La Comisión Europea ha propuesto un marco para una identidad digital europea, que ayudará a alcanzar los objetivos de la Brújula Digital y estará a disposición de todos los ciudadanos, residentes y empresas de la UE. A través de su cartera de identidad digital, la ciudadanía podrá demostrar su identidad y compartir documentos electrónicos.
Bajo el nuevo marco regulatorio sobre identidad digital europea propuesto por la Comisión Europea, los Estados miembros ofrecerán a ciudadanos, residentes y empresas carteras digitales capaces de vincular sus identidades digitales nacionales con otros certificados personales: permisos de conducir, titulaciones, cuenta bancaria, etc.
Podrán suministrar estas carteras tanto administraciones públicas como entidades privadas, siempre que estén reconocidas por un país comunitario. Las carteras digitales permitirán a los europeos acceder a servicios online sin necesidad de utilizar métodos de identificación privados ni de compartir datos personales.
Esta iniciativa de la Comisión se basa en el marco jurídico transfronterizo vigente en la materia: el Reglamento eIDAS, que sienta las bases de la identificación, la autenticación y la certificación electrónica de manera segura en sitios web de la UE. Sin embargo, los Estados miembros no tienen obligación de desarrollar una identificación digital nacional ni de hacerla interoperable con las de otros países, por lo que la propuesta tratará de mejorar la eficacia del marco y extender sus beneficios al sector privado y a la utilización móvil.
Asimismo, la propuesta contribuirá a alcanzar los objetivos de la Brújula Digital, ya que se prevé que para 2030 el 80% de los europeos utilizará una solución de identificación electrónica.
Marco de la identidad digital europea
La identidad digital europea estará disponible para todo ciudadano, residente o empresa de la Unión Europea que desee utilizarla, permitirá un uso amplio, como identificar usuarios o certificar atributos personales a la hora de acceder a servicios digitales públicos y privados en toda la UE; y garantizará al usuario el control de sus datos, pues permitirá elegir qué información comparte con terceros y mantenerse al corriente de lo que se haga con ella.
La propuesta de la Comisión Europea va acompañada de una Recomendación. La Comisión insta a los Estados miembros a crear un conjunto de herramientas común de aquí a septiembre de 2022, que incluya la arquitectura técnica, normas y directrices de mejores prácticas; y a emprender de inmediato los preparativos necesarios.
En paralelo al proceso legislativo, la Comisión Europea trabajará con los países comunitarios y el sector privado en los aspectos técnicos de la identidad digital europea y, a través del programa Europa Digital, apoyará la aplicación del marco. Por su parte, muchos Estados miembros contemplan proyectos de implementación de la identidad digital europea en sus planes nacionales en el marco del Plan de Recuperación para Europa.