La mayoría de los municipios de la Unión Europea informan de brechas de inversión en infraestructura, especialmente en materia de transporte urbano y para hacer frente a los desafíos digitales y climáticos; dos tercios de las localidades carecen de capacidad para ejecutar proyectos ecológicos y casi la mitad se encuentran rezagadas en sofisticación digital. Estos son algunos de los datos recogidos en el informe ‘El estado de la inversión en infraestructura local en Europa’ del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
El Plan de Recuperación para Europa exige una inversión pública a gran escala para alcanzar los objetivos establecidos y las autoridades locales representan el 45% de la inversión total, lo que las convierte en agentes clave para la recuperación. De la misma manera, serán fundamentales para abordar el cambio climático y avanzar en transformación digital.
En este contexto, el informe titulado ‘El estado de la inversión en infraestructura local en Europa’, elaborado por el BEI, analiza la evolución de las prioridades de inversión municipal en la UE. Este estudio se basa en una encuesta realizada durante el verano de 2020 a cerca de 700 municipios europeos.
Inversión verde y digital
Los resultados de la encuesta realizada por el BEI muestran que tras un periodo de crisis financiera mundial y de deuda soberana europea, la inversión de los municipios de la UE había comenzado a repuntar. Sin embargo, persisten las brechas de inversión, mientras que la doble transición digital y verde agrega otras nuevas.
En los tres años previos a la pandemia, casi dos tercios de los municipios europeos habían aumentado la inversión en infraestructura, aunque con disparidades regionales. A diferencia de otras regiones de la Unión Europea, donde casi tres cuartas partes de las localidades aumentaron la inversión, en Europa del Sur más de la mitad la redujo o la mantuvo constante. Así, la mayoría de autoridades locales consideraba que faltaba financiación para la digitalización, la mitigación y adaptación al cambio climático, y el transporte urbano.
Como respuesta a la COVID-19, se ha buscado reorientar la inversión hacia la infraestructura digital, social y para la mitigación del cambio climático. Pero, además de la falta de financiación, la burocracia regulatoria y las capacidades técnicas limitadas impiden la inversión en la acción climática y la digitalización. En el verano de 2020, el 80% de los municipios consideraba la falta de financiación como una barrera para la inversión.
El informe también muestra un claro deseo de los municipios, en especial los de regiones menos desarrolladas, de aumentar la inversión en digitalización y para la adaptación y mitigación del cambio climático. Asumir el doble desafío verde y digital requiere una capacidad administrativa adecuada y, aunque hay planes para un mayor desarrollo en este sentido, casi dos tercios de los municipios europeos informan de la falta de presupuesto verde y casi la mitad de la falta de financiación en el ámbito digital.
En cuanto a las diferencias regionales, Europa Occidental y del Norte se sitúan a la cabeza en este sentido, mientras que el Sur queda rezagado en sostenibilidad, y Europa Central y Oriental se quedan atrás en sofisticación digital. No obstante, ambas regiones tienen previsto trabajar en estas áreas para ponerse al día.