La Comisión Europea ha presentado la visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE con horizonte 2040, en la que se recogen desafíos y problemas a los que se enfrentan estos territorios, así como las principales oportunidades. Tras una amplia participación ciudadana, se propone una hoja de ruta compuesta por el Pacto Rural y el Plan de Acción Rural con el objetivo de conseguir zonas rurales más conectadas, resilientes, fuertes y prósperas mediante la doble transición ecológica y digital.
De acuerdo con la visión a largo plazo para las zonas rurales de la Unión Europea, son esenciales las políticas y medidas adaptadas localmente que tengan en cuenta la diversidad de los territorios europeos, sus necesidades y sus puntos fuertes específicos para afrontar los retos derivados de la globalización, la urbanización y el envejecimiento, aprovechando las ventajas de la transición ecológica y digital.
En las zonas rurales de la UE la edad media de la población es mayor que en las zonas urbanas. El desafío del envejecimiento se suma a la falta de conectividad, el subdesarrollo de las infraestructuras, la escasez de oportunidades de empleo y el acceso limitado a los servicios, por lo que estos territorios resultan menos atractivos para vivir y trabajar.
A su vez, estas zonas desempeñan un papel activo en las transiciones digital y ecológica. En concreto, la consecución de los objetivos de la Brújula Digital europea para 2030 puede contribuir a un mejor reparto geográfico de los servicios y la industria, brindando así más oportunidades para el desarrollo sostenible del medio rural.
De esta manera, la visión define cuatro ámbitos de actuación apoyados por diversas iniciativas para conseguir zonas rurales más conectadas, resilientes, fuertes y prósperas. El Pacto Rural y el Plan de Acción Rural contribuirán a alcanzar los objetivos marcados, revitalizando el medio rural, mitigando el impacto de tendencias negativas y permitiendo la monitorización de los logros hacia 2040.
Pacto Rural europeo
Además de basarse en las oportunidades de la doble transformación ecológica y digital, la visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE se cimenta sobre las lecciones aprendidas durante la pandemia de COVID-19, que ha puesto de manifiesto el valor de lo rural, y se alinea con el Plan de Recuperación para Europa.
Interlocutores locales, regionales, nacionales y de la Unión Europea participarán en un nuevo Pacto Rural que apoye los objetivos comunes de la visión, fomente la cohesión económica, social y territorial, y responda a las aspiraciones comunes de las comunidades rurales. La Comisión Europea facilitará este marco mediante las redes existentes y fomentará el intercambio de ideas y mejores prácticas a todos los niveles.
De esta manera, los cuatro ámbitos de actuación de la visión estarán dirigidos, entre otras cosas, a convertir las comunidades rurales en espacios alineados con los objetivos del Pacto Verde Europeo, incluida la descarbonización; y en los que la innovación digital y el acceso a las tecnologías emergentes mejoren la calidad de vida y el bienestar de la ciudadanía.
Plan de Acción Rural de la UE
Dentro del Plan de Acción Rural de la Unión Europea, se encuentra la política agraria común (PAC) y la política de cohesión, esenciales para hacer realidad la visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE.
La Comisión Europea apoyará y supervisará la ejecución del Plan de Acción, lo actualizará periódicamente y seguirá colaborando con los Estados miembros y los interlocutores rurales para mantener el diálogo.
Además, se pondrá en marcha un proceso de comprobación del efecto local para examinar las políticas de la UE desde una perspectiva rural y se creará un observatorio dentro de la Comisión para continuar mejorando la recopilación y el análisis de información acerca del medio rural para formular políticas en materia de desarrollo rural y apoyar la ejecución del Plan de Acción.
Para evaluar las prioridades que debían incluirse en la visión a largo plazo para las zonas rurales de la Unión Europea, se realizó una consulta pública del 7 de septiembre al 30 de noviembre de 2020 y, el pasado mes de abril, se llevó a cabo un Eurobarómetro. Entre los resultados obtenidos, los participantes en la consulta señalaron que el atractivo de las zonas rurales dependerá, en gran medida, de la disponibilidad de la conectividad digital (93%) y de servicios básicos y servicios electrónicos (94%).
Zonas rurales más conectadas, resilientes, fuertes y prósperas
El ámbito de actuación de la visión europea para conseguir zonas rurales más conectadas contempla la mejora de la conectividad en términos de acceso digital. Las tecnologías digitales mejorarán el atractivo del medio rural para ciudadanía y empresas, ofreciendo servicios innovadores como sistemas multimodales de transporte inteligente o soluciones de gestión de residuos, energía y alumbrado.
Para mejorar la conectividad en términos de transporte es necesario mantener o mejorar los servicios de transporte público asequibles, desplegar más estaciones de recarga para vehículos eléctricos y carriles para bicicletas, así como explotar el potencial de las zonas rurales para actuar como hubs para probar soluciones de movilidad innovadoras y sostenibles.
En cuanto a la resiliencia en materia de cambio climático, riesgos naturales y crisis económicas, es necesario preservar los recursos naturales, ecologizar las actividades agrícolas y ofrecer oportunidades de formación y empleo de calidad.
El ámbito de actuación para lograr zonas rurales más fuertes apunta que la clave es hacer del medio rural un lugar atractivo para vivir y trabajar, mejorando el acceso a servicios esenciales y a las comunicaciones y herramientas digitales, y facilitando la innovación social.
Así, para impulsar la dinamización de las zonas rurales se pondrá en marcha una plataforma informativa sobre proyectos existentes y posibilidades de financiación para las comunidades rurales, además de ecosistemas de innovación protagonizados por la colaboración público-privada.
Por último, las zonas rurales podrán llegar a ser más prósperas a través de la diversificación de las actividades económicas, lo que requiere garantizar el acceso a la educación híbrida y digital, la formación en nuevas capacidades y la potenciación de la economía local; y mediante la mejora del valor añadido de la agricultura, las actividades agroalimentarias y el agroturismo.
De aquí a finales de año, la Comisión Europea se coordinará con el Comité de las Regiones para estudiar las vías hacia la consecución de los objetivos de la visión a largo plazo para las zonas rurales de la UE. A mediados de 2023, la Comisión hará un balance de las medidas financiadas por la UE y los Estados miembros que se han llevado a cabo y programado para el medio rural.
A principios de 2024, se publicará un informe que determinará los ámbitos en los que es necesario mejorar el apoyo y la inversión en este sentido, así como la hoja de ruta a seguir. Los debates en torno al informe contribuirán a la preparación de las propuestas para el periodo 2028-2034 con el objetivo último de aprovechar la transformación digital y ecológica para lograr zonas rurales más conectadas, resilientes, fuertes y prósperas de cara a 2040.