Los eurodiputados llegaron este martes a un acuerdo provisional con los Estados miembros sobre la Ley del Clima de la UE, uno de los elementos claves del Pacto Verde Europeo. Esta nueva legislación vinculante jurídicamente consagra el compromiso de Europa de alcanzar la neutralidad climática para 2050 y el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en al menos un 55% para 2030 con respecto a los niveles de 1990.
El 4 de marzo de 2020, la Comisión Europea presentó una propuesta de Ley del Clima. Una vez que el Parlamento y el Consejo aprueben formalmente el acuerdo provisional alcanzado, que se presentará ahora al Comité de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria y al pleno, esta legislación se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea y entrará en vigor 20 días después de su publicación.
La nueva ley transforma los compromisos políticos de la UE en una obligación vinculante y brinda a la ciudadanía y a las empresas la seguridad jurídica y la previsibilidad que necesitan para planificar la transición hacia la neutralidad climática de aquí a 2050.
Compromisos alcanzados
En línea con el objetivo de neutralidad climática para 2050, el acuerdo provisional sobre la Ley del Clima consolida el marco europeo para la acción por el clima con la introducción de diversos elementos y compromisos.
De esta manera, introduce un ambicioso objetivo para 2030 de reducción de las emisiones netas en al menos un 55% con respecto a los niveles de 1990, así como un procedimiento para establecer un objetivo intermedio para 2040, teniendo en cuenta un presupuesto indicativo de emisiones de GEI para el período 2030-2050, que será publicado por la Comisión Europea a más tardar seis meses después del primer balance global del Acuerdo de París.
También reconoce la necesidad de aumentar los sumideros de carbono de la UE mediante la revisión de la legislación UTCUTS, sobre la que la Comisión presentará propuestas en junio de 2021. De la misma manera, incluye un compromiso a favor de emisiones negativas a partir de 2050 y disposiciones más estrictas en materia de adaptación al cambio climático.
Asimismo, se ha acordado la creación de un consejo científico consultivo europeo sobre cambio climático que proporcionará asesoramiento científico independiente, evaluará si las políticas son coherentes y supervisará los avances. Finalmente, introduce un compromiso de colaboración con los distintos sectores para redactar hojas de ruta sectoriales específicas que tracen el camino hacia la neutralidad climática en diferentes ámbitos de la economía.