Cuando se activa la alarma, se muestra un vídeo en tiempo real a un operador del centro de control de emergencias, quien puede comprobar la ubicación exacta y los recursos cercanos en un mapa de la ciudad. Por su parte, el agente de policía más cercano recibe la notificación del delito mediante la aplicación móvil Security Center.
Al reducir los tiempos de respuesta ante un incidente de 40 minutos a tan solo 3-5 minutos, las autoridades pueden responder rápidamente sin necesidad de recursos adicionales y, como resultado, se han reducido los costes en un 400% en comparación con los proyectos tradicionales de videovigilancia.