La compañía que gestiona el alumbrado público de Bruselas, Sibelga, y la empresa especializada en alumbrado inteligente, Schréder, han probado un innovador sistema de iluminación viaria inteligente en el parque urbano Bois de la Cambre, en Bruselas. Este proyecto piloto ha logrado disminuir el consumo de electricidad y reducir la contaminación lumínica, a la vez que se ha garantizado un nivel de seguridad y confort adecuado para la ciudadanía.
Actualmente, el alumbrado público de Bruselas está programado para encenderse desde el anochecer hasta el amanecer, siguiendo el calendario solar y teniendo en consideración varios parámetros, como la estación del año y la ubicación de las luminarias. En función de esta información, el sistema programa una reducción de los niveles de iluminación a determinadas horas de la noche.
Desde el 1 de febrero y hasta el 29 de abril de 2021, Schréder y Sibelga han desarrollado un proyecto piloto para probar un innovador sistema de iluminación inteligente en el parque urbano Bois de la Cambre, situado en el sur de Bruselas.
Se trata de una ubicación ideal para probar este tipo de sistemas, pues constituye una arteria principal de la ciudad de Bruselas donde el tráfico puede ser muy denso, con coches, ciclistas y peatones compartiendo la vía. Además, es una zona verde rica en biodiversidad, por lo que puede beneficiarse enormemente de la minimización de la contaminación lumínica.
Piloto de iluminación viaria inteligente
Durante un periodo de tres meses, la emisión de luz de 72 luminarias LED Citea NG de Schréder en los flancos de la vía y el interior de Bois de la Cambre ha dejado de adaptarse según el programa predefinido para pasar a basarse en datos obtenidos en tiempo real. Esta información se ha recogido a través de bases de datos en línea de Internet en cuanto al tiempo meteorológico, el tráfico y la ubicación de los cruces peatonales.
La información proveniente de las bases de datos ha permitido al sistema Schréder Exedra calcular los niveles de iluminación óptimos para cada punto de luz y, de ser necesario, adaptar la luz cada 15 minutos a las condiciones en tiempo real. La emisión de luz se ha adaptado en función de tres niveles diferentes para respetar la normativa de iluminación de la ciudad: 100%, 75% y 50%.
De esta manera, el nivel de iluminación se reducía automáticamente cuando la densidad del tráfico era baja y las condiciones meteorológicas eran buenas. En los momentos en los que estaba lloviendo o si había viento fuerte que pudiera lanzar ramas a la vía, el nivel de iluminación no descendía.
Por su parte, las luminarias de los pasos de peatones no han formado parte del proyecto piloto con el objetivo de mantener los niveles de iluminación al 100% en estas zonas en todo momento y garantizar la seguridad.
Plataforma Schréder Exedra
Schréder Exedra es una plataforma de IoT que permite gestionar el alumbrado inteligente en remoto y allanar el camino para aplicaciones de mayor alcance en el contexto de una smart city. Los gestores de las ciudades pueden controlar, monitorizar y analizar la iluminación viaria para programar la luz adecuada, ahorrar energía, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación lumínica, así como a minimizar el deslumbramiento.
Además, esta herramienta ofrece la posibilidad de configurar rutinas personalizadas y acciones automatizadas, basadas en reglas y condiciones determinadas para simplificar las operaciones y automatizar las tareas repetitivas.
Schréder Exedra cuenta con una arquitectura flexible, escalable, estandarizada y basada en estándares y protocolos abiertos para un diseño capaz de interactuar con soluciones de software y hardware de terceros. Debido a su interoperabilidad, ofrece la capacidad de controlar luminarias y otros dispositivos, gestionar controladores, integrar sensores de otros fabricantes y conectar con dispositivos y plataformas de otras marcas.
Su enfoque multicapa toma medidas de seguridad específicas con el fin de analizar de manera continua los factores de riesgo y mitigar las posibles amenazas. En cuanto a su diseño como una solución plug-and-play, permite la implementación rápida y fácil de una red de iluminación conectada.
«Nuestra misión es apoyar a ciudades grandes y pequeñas mediante el desarrollo de sistemas de control fáciles de usar que aprovechen todo el potencial de la tecnología para dar mejor servicio a los ciudadanos. Queremos que nuestras soluciones de iluminación inteligente generen un ahorro de energía todavía mayor, protegiendo la naturaleza y el cielo nocturno, y garantizando a su vez la seguridad y el confort en nuestras ciudades», señala Nicolas Keutgen, director de Innovación de Schréder.
Seguridad, ahorro de energía y reducción de la contaminación lumínica
Entre los resultados del proyecto piloto coordinado por Schréder y Sibelga en Bois de la Cambre, se observa una reducción adicional del consumo de energía de un 13% en la Avenue de Diane y de un 17% en la Avenue de la Belle Alliance en comparación con el ahorro energético que se hubiese conseguido regulando los niveles de luz al 50% todas las noches entre las 22 horas y las 5 horas.
En base a estos datos y a los distintos programas de iluminación y condiciones meteorológicas a lo largo del año, Schréder calcula que en un año natural completo este tipo de sistema podría generar un 10% más de ahorro de energía. Además, reducir la emisión de luz ha hecho posible minimizar la contaminación lumínica sin perjuicio para la seguridad y el confort de los usuarios de la vía.
Estos tres meses de pruebas han demostrado que un sistema de alumbrado público adaptable es capaz de garantizar un nivel de confort y seguridad adecuado para los peatones y conductores, reducir la contaminación lumínica y contribuir a la protección del medio ambiente, y disminuir el consumo de electricidad.
En definitiva, este piloto abre nuevos caminos para sacar el máximo partido al potencial de los sistemas de alumbrado inteligente que ya se están implementando en Bruselas. Desde Schréder señalan que esta solución sería particularmente interesante para zonas en las que el volumen del tráfico varía sustancialmente y de forma difícilmente predecible, tales como los alrededores de los grandes centros deportivos o culturales; y permitiría una mejor gestión del alumbrado durante periodos específicos como el toque de queda derivado de la COVID-19 que hemos experimentado este último año.