El City Mobility Plan 2021-2030 de Edimburgo, en Escocia, incluye medidas como el fomento de la movilidad sostenible, mejoras en el transporte público, creación de hubs de movilidad y la puesta en marcha de un centro de operaciones para monitorizar el tráfico urbano con el objetivo de crear un sistema de transporte descarbonizado, mejor conectado y más seguro.
El documento definitivo del City Mobility Plan 2021-2030 fue aprobado en la Comisión de Transporte y Medio Ambiente de Edimburgo. Se inspira en los comentarios recogidos en una amplia consulta pública realizada y en las políticas de movilidad de ciudades de todo el mundo con visión de futuro que abordan los desafíos planteados por el cambio climático, la desigualdad y la pobreza.
Esta estrategia se centra en tres ejes principales. En primer lugar, en las personas, para mejorar la salud, el bienestar, la igualdad y la inclusión mediante el impulso de cambios de comportamiento hacia el uso de medios de transporte sostenibles.
El segundo eje es el movimiento, para apoyar un crecimiento económico sostenible e inclusivo, así como combatir el cambio climático a través del incremento de la proporción de trayectos hechos en medios de transporte activos y sostenibles, la mejora de las opciones de movilidad sostenible y de la seguridad, la reducción de emisiones contaminantes por parte del tráfico rodado y el aumento de la eficiencia de las calles para el movimiento de personas y mercancías.
Por último, el plan se centra en el lugar, para proteger el medio ambiente mediante la reducción de la necesidad de viajar, de las distancias a recorrer y del predominio de vehículos privados, así como la mejora de la calidad de las calles.
Junto con el Plan de Desarrollo Local, ya adoptado, y el Plan de Ciudad 2030, aún en proceso de elaboración, la estrategia de movilidad de la capital escocesa promueve los ‘barrios 20-minutos’, es decir, que los servicios locales imprescindibles para cubrir las necesidades diarias de la ciudadanía se encuentren a tan solo 20 minutos a pie desde sus domicilios. En el futuro, la ambición es disminuir este tiempo a 10 minutos.
Otras medidas incluidas en el plan son la implementación de un sistema de billetes de transporte urbano inteligentes, integrados y flexibles; el apoyo a la movilidad compartida y a demanda, la reducción del límite de velocidad o la creación de hubs de movilidad.
Transición hacia una movilidad más verde
El plan de movilidad de Edimburgo con horizonte 2030 reconoce el impacto que la pandemia de COVID-19 ha tenido en las demandas de transporte y los patrones de movilidad, así como la importancia de una recuperación ecológica para aprovechar los efectos positivos asociados a unos niveles de tráfico más bajos.
El transporte es el mayor generador de emisiones contaminantes de la ciudad, por lo que su compromiso de ser neutra en carbono para 2030 depende de la transformación de la movilidad, lo que tendrá beneficios notables en la calidad del aire, la congestión del tráfico y la seguridad vial.
Para seguir involucrando a la ciudadanía, que ha colaborado en el desarrollo del plan junto con colectivos y empresas locales, el Ayuntamiento de Edimburgo pretende ofrecer opciones sostenibles, seguras, económicas y saludables para desplazarse por la ciudad y así avanzar en la transición hacia un futuro más verde. En este sentido, el consistorio ha establecido un ‘Camino hacia 2030’ con medidas a corto, medio y largo plazo.
El ‘Camino hacia 2030’
Para 2023, el ‘Camino hacia 2030’ contempla una ruta de tranvía hacia Newhaven completa y totalmente operativa, una revisión integral de los itinerarios de autobuses urbanos, una Zona de Bajas Emisiones en funcionamiento y una tasa de estacionamiento en el lugar de trabajo. Además, las empresas de transporte público de propiedad municipal se habrán reformado para entonces con el fin de ofrecer una mejor integración y relación calidad-precio.
De cara a 2025, se habrá completado un plan masivo de transporte rápido para la ciudad y la región, incluidos nuevos sistemas de tranvía y autobús; la transformación de George Street y el desarrollo de una red de rutas peatonales y ciclables. También se habrá acordado un proyecto de línea de tranvía norte-sur, que unirá a Granton con BioQuarter; y el concepto de ‘barrios 20-minutos’ estará empezando a brindar beneficios locales.
Para el año 2030, contempla la ampliación hacia el oeste de la red de transporte público, incluido el tranvía; un sistema completo de operaciones de transporte y mantenimiento urbano, un plan maestro de la estación de Waverly y la mejora de los siete aparcamientos disuasorios de la ciudad. Adicionalmente, algunas rutas arteriales se utilizarán para desplazamientos en bicicleta y el centro urbano estará, en gran parte, libre de automóviles.
Soluciones de smart city
La tecnología es un habilitador clave de soluciones de movilidad innovadoras y optimizadas. Según los pronósticos del Ayuntamiento de Edimburgo, los avances tecnológicos seguirán transformando los desplazamientos personales, de mercancías y servicios en las ciudades en los próximos diez años.
En este sentido, el City Mobility Plan de Edimburgo tiene en cuenta el aprovechamiento de las nuevas tecnologías y la conectividad digital. Entre otras cosas, contempla el apoyo al desarrollo de tecnología de vehículos conectados y autónomos, que tiene el potencial de brindar desplazamientos más seguros, rápidos y eficientes, pues se minimiza la posibilidad de errores humanos y se reduce su impacto medioambiental y el kilometraje, ya que este tipo de vehículo implica la planificación de una ruta óptima.
En la misma línea, incluye el desarrollo de un centro urbano de operaciones para monitorizar, gestionar y predecir movimientos y actividad en la ciudad; y la monitorización y evaluación del tráfico y el comportamiento de la ciudadanía en sus desplazamientos mediante la recolección de datos regulares y consistentes. Para ello, señala la necesidad de mejorar la recopilación y uso de los datos, que deberán ser abiertos y reutilizables con el fin de maximizar su potencial.
Asimismo, contempla el control de las señales de tráfico para dar prioridad a peatones, ciclistas y transporte público; y la implementación de Zonas de Bajas Emisiones, respaldadas por el impulso a la transición hacia una movilidad más limpia a través del despliegue de infraestructura de recarga para vehículos eléctricos, el seguimiento de los avances de otras tecnologías de bajas emisiones y la puesta en marcha de autobuses de cero emisiones.
De la misma manera, se extenderá el control del estacionamiento para el beneficio de los residentes y de las personas con movilidad reducida, se instalarán sensores para gestionar los flujos de tráfico, se pondrán en marcha medidas para asegurar que los servicios de transporte cubren las necesidades de los usuarios, así como opciones personalizadas para personas con dificultades de acceso a las redes de transporte convencionales.
La estrategia de implementación del City Mobility Plan 2021-2030 de Edimburgo será monitorizada y actualizada periódicamente. Para medir el éxito del plan, se evaluarán los avances en función de una serie de indicadores clave de rendimiento (KPI).
Entre los indicadores, figura el aumento del número de viajes realizados en medios de transporte activos y sostenibles, la comparación del precio del billete de autobús con el de otras ciudades de Escocia más grandes, la disponibilidad de medios de transporte, la reducción de emisiones contaminantes, la mejora de la calidad del aire, la disminución de la diferencia del tiempo de viaje entre condiciones normales y horas punta, el porcentaje de viviendas con servicios esenciales disponibles a menos de diez minutos a pie o el aumento de población viviendo en calles con zonas de estacionamiento regulado.